DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 2 DE FEBRERO DE 2009 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación
Una negra historia de negligencia oficial

Cromatos de México
José Castro Díaz


Correo electrónico:

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Presentación

Una negra historia de negligencia oficial


Barda carcomida por efectos de la contaminación ambiental

Al cumplirse 30 años del cierre de la empresa Cromatos de México, La Jornada Ecológica consideró necesario ofrecer a los lectores el recuento de lo que constituye una muestra de la desidia y la irresponsabilidad del sector público. En este caso, de una negociación que causó severos daños a los trabajadores, a la población que vivía y vive cerca de la planta, así como a los recursos naturales, de manera destacada al agua, recurso que sirve para cubrir las necesidades de miles de habitantes.

Ubicada en el municipio de Tultitlán, Estado de México, a 30 kilómetros del corazón administrativo y político del país, Cromatos contaminó severamente por años sin que las autoridades tomaran las medidas necesarias para evitar los daños a la salud y al ambiente. Por el contrario, ardua y larga fue la lucha ciudadana que culminó con el cierre de la planta. Pero no para terminar con el problema: miles de toneladas de desechos tóxicos siguen en el lugar, está contaminado el acuífero, no se atiende como se debe a las personas afectadas (trabajadores y vecinos) y mucho menos se indemniza.

De documentar lo ocurrido se ocupó el maestro José Castro Díaz. Antropólogo social, el autor del trabajo que ahora ofrecemos recopiló la información existente sobre el caso “Cromatos de México” y entrevistó a numerosas personas que en su momento sufrieron y denunciaron lo que ocurría en su entorno. Igualmente, a los especialistas que demostraron los daños que la empresa causaba. Por supuesto, y como suele ocurrir a la hora de inventariar las tragedias, las autoridades que fueron cómplices y no hicieron lo necesario para evitar los daños a la salud y al ambiente, gozan de impunidad. Ahora, otras autoridades ordenan limpiar el sitio de contaminantes. Pero sin compensar a la población por los daños que la negligencia les causó.

Podría pensarse que el caso “Cromatos de México” no se repetiría nunca más, habida cuenta los avances en la legislación y por tantas veces repetida promesa de las instancias oficiales de que el desarrollo del país no se obtendrá a costa del deterioro del ambiente y mucho menos de la calidad de vida de la población. No es así. Otro “Cromatos”, esta vez en Guanajuato, atenta desde hace lustros contra la gente y el medio. Como si décadas de irresponsabilidad no contaran.

Queremos agradecer al maestro Castro Díaz el trabajo que ahora publicamos en exclusiva. Y de igual modo, las orientaciones que nos brindó la doctora Lilia A. Albert, una de las toxicólogas más reconocidas y críticas de México.

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