Usted está aquí: viernes 30 de enero de 2009 Cultura Recibió el CNA el archivo de la etnomusicóloga Henrietta Yurchenco

■ Colegas y amigos rememoraron su labor en comunidades indígenas

Recibió el CNA el archivo de la etnomusicóloga Henrietta Yurchenco

Arturo García Hernández

El archivo personal de la renombrada etnomusicóloga estadunidense Henrietta Yurchenco ha pasado a formar parte de los Fondos Especiales de la Biblioteca del Centro Nacional de las Artes (CNA).

Se trata de más de 500 materiales –grabaciones, partituras, fotografías, cartas, ponencias, discos y documentales– que documentan la historia y los últimos trabajos de quien es considerada pionera de la etnomusicología en México.

Son muy apreciadas sus investigaciones de campo sobre música folclórica y tradicional realizadas en los años 40 en comunidades indígenas de México y Guatemala: cora, huichol, seri, tzotzil, tzeltal, tarahumara, yaqui y tarascas.

En vida, la también pianista y productora de radio donó este material al entonces Instituto Nacional Indigenista (INI, hoy Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas). Fallecida en diciembre del año pasado, ahora su hijo Peter D. Yurchenco ha donado los archivos mencionados.

La ceremonia de entrega-recepción del acervo se efectuó la tarde del miércoles en la Biblioteca de las Artes, y estuvo presidida por Robin A. Smith, agregada cultural de la embajada de Estados Unidos en México, y por Benjamín Juárez Echenique, director del CNA.

A continuación se realizó una mesa redonda en la que colegas y amigos recordaron aspectos de la vida y obra de Yurchenco.

Juárez Echenique definió a la etnomusicóloga como “ejemplo de compromiso social y de lo que fue gozar de plena juventud a los 92 años de edad”, y recordó un dato que ilustra la sensibilidad y lucidez de la investigadora: ella le hizo la primera entrevista pública a un joven de 16 años que empezaba a destacar interpretando música de fuerte raíz folclórica: Bob Dylan.

Gabriela Barrios, compañera y colaboradora en los últimos años de Henrietta Yurchenco, refirió que el trabajo y los intereses de la homenajeada rebasaban el ámbito musical para extenderse a cuestiones como políticas sexuales, derechos culturales de las minorías y de las mujeres.

Lucha en un mundo de machos

Guillermo Contreras, integrante del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical, resaltó la importancia del levantamiento fonográfico que Yurchenco realizó en las comunidades indígenas de México, así como “la acuciosidad” de sus investigaciones.

El director musical Armando Zayas elogió “su manera de ser y acercarse a las tradiciones musicales y dancísticas de los pueblos indígenas”.

No sólo era, dijo Zayas, “gran investigadora, sino también gran narradora”, según se percibe en sus memorias.

Señaló que durante su residencia en México, Yurchenco entró en contacto con los personajes más relevantes del arte y la cultura nacionales.

Su coterráneo y colega Thomas Stanford, catedrático de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, quien conoció a Yurchenco en 1967 en México, hizo énfasis en su calidad humana, en el profundo respeto y admiración que sentía por sus informantes. La recordó visitando las comunidades a lomo de mula, con una grabadora de acetatos y una planta de luz.

Era una mujer con mucha determinación, aguerrida, que debió luchar por ganarse un lugar “en un mundo de machos”.

En similares términos, mezclando lo personal y lo profesional, se refirieron a ella Guillermo Espinosa, ex director del entonces INI, y Sol Rubin de la Borbolla.

Henrietta Weiss, su nombre de soltera, nació en New Heaven, Connecticut, Estados Unidos, en 1916. A los nueve años de edad empezó su formación de pianista. En 1936 se casó con el pintor argentino Bassilio Yurchenco, de quien tomó el apellido.

Entre 1939 y 1941 organizó el primer programa de música folclórica de la radio en Estados Unidos, en el que se presentaron, entre otros artistas, Woody Guthrie, Leadbelly, Peter Seeger, Aunt Molly Jackson. Fue fundadora del Festival Anual de Música Americana, el cual ha llegado a ser una importante actividad cultural en la vida de Nueva York.

Los documentos donados por Yurchenco a la Biblioteca del CNA estarán a disposición de los investigadores que deseen ampliar el conocimiento de la vida y obra de esta mujer, cuya aportación a la cultura mexicana es de la mayor relevancia.

 
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