Usted está aquí: viernes 16 de enero de 2009 Política Nada nuevo en denuncia de HRW sobre tortura en México: Soberanes

■ Minimiza críticas al desempeño de la CNDH; “sólo es una ONG”

Nada nuevo en denuncia de HRW sobre tortura en México: Soberanes

■ Advierte sobre peligro de que Sedena autorice uso de granadas a la policía

Víctor Ballinas

El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, dijo ayer que el informe de la organización internacional Human Rights Watch (HRW) en que denuncia la persistencia de la tortura en México, la impunidad en delitos del pasado, como la guerra sucia, y en los asesinatos de mujeres, como los de Ciudad Juárez, “no es novedoso para nosotros y, desde luego, coincidimos con ellos, pero el que hagan estas denuncias ayuda”.

Entrevistado ayer al término de la inauguración de las obras que amplían el Centro Nacional de Derechos Humanos (Cenadeh), el ombudsman nacional se refirió al informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos en el que destaca que el narco es una amenaza para México y para el mundo. Dijo que ese documento debe entenderse en el contexto del cambio de administración en ese país, ya que representa las formas del “garrote y la zanahoria” que ha utilizado la política estadunidense.

“Ahora están en la posición del garrote, para forzar a México, pero creo que el país ya conoce muy bien ese camino, y Estados Unidos debe colaborar en la lucha contra el narcotráfico, pues son corresponsables”, enfatizó.

Acompañado por el presidente del Senado, el panista Gustavo Madero, Soberanes Fernández resaltó que le parece “peligroso” que la Secretaría de la Defensa Nacional haya otorgado permisos para que policías porten granadas, porque “si les dan armas de guerra, como son las granadas de fragmentación, entonces se está pervirtiendo la función de la policía. Creo que no tienen la capacitación y mucho menos el deseo de apegarse a la ley; veo eso como una situación preocupante”.

En conferencia de prensa, el ombudsman nacional fue cuestionado sobre el informe de HRW, en el que señala que la CNDH es un organismo débil. Refirió que “a ellos ya se les contestó hace tiempo; no tienen fundamento, hay que entender lo que son, una ONG estadunidense que trata de influir en las políticas del país y nada más”.

Al insistirle en que además de las críticas que hace a la CNDH en su informe 2009, HRW también refiere que en México hay problemas graves y persistentes, como las desapariciones de personas en la guerra sucia, asesinatos de mujeres y tortura, entre otros, contestó:

“Nada de esto es novedad para nosotros; ustedes son testigos de que hemos estado trabajando en esos puntos, y en ese sentido puede ser interesante el apoyo que nos dan, pero claro, tiene que ser fundado.”

–En su informe, HRW insiste en que en las cárceles se aplica la tortura y persiste el aislamiento y los abusos contra los presos.

–Claro, ahí está el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, eso es cierto, coincidimos.

Respecto a la tortura, el titular de la CNDH resaltó que “debe haber mayor compromiso del gobierno, parecía que la tortura se reducía, pero a partir de que el Ejército ha entrado a cumplir tareas de seguridad pública se ha incrementado. Nuestras últimas recomendaciones, todas, se refieren a problemas de tortura, hay un incremento en este delito.

–Hace unos años, la CNDH dijo que los penales eran cajas chicas de los gobiernos por la corrupción, la venta de drogas y licores. ¿Ha cambiado la situación?

–No, al contrario, se ha incrementado. Por ejemplo, ¿por qué no cesa el tráfico de drogas? Ahí están involucradas las autoridades. ¿Por qué sigue habiendo celulares en los penales? Por la tolerancia de la autoridad. Es muy lógico que eso les represente un ingreso económico.

Por su parte, el presidente del Senado dijo durante la inauguración de las obras en la CNDH que la existencia de esos centros “propicia que el país se rija por leyes acordes con los tiempos actuales”. Para nosotros –insistió– es un acto significativo y de gran trascendencia, debido al desempeño del Senado en la selección del consejo consultivo de la CNDH y del presidente de esa institución”.

Abundó que en el Senado “estamos convencidos de que es primordial que nuestras instituciones promuevan el respeto y la protección de los derechos humanos; creemos que se debe terminar la discriminación por razones étnicas, condición social o convicciones ideológicas o políticas. Estamos legislando para terminar con la impunidad y creando leyes para que los ciudadanos hagan valer sus derechos”, concluyó.

 
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