Los de Abajo
■ Grecia arde
Desde el pasado 6 de diciembre Grecia arde. Las principales calles de Atenas, Ioanina, Esparta, Tesalónica, Patras, Jania, Xanti, Mitilini, Komotini, Agrinio, Heraklion, Volos, Serres, Alexandrupoli y Trikala están llenas de rabia y condena no sólo contra el asesino con uniforme policiaco que ultimó a Alexandros, un joven estudiante de 15 años de edad, sino contra todo un sistema basado en la exclusión y la represión. Es la ira popular la que recorre los barrios griegos y se apodera de escuelas, bancos, tiendas multinacionales, oficinas de gobierno y jefaturas de policía. Mientras, el descontrol se apodera de los de arriba.
El asesinato de Alexandros ocurrió en Exarchia, lugar de encuentro progresista, barrio en el que convergen diversas luchas sociales desde hace varias décadas, y en el que se dan cita, entre muchos otros, los amigos de la lucha zapatista. Aquí, cuentan desde Atenas, “un grupo de jóvenes empezó a discutir con los policías, miembros de las fuerzas especiales, que iban provocando en un coche. Y ahí, sin más, un policía sacó su arma y disparó al joven dos veces, en el estómago y en el corazón. Cuando lo llevaron al hospital central de Evangelismós ya estaba muerto”.
Hasta Barcelona, ciudad en la que se celebró en días recientes el segundo encuentro europeo de solidaridad con la lucha zapatista, llegó el llamado a la solidaridad de los activistas griegos: “Les escribimos, gente solidaria con el zapatismo, desde la Atenas que vive momentos de rabia. Mucho quisiéramos felicitarles por este encuentro europeo que ojalá que vaya bien, pues la solidaridad es una necesidad cada vez más urgente, es un arma, nuestra arma, frente a la barbaridad de la represión que está presente en cada rincón del planeta… pedimos a ustedes que expresen su solidaridad con los miles que por todas las ciudades de Grecia manifestamos, en las calles, nuestra rabia…”
La respuesta de los colectivos de Italia, Francia, España y Alemania, entre otros, no se hizo esperar: “Denunciamos la criminalización progresiva a la que se ven sometidas todas nuestras luchas por parte de los diferentes estados europeos y denunciamos la brutalidad policiaca…” En una semana la ola de la solidaridad ha ido creciendo. Se han organizado actos de protesta en París, Berlín, Londres, Roma, La Haya, Moscú, Nueva York, Estambul, diferentes ciudades de España y Chipre.
Miles de personas continúan en las calles y en las ocupaciones; en ellas sobresale el coraje y la solidaridad de los estudiantes quinceañeros de secundaria, a los que se han sumado obreros, universitarios, amas de casa, maestros y gente de todos los colores.