■ La Iglesia, sin una pastoral que “pulse” la sociedad de manera cotidiana: Elio Masferrer
Descalifica experto el llamado de Rivera Carrera a católicos a participar en política
■ Dice que el Encuentro Mundial de las Familias fue una “exhibición tremenda de debilidad”
El llamado del cardenal Norberto Rivera a los fieles católicos para participar en asuntos públicos es “tardío”, pues desde hace tiempo esa población está involucrada en los problemas sociales del país, la última prueba de ello son las agrupaciones campesinas y pesqueras que se encuentran en movilización por el alza de los combustibles, señaló el presidente del secretariado permanente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, Elio Masferrer Kan.
El problema de fondo, consideró el especialista, es que la Iglesia no tiene desde hace tiempo una pastoral social que “pulse” la problemática que enfrenta la sociedad de manera cotidiana, y no son necesariamente de carácter electoral.
Al reflexionar sobre los últimos acontecimientos que ha protagonizado la Iglesia católica, Masferrer Kan consideró que el reciente sexto Encuentro Mundial de las Familias fue una “exhibición tremenda de debilidad”, no sólo por la ausencia del papa Benedicto XVI, quien seguramente previó anticipadamente que el encuentro no tendría éxito, sino también por lo monotemático que resultaron las conferencias organizadas en tres días de sesiones, y la muy poca convocatoria de feligreses que tuvo en los “actos masivos” en la Basílica de Guadalupe.
A su juicio, la Iglesia católica “dejó ir una gran oportunidad que tenía en el encuentro de familias, pero lamentablemente recurrió a una organización tradicional, donde se presentaron ciclos de conferencias para tirar línea, y no hacer siquiera un esfuerzo para entender lo que está pasando realmente en la institución familiar en el mundo”.
Señaló que la presencia del presidente Felipe Calderón en la inauguración de ese encuentro fue más bien un acto de campaña en favor de su partido, en un año en que habrá elecciones federales y comicios locales en seis estados del país.
Por lo que se refiere a la Iglesia, el estudioso del fenómeno religioso opinó que sus constantes ataques al Estado laico forman parte también de un regimen democrático, en que cada actor social tiene el legítimo derecho de expresarse sobre lo que desea para la Iglesia, pero eso no implica necesariamente que sea lo que la mayoría desea.
Masferrer dijo que el “juego de descalificaciones” de la Iglesia forma parte de las negociaciones con el poder. Recordó que mientras los jerarcas lanzaban estos ataques, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, y el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, se reunían y tomaban la foto con el jefe del Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, sin importar los temas del aborto y de las llamadas sociedades de convivencia, tan fuertemente criticas por la jerarquía católica.
Al referirse a la reunión que en el Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro, tuvo el cardenal Bertone con miembros de las universidades de inspiración cristiana, dijo que ese mismo hecho demuestra que a la Iglesia lo que le queda es también disputar con el Estado esos espacios emblemáticos, en una sociedad cada vez más plural en lo político y en lo religioso.