Usted está aquí: domingo 18 de enero de 2009 Deportes La relección de Larrañaga propicia renuncia de Hilario Ávila, de la UNAM

■ Se compromete a elevar la competitividad del judo rumbo a JO

La relección de Larrañaga propicia renuncia de Hilario Ávila, de la UNAM

Rosalía A. Villanueva

La relección de Manuel Larrañaga por cuatro años más al frente de la Federación Mexicana de Judo propició la renuncia de Hilario Ávila, de la Asociación de la UNAM, quien recibió sólo dos votos para estar en la vicepresidencia por 19 en contra, ayer en la asamblea anual ordinaria de la rama.

Larrañaga –suspendido por la Unión Panamericana de la especialidad, organismo que será desconocido por el representante mexicano y 23 países más el lunes con la creación de la confederación continental para apoyar a su homólogo brasileño Paulo Vanderlei– manifestó su compromiso de trabajar por la unidad y elevar el nivel del judo del país.

Con 19 sufragios en favor y dos en contra (emitidos por los representantes de Colima y la UNAM), el directivo se apoyó en los resultados obtenidos por Vanessa Zambotti, monarca panamericana y noveno lugar olímpico en Pekín 2008, así como en las medallas de torneos internacionales en la categorías infantiles y juveniles, las cuales espera superar en este ciclo que culminará en Londres 2012.

Aunque tuvo el apoyo de sus agremiados para ratificar los cargos del consejo directivo, solamente salió Gabriel Goldschmied, quien fungía como tesorero y cuyo informe financiero no fue presentado porque no le entregaron a tiempo “la contabilidad” para la comprobación de gastos de más de 400 mil pesos, de un presupuesto mayor a 5 millones de pesos que le dio la Conade en 2008.

Cuando tocó el turno para elegir al vicepresidente se registró Hilario Ávila, a quien no le dieron oportunidad de presentar su programa de trabajo por cuestionar de “forma ruin y miserable” la administración del titular Larrañaga, como se lo echó en cara el federativo durante su intervención en el auditorio de la Codeme. Algunos presidentes de asociación le dieron la espalda y 19 votaron en su contra para apoyar a Miguel Mercado.

“Estoy decepcionado”, pues una vez más pesó el “interés personal que ver un cambio en el deporte”, dijo Ávila, quien anunció su renuncia, aunque no se desligará como entrenador de judo para seguir asesorando a su hijo Eduardo, campeón paralímpico en la Federación Mexicana de Ciegos y Débiles Visuales.

 
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