Usted está aquí: martes 16 de diciembre de 2008 Deportes “¿Por qué hablan de mi edad si mi rendimiento es bueno?”: Cristante

■ Ser futbolista no es excusa para no leer un libro, estudiar o hacer algo paralelo, destaca

“¿Por qué hablan de mi edad si mi rendimiento es bueno?”: Cristante

■ Ser constante, trabajar en equipo y que la labor individual resalte la del compañero, sus principios

■ El Toluca merece respeto, pues empezó muy abajo y se mantiene arriba, reclama el portero

Paula Mónaco Felipe (Enviada)

Ampliar la imagen Hernán Cristante conquistó su quinto título en su carrera Hernán Cristante conquistó su quinto título en su carrera Foto: Reuters

Toluca, 15 de diciembre. “¿Viejo, yo?” Hernán Cristante es el más veterano de los jugadores del futbol mexicano, pero los comentarios sobre su edad le causan risa. Su constante buen rendimiento durante los recientes 10 años y el excepcional Apertura 2008 en que fue pieza fundamental del campeón Toluca confirman sus argumentos.

“En la vejez sí hay una parte biológica, pero también mucho de actitud y no me siento viejo para nada. Es real, tengo 39 años y voy caminando hacia los 40, pero estoy muy por debajo de eso y lo noto sobre todo en las pruebas, físicas y químicas, que sigo impecable”, aclara primero en entrevista con La Jornada.

“Siempre dicen este fue el mejor torneo de Hernán, o está en nivel increíble, ¡pero todos los torneos ha sido prácticamente lo mismo!, ¿por qué hablan de mi edad si mi rendimiento es bueno?”, reclama después.

Cuando sienta pereza de ir a entrenar colgará los guantes. “Por más que me digan, la decisión va a ser mía, nada más, y creo ser un tipo objetivo y prudente como para no retirarme ni un minuto después”.

La llegada de ese día no lo atormenta y los cambios lo motivan a prepararse para lo que siga. De momento, varios proyectos se dibujan: continuar con su escuelita de futbol que ya surte a fuerzas básicas de algunos equipos y seguir de alguna forma en la institución escarlata, porque tiene el título de entrenador, pero “estar de pantalón largo o corto lo dirá el tiempo y las aptitudes que pueda demostrar”.

El futbol como escuela

Aunque en su infancia fue ocasionalmente verdulero y repartidor de periódicos junto con su hermano, Hernán tiene toda su vida en el balompié.

Nació en La Plata, Argentina, dentro de una familia de clase media trabajadora. Comenzó con el balón a los cuatro años y debutó en primera división a los 20, con Gimnasia y Esgrima, y con el Toluca en la temporada 1994.

“El futbol es como la vida misma y si algo sé de la vida de seguro se lo debo a él. Son cosas simples: no bajar los brazos, no rendirte, trabajar en equipo y hacer que tu labor resalte la de tu compañero. Si a esos valores los aplicas en la vida te va a ir bien, no importa si eres periodista, jugador de futbol, taxista o empresario”, reflexiona una de las figuras del momento, quien sin embargo reniega de ese calificativo y este domingo evitó el protagonismo en la coronación de su club.

Para Hernán el deporte más popular del mundo es más que un juego o un negocio, y por ello desde su trinchera –que es el arco toluqueño, pero también la escuelita que fundó junto con Milton Graneolatti– trabaja para transmitir valores, “porque en la vida prevalece la idea de que exitoso es quien tiene dinero o un puesto jerárquico, nada más; entonces algunos buscan alcanzarlos cueste lo que cueste, convirtiéndose un poquito en Maquiavelo. Para mí no es así la vida, hay que ganarse las cosas, aprenderlas y trasladarlas”, explica.

Sus palabras y razonamientos dejan entrever a un personaje especial, alguien que comanda un Centro de Formación Deportiva; tiene proyectos a largo plazo y dedica su tiempo libre a la música (toca el saxofón) y la literatura. Hasta cita a un autor de moda, John Katzenbach, y defiende que ser profesional del deporte “no es excusa para no poder leer un libro, no estudiar o no hacer algo de manera paralela”. Sin embargo, lo que realmente ocupa a Cristante son sus tres amores: Giana, Agustina y Valentina, sus hijas, quienes viven en Argentina pero lo visitan con frecuencia y estuvieron presentes en la final.

Como portero destaca por su técnica y sobriedad, describe su colega Federico Vilar en el libro El arco de la vida. Con más de 30 años entre los postes, Cristante asiente y justifica el perfil bajo, al asegurar que no le interesa ser figura y hasta evita lanzarse si no es absolutamente necesario. “Si destaco que sea por cualidades propias, no porque tenga que venderme. No me gustan los arqueros que prefieren regalar un córner o un rebote para ver si vuelven a tapar con el riesgo de que te conviertan un gol o que un compañero se tenga que exigir más”.

Reniega de la fama y lamenta la pérdida de la intimidad como consecuencia de su profesión. Le agrada sentirse querido y admirado “porque es una parte importante en el futbol”, pero también asegura que si no le hicieran una entrevista, la gente no lo reconociera y no le pidieran autógrafos, seguiría atajando igual.

Hernán opina

Experimentado y exitoso, igualó a Miguel Marín como el portero más ganador (cinco veces campeón con Diablos); en cinco ocasiones lo eligieron mejor guardameta nacional, y desde hace algunos días es récord de valla menos vencida, con 746 minutos sin recibir gol; todo esto lo convierte en el jugador activo con más reconocimientos.

Con algunas interrupciones por fichajes cortos (Atlético Platense, Newell’s y Huracán), Cristante lleva casi 15 años en el balompié tricolor. Se asume como local –“Argentina es mi patria y México, mi casa”– y desde ese lugar defiende nuestra realidad futbolística.

“Desde fuera se ve fácil, pero es complejo, porque los jugadores son correlones, es un futbol muy dinámico y el país tiene mucha variabilidad de climas”, dice antes de señalar que “tiene un potencial muy grande, pero me parece que no está bien trabajado en sus bases, las infantojuveniles”, donde restan orden y mayor competencia para que el jugador llegue mejor preparado al máximo circuito.

A las directivas “les falta un poquito de humildad, que acepten críticas y sean más autocríticas”; a nivel de clubes hay un gran crecimiento, se evidenció en recientes competencias, y la selección “se ha estancado porque no le han dado continuidad y hay muchas aristas, todos tienen una idea distinta, siempre quieren tener la razón y la culpa la tiene el de al lado”.

Hombre institucional del Toluca, aprovecha toda ocasión para interceder por el cuadro escarlata. Y reclama: “Entiendo que no es un club que tenga un marketing increíble que maneje multitudes, pero también creo que merece mucho más respeto por parte de la prensa y de todos”. Sin pedir favores, recuerda que se trata de “un equipo que empezó muy abajo y se ha mantenido arriba”.

 
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