■ Sueños moldeados se presentará en el estado de México; la segunda, en Guadalajara

A tres años de su muerte, se recordará a Juan Soriano con dos exposiciones

■ En mayo próximo será inaugurado un parque dedicado al escultor, cerca de Varsovia, anunció Marek Keller

■ En el espacio de siete hectáreas se instalaron 14 piezas monumentales del artista

Arturo García Hernández

Para conmemorar el tercer aniversario de la muerte de Juan Soriano se abrirán dos exposiciones de su obra, una en el Centro Cultural Ágora, del Parque Naucalli, estado de México, y otra en Guadalajara, ciudad natal del artista.

La primera, que será inaugurada el 10 de febrero, fecha exacta de la efeméride luctuosa, lleva por título Sueños moldeados; en ella se mostrarán esculturas de pájaros, en su mayoría realizadas durante los dos últimos años de vida de Soriano, con excepción de cuatro esculturas más antiguas, pero consideradas emblemáticas por la crítica. Además de la obra de Soriano, se pondrán a la vista del público varios fotomurales de Gerardo Súter, en los que se aprecia el proceso de fundición de las esculturas.

La muestra en Guadalajara es altamente significativa, no sólo por tratarse de la ciduad natal de Soriano, sino por la relación de amor-odio que el artista siempre sostuvo con ella. La sede de la muestra en la capital tapatía será el Ex Convento del Carmen; se trata de una retrospectiva, con obra de caballete, dibujos y esculturas. Cada muestra conmemorativa contará aproximadamente con 50 obras, casi todas provenientes de la colección de la Fundación Juan Soriano y Marek Keller.

Inagotable homenaje

Keller, heredero de Soriano y responsable de administrar la obra del artista tapatío, informó en entrevista de estas exposiciones, y anunció que en mayo próximo será formalmente inaugurado el Parque Escultórico Juan Soriano, en las proximidades de la ciudad de Varsovia, capital de Polonia, país natal de Marek.

El parque se encuentra en la comunidad de Owczarnia, a 30 kilómetros de Varsovia. Tiene siete hectáreas de extensión, con dos pequeños lagos y un bosque de abedules, entre los que han sido instaladas de manera permanente 14 esculturas monumentales de Soriano. Lo que antaño fue un granero ahora está habilitado como galería, para exponer las esculturas de pequeño formato.

El Parque Escultórico Juan Soriano ya está terminado, pero Marek Keller quiso que la inauguración se llevara a cabo en mayo, la mejor temporada del año en la zona.

Aseguró que ya se encuentra en conversaciones con la Secretaría de Relaciones Exteriores para poner el Jardín y las instalaciones con que cuenta a disposición de los artistas mexicanos que deseen exponer ahí o incluso residir y trabajar temporalmente en el lugar.

Relató que en el predio, abandonado desde hace 70 años, había un palacio que fue destruido durante la Primera Guerra Mundial. Marek Keller lo cercó, limpió y reconstruyó el granero y la casa de quien cuidaba la propiedad. Un año ocho meses de trabajo tomó a Keller hacer del lugar lo que ahora es; su belleza se percibe en unas fotos que muestra durante esta entrevista.

Ahora la idea es que también se abra al público, que lo visiten niños y niñas de las escuelas aledañas, además de realizar otras actividades. Comentó que el entorno es ideal porque se trata de una comunidad con una vida cultural intensa.

Al reflexionar sobre lo que han sido para él estos tres años transcurridos desde la muerte de Juan Soriano, Marek Keller confía: “Hay una tristeza dentro que existe y existirá siempre, pero la vida toma su curso, tiene sus leyes, llevo el duelo dentro, pero ya lloré todo lo que tenía que llorar; ahora me encanta seguir haciendo cosas alrededor de Juan, atender las peticiones de exposiciones que hay... es como un homenaje a Juan, prueba de mi amistad y de todo lo que hice con él. En este tiempo también me he dado cuenta de que Juan existe en el corazón de mucha gente”.

–Pero de alguna manera sigue viviendo por y para Juan Soriano, ¿no?

–Sí, pero desgraciadamente el alma de esa vida no está; existen cosas alrededor, en cada rincón de la casa, objetos de Juan, pero la persona ya no está. Insisto en que ahora hay que trabajar por su obra, lo que hago con mucho gusto.