Usted está aquí: jueves 15 de enero de 2009 Cultura Nueva colección con los diarios de Alfonso Reyes

■ Este 2009 se cumplen 50 años de su muerte

Nueva colección con los diarios de Alfonso Reyes

■ Mediante cinco tomos se ofrecerá al lector un acercamiento a la vasta obra del humanista

Fabiola Palapa Quijas

Con motivo de los 50 años de Alfonso Reyes como escritor, el Fondo de Cultura Económica (FCE) inició en 1955 la publicación de sus Obras completas en una colección de 26 volúmenes que concluyó en 1993.

Ahora, este 2009 –para conmemorar el cincuentenario luctuoso del humanista y diplomático mexicano–, el sello editará el primer tomo de sus diarios.

El FCE, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, tiene como proyecto editorial lanzar una nueva colección sobre los diarios del literato, quien mantuvo interés por la educación y la cultura del país.

Los textos que integrarán la colección son sobre lo que Reyes escribió de la ciudad de México; de lo que realizó durante su estancia en Francia, en la embajada en Argentina, en la de Brasil y su regreso al país, así como datos de sus diarios personales de 1951 a 1959.

El catálogo del FCE, además de las Obras completas del autor regiomontano, tiene un libro bibliográfico y la colección Capilla Alfonsina, que es coordinada por Carlos Fuentes, y tiene el propósito de dar a conocer en tomos monográficos –en cada caso con el prólogo de un destacado escritor– la obra de Reyes.

El objetivo de esta colección, integrada por cinco volúmenes: América, México, Teoría literaria, Memoria y Nueva España, es que el lector pueda tener un primer acercamiento a la obra alfonsina y acceder a la visión completa de su vasta creación.

Paradigma de la ensayística en AL

José Luis Martínez (1918-2007), uno de los más notables estudiosos de la obra alfonsina, consideró a Reyes como un mexicano universal y uno de los más relevantes de la lengua española, con 21 libros de versos, 88 de crítica, siete de novelística, 24 de teoría literaria y así hasta completar 202 volúmenes que fueron publicados como títulos independientes.

Para Adolfo Castañón, Reyes es uno de los titanes de la epistolografía, o escritura de cartas, en lengua española, ya que sostuvo correspondencia con numerosas personas, entre las que figuran Pedro Henríquez Ureña, José Gorostiza, Carlos Pellicer, Daniel Cosío Villegas, Héctor Pérez Martínez, Rafael Cabrera y Genaro Estrada. También tuvo intercambio epistolar con Azorín, Baroja y Unamuno, de España; y en Cuba, con Chacón y Calvo.

“Alfonso Reyes es, realmente, varios hombres, un clásico americano, un elaborador de cultura y también un reconciliador en prosa y en verso de las tendencias futuristas que recorren América Latina.”

Alfonso Reyes nació el 17 de mayo de 1889 en la ciudad de Monterrey. Formó parte del Ateneo de la Juventud (1908-1912) con Antonio Caso, José Vasconcelos, Julio Torri y Henríquez Ureña, entre otros. En 1913 ingresó al servicio diplomático y fue adscrito a nuestra legación en París, pero al año siguiente, por circunstancias políticas de la Revolución, fue suspendido. Posteriormente, en 1920, fue reinstalado en su cargo diplomático, primero en Madrid y luego en París, donde fue designado ministro plenipotenciario; enseguida lo nombraron embajador de México en Argentina, además de otras misiones. Regresó a México y en 1939 creó El Colegio de México.

Reyes recibió, en 1945, el Premio Nacional de Literatura. Escribió ensayos y cuentos en los que se plasmó su madurez literaria, enriquecida con el contacto europeo y español principalmente. Su Visión de Anáhuac es una obra de ensayo filosófico y sociológico escrita en un estilo poético. Incursionó también en el teatro, con Ifigenia cruel (1923), El pájaro colorado (1928) y otras obras.

Entre sus temas literarios figuran los estudios sobre la poesía de Manuel José Othón, investigaciones acerca de Góngora, Mallarmé, Proust y Montaigne. Tradujo a Chesterton y estudió a varios autores de letras inglesas.

El género que más cultivó fue el ensayo, en toda la amplitud, vastedad y variedad de esa modalidad literaria. Siempre alternó los temas graves y de estudio con los de entretenimiento. Alfonso Reyes decía “escribo como respiro”, además de que reiteraba que escribir era parte de su economía vital.

El escritor, traductor, académico, periodista y diplomático mexicano amparó a todos los escritores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX, no sólo por la profundidad de ideas, sino también por su solidez moral. Para varios de sus estudiosos, el mejor Reyes es el de los ensayos, escritos con gran economía de medios y erudición clara y precisa, lo que lo ha convertido sin discusión en el paradigma de la ensayística latinoamericana y en el maestro de México.

Reyes sufrió varios infartos en el transcurso de pocos años, pero el cuarto le costó la vida. Murió el 27 de diciembre de 1959 en la ciudad de México. Sus restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres.

 
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