| 
 Portada 
Presentación 
Bazar de asombros 
      HUGO GUTIÉRREZ VEGA 
Manifiesto 
      ROSA NISSÁN 	  
Dos poemas 
      MILTOS SAJTOURIS 
Gilberto Owen y Sindbad 
      ANTONIO CAJERO 
Uno de vaqueros 
      LEANDRO ARELLANO 
La metamorfosis de Lucrecia 
      ROBERTO GARZA entrevista con LUCRECIA MARTEL 
La traducción: los quehaceres del amante 
      JORGE BUSTAMANTE GARCÍA 
Rogelio Navarro: un filósofo a contrapelo 
      ALEJANDRO MICHELENA 
Leer 
Columnas: 
        Jornada de Poesía 
        JUAN DOMINGO ARGÜELLES 
		Paso a Retirarme 
        ANA GARCÍA BERGUA 
		Bemol Sostenido 
		ALONSO ARREOLA 
		Cinexcusas 
		LUIS TOVAR 
		La Jornada Virtual 
		NAIEF YEHYA 
		A Lápiz 
        ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR 
		Artes Visuales 
		GERMAINE GÓMEZ HARO 
		Cabezalcubo 
		JORGE MOCH 
    
   Directorio 
     Núm. anteriores 
        [email protected]    
   | 
    | 
  
    
    
  El Diluvio, de Jaramar
  
  Hace ya varios meses fui a cenar con Jaramar Soto y un par de amigos más a un restaurante de la colonia Roma. Aparte de conocernos en persona, la idea era platicar sobre nuestros proyectos musicales. Metido en mil y una cosas, no supe las consecuencias de aquel encuentro hasta tiempo después, cuando comenzaron a llegar a mi correo electrónico “Los diarios del diluvio”, que en voz de Jaramar misma son “la bitácora del camino de creación y producción de Diluvio”, su último y bello disco.  
  Atento a su magnífica escritura e inteligencia, me mantuve a distancia sin volver a hacer contacto con ella hasta que, coincidentemente, y ya con su álbum terminado, me la encontré en un concierto de jazz. Entonces pensé en decirle cómo estuve al tanto de su trabajo, pero no lo hice. También pensé en llamarla al día siguiente y hacerle una entrevista para este espacio, pero no lo hice. Sólo me disculpé por la falta de comunicación y, silenciosamente, me prometí escuchar este Diluvio con calma y, una vez más, leer su bitácora de agua.  
  Antes de profundizar en ello, y para no dejar cabos sueltos, diré a quienes no lo sepan que Jaramar posee una de las voces más diáfanas de México. Y sí, hoy, cuando adjetivar resulta tan fácil e irresponsable, encuentro que “diáfana” es una palabra que le viene bien a esta jaliciense de larga trayectoria que ha mantenido las únicas tres cosas con las que se logra la permanencia: congruencia, continuidad y calidad. Interesada siempre en las músicas antiguas, tanto de América como de Europa, pero viendo hacia el futuro, su hacer no tiene objeción. Quien la escucha se rinde. En ello tienen que ver, por supuesto, sus músicos, pues de nada vale un diamante encerrado en la piedra.  
  
  
     
          Jaramar Soto | 
   
 
  Dicho lo anterior, llega el momento en que cedo este espacio de frío domingo a una colección de pensamientos extraídos del mencionado diario, hoy, cuando el Diluvio por fin ha llegado (si quiere leer los textos completos visite www.jaramar.com.mx). Sólo agregaré, con el cínico afán de provocar al lector para que se acerque a la tienda de discos, que el sonido y contenido de esta obra elevarán notablemente el valor de su fonoteca personal y, sobre todo, lo hará más feliz. 
  Los diarios del diluvio I. Empezar un nuevo viaje discográfico es siempre ir tanteando el camino, primero en la oscuridad, luego esperando que las tinieblas se vayan disipando y el rumbo se aclare para permitirme (permitirnos) dar pasos más firmes. Aunque exagero, porque en realidad la oscuridad no es tan absoluta, no estoy inventando algo donde no existía nada… ¿¡Puedo hacer canciones!? Marzo 4, 2008.  
  Los diarios del diluvio II. Creo que yo siempre he cantado a la vida y al amor y que, al hacerlo, también le he cantado a la muerte, a la ausencia… a la pérdida, porque esa parte de mí que aspira a tocar a veces lo luminoso convive todos los días con la otra, la oscura. Hay quien dice que el amor y la pasión nos llevan irremediablemente a la muerte; que el diluvio que éstos desatan nos arrastrará sin salvación… Todo esto es Diluvio. Marzo 10, 2008.  
  Los diarios del diluvio III. Mi percepción sonora es una mezcla entre pictórica y emocional. 13 de Mayo, 2008  
  Los diarios del diluvio IV. “Para despertar con mi nombre la noche me trajo el silencio.” Mayo 31, 2008.  
  Los diarios del diluvio VII. El taller de Alberto Castro Leñero [autor del arte para Diluvio] es un remanso de luz, pero no es para nada un lugar plácido; es un espacio intenso donde se da la búsqueda creativa y seguramente a ratos tormentosa, y donde hemos hablado horas y horas del Diluvio, de lo que es, de cómo suena. Julio 9, 2008.  
  Los diarios del diluvio X. La voz es realmente un instrumento medio mágico que funciona propulsado por todo el cuerpo, y no es una exageración; en mi caso depende de mis estados mental y físico, de lo que como y de lo que siento… Llegó también Jaime (López) a regalar su voz en “Río Profundo”. Agosto 14, 2008.  
  Los diarios del diluvio XI. Todavía faltan, en ciertas canciones, algunos instrumentos invitados: el saranji y el oud de Fausto Palma, de Petra; el contrabajo de Carlos Maldonado, de Los Dorados; el sax de Daniel Zlotnik, también de Los Dorados… Diluvio ya está allí y es definitivamente distinto a mis discos anteriores y cambiante de canción a canción: potente, crudo, íntimo y sutil al mismo tiempo. Agosto 28, 2008.  
  Los diarios del diluvio XII. Hace ya ocho meses de la primera entrega de estos diarios, cuando Diluvio era apenas un proyecto; una colección de canciones que yo podía cantar pero que aún no sonaban. Ahora es un disco y lo tengo entre las manos… Es la música que hacemos lo que da sentido y rumbo a todo lo demás. Noviembre 9, 2008.  
   
  |