Usted está aquí: sábado 13 de diciembre de 2008 Sociedad y Justicia Acuerda la Unión Europea plan de lucha contra el cambio climático

■ Buscan reducir en 20% emisión de gases de efecto invernadero

Acuerda la Unión Europea plan de lucha contra el cambio climático

Afp, Dpa y Reuters

Bruselas, 12 de diciembre. Luego de duras negociaciones, los líderes de la Unión Europea acordaron hoy un plan de lucha contra el cambio climático que busca reducir en 20 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo energético, así como elevar en el mismo porcentaje el uso de energías renovables.

El acuerdo fue calificado como histórico por el jefe de estado francés, Nicolas Sarkozy, presidente en turno de la Unión Europea, quien al final de la cumbre, resaltó que “ningún continente se ha otorgado a sí mismo las reglas vinculantes que hemos adoptado en forma unánime”.

La canciller alemana, Angela Merkel, quien llegó a la reunión con una posición dura para defender la industria y los empleos de su país, también se mostró satisfecha. “Lo logramos. Somos dignos de nuestro papel de vanguardia”, subrayó.

“Europa ha pasado su prueba de credibilidad”, dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al destacar que las propuestas de la Unión Europea son “las más ambiciosas del mundo”.

Durao instó al presidente electo estadunidense, Barack Obama, a sumarse a Europa y juntos liderar “el esfuerzo global” contra el calentamiento planetario.

El consenso alcanzado en Bruselas fue acogido de manera desigual en la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU que se lleva a cabo en la ciudad de Poznan, Polonia, donde el jefe del secretariado de Naciones Unidas para esta materia, Yvo de Boer, saludó el acuerdo.

“Ahora lo que el mundo espera de Poznan es una señal de decisión y valor de los países industrializados”, refirió el directivo; sin embargo, organizaciones ecologistas no compartieron su euforia, pues se negociaron diversas excepciones que hacen del acuerdo un fracaso.

Y es que las preocupaciones de Alemania, Italia, Polonia y Hungría sobre el futuro de su industria y del empleo forzaron a la presidencia francesa de la UE a incluir numerosas derogaciones para lograr un compromiso. Los dos primeros países querían obtener la mayor cantidad de exenciones a la obligación establecida por el plan de que los industriales paguen sus emisiones de dióxido de carbono a partir de 2013, mientras que las naciones del este pretendían que se reconociera su gran dependencia del carbón a la hora de exigirles esfuerzo en la disminución de sus emisiones.

Durante los trabajos de la conferencia de la ONU se alcanzó en la madrugada de este sábado un consenso para facilitar el acceso a los países en desarrollo a un fondo de financiación que les permita responder a los efectos del cambio climático.

“Se ha logrado un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y los países en desarrollo del G77, que permitirá que este fondo pueda ser transferido por una vía clara y directa”, señaló el secretario mexicano de medio ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada.

Para 2009, el fondo dispondrá de entre 50 y 70 millones de dólares y en los próximos años, con las aportaciones actuales, podría aumentar hasta 300 o 400 millones de dólares por año, en 2012.

Cabe destacar que el ex vicepresidente Al Gore, se llevó el mayor aplauso de las dos semanas de la conferencia con un discurso en el que predijo una política estadunidense sobre el clima más estricta con el presidente electo Barack Obama.

Consideró incluso que se podrá acordar un nuevo pacto internacional sobre el clima, como está previsto, en la reunión de Copenhague del año próximo, a pesar de la recesión. Gore recibió una ovación de dos minutos cuando terminó su discurso con un “Yes we can” (Si se puede), el lema de campaña de Obama.

Las metas de la Cumbre de Bruselas

Como parte del plan de acción pactado en este lugar, se contempla que la industria –que desprende casi la mitad del CO2 en la UE–, reduzca sus emisiones en 21 por ciento. Los productores de electricidad tendrán que pagar por la integridad de sus emisiones a partir de 2013, mediante un sistema de subasta de las toneladas emitidas. Las centrales de carbón que operan en Europa del Este pagarán 30 por ciento del precio previsto por tonelada de CO2 en 2013 y verán aumentar ese porcentaje en forma progresiva hasta llegar al ciento por ciento en 2020.

El documento, que se percibe como el mecanismo que preparará a Europa para una revolución industrial verde, prevé una cláusula de solidaridad para que los países pobres (Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia), puedan adaptarse a la economía verde y recortar el retraso que tienen.

 
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