Usted está aquí: martes 13 de enero de 2009 Sociedad y Justicia Lanza Greenpace campaña de eficiencia energética

■ México, decimotercer país en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero

Lanza Greenpace campaña de eficiencia energética

Angélica Enciso L.

Cambiar un foco común por uno ahorrador implica una reducción de 70 kilogramos de emisiones de bióxido de carbono al año, indica Greenpeace. Cada año, continúa, se adquieren en el país 210 millones para uso residencial, y promover la utilización de los que consumen menos electricidad hará más eficiente el consumo y combatirá el cambio climático.

La organización ambientalista lanzó ayer una campaña de eficiencia energética que promueve, entre otras acciones, la sustitución de focos incandescentes, el cuidado del agua y medidas para reducir el consumo de electricidad.

En conferencia de prensa, las actrices Patricia Reyes Spíndola y Patricia Llaca hicieron anuncios –que por ahora se pueden ver en You Tube– y apremiaron al gobierno federal a que prohíba los focos incandescentes y fomente entre los ciudadanos el uso de focos ahorradores.

La coordinadora de la campaña de clima y energía de Greenpeace, María José Cárdenas, consideró que la eficiencia energética es indispensable para mitigar el cambio climático. Dentro de la revolución energética que se propone, dijo, está la explotación del potencial de eficiencia enfocado a mejorar las prácticas actuales y las tecnologías disponibles para el futuro.

Las cifras

Recordó que el país ocupa el lugar número 13 entre los 25 países considerados como mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI), con una participación de 1.23 por ciento respecto del total mundial.

Precisó que la generación de energía es el factor que más contribuye a la emisión de GEI y después está el transporte. Ambos producen alrededor de 40 por ciento de las emisiones totales del país.

Entre las medidas básicas que pueden adoptar los ciudadanos destaca sustituir los focos incandescentes por ahorradores y desconectar cargadores de teléfonos y aparatos electrónicos que no se utilicen. Pero para que ello sea exitoso se requieren “millones de acciones para logar grandes efectos que repercutan de manera significativa en los hábitos de consumo de los usuarios, en el uso de la energía eléctrica y en los efectos del cambio climático”, expresó por su parte Beatriz Olivera, de la campaña de cambio climático y energía.

Detallaron que las lámparas convencionales transforman en calor 90 por ciento de la energía que utilizan y el resto la convierten en luz, y aunque la principal razón de que los usuarios adquieran ese tipo de aparatos es su bajo costo, su vida útil es 10 veces menor a la de las ahorradoras.

Además, apuntaron, en estos momentos de crisis económica cambiar los focos no es gasto, sino inversión, pues implica un ahorro hasta de 80 por ciento al mes.

La organización consideró que se deben concretar políticas orientadas al ahorro y eficiencia de la energía, así como medidas que hagan obligatorias esas disposiciones y den incentivos para la sustitución de focos incandescentes por lámparas ahorradoras en todo el país en un periodo máximo de tres años.

 
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