Usted está aquí: lunes 8 de diciembre de 2008 Economía Productos de consumo popular escapan del bolsillo de la mayoría de la gente

■ Alimentos como vísceras, atún y embutidos tienen alzas mayores a la inflación: estudios

Productos de consumo popular escapan del bolsillo de la mayoría de la gente

■ Profeco, ANTAD y BdeM difieren en sus reportes sobre el crecimiento de los precios

Susana González G.

Lejos de escapar de la escalada inflacionaria, las vísceras, el atún y los embutidos, alimentos que la población opta por comprar al resultarle inaccesible el precio de la carne, reportan incrementos que llegan a triplicar e incluso cuadriplicar la inflación anual de 6.18 por ciento registrada hasta noviembre pasado.

Una situación similar presentan algunos productos para la higiene personal y la limpieza del hogar, mientras que otros que registran aumentos por debajo de la inflación general alcanzan precios superiores al salario mínimo, como es el caso de los paquetes de pañales y papel higiénico, revelan reportes del Banco de México (BdeM), de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

El hígado de res aumentó 33 por ciento desde la primera quincena de 2007 al mismo periodo de este año, con lo que ocupó el primer lugar en la lista que elabora el banco central sobre los productos agropecuarios que mayor variación han registrado en su precio durante el último año. Otras vísceras de res (como tripas o corazón) encarecieron 23 por ciento; el chorizo, el atún y la sardina enlatada se vendieron 15 por ciento más caro que el año pasado; el jamón aumentó 14 por ciento y las salchichas, 13 por ciento, de acuerdo con los indicadores del Banco de México.

Disparidad de precios

Las vísceras y embutidos forman parte de los alimentos de mediano consumo entre los mexicanos, sólo superados por tortilla, pan, refrescos, café, leche y sus derivados, según reveló el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, para el cual gran parte de la mala alimentación que existe en el país radica en las dificultades que tiene la gente para acceder física y económicamente a los alimentos. Al principio de esta década, 40 por ciento de la población basaba su dieta en huevo, pan, tortillas, frijoles y vísceras, de acuerdo con la institución.

Los incrementos en alimentos y otros productos de consumo básico reportados por el Banco de México quedan, sin embargo, muy por debajo de los detectados entre consumidores e incluso por los mismos comerciantes minoristas.

Mientras la Canacope aseveró la semana pasada que 15 “productos populares emblemáticos” se encarecieron 30 por ciento en promedio durante el año pasado, con casos extremos de más de 80 por ciento (aceite vegetal), para BdeM esos mismos productos tuvieron aumentos que únicamente oscilaron entre 3 y 43 por ciento.

La disparidad en los registros sobre los precios entre ambos organismos queda ejemplificada en los siguientes casos: el aceite vegetal comestible aumentó 80 por ciento, según Canacope, al pasar de 15 a 27 pesos el litro, pero para el banco central el incremento fue de 43 por ciento. Los comerciantes en pequeño aseveran que el precio del huevo se incrementó 43 por ciento contra 22 por ciento reportado por el banco central; para Canacope el azúcar y los cigarros se encarecieron 31 y 3 por ciento, respectivamente, pero el banco indica que el precio del endulzante bajó 10 por ciento de precio y el tabaco aumentó apenas 12 por ciento.

Pañales y papel de baño, por encima del minisalario

Si bien de los ocho rubros de productos y servicios que considera el BdeM para calcular la inflación, el de los alimentos es el que mayor aumento registra en el año y el mes pasado fue del orden de 8.85 por ciento, es decir 2.67 puntos por arriba del índice general, no escasean las mercancías que sin haber aumentado tanto porcentualmente, ya rebasaron los 52.59 pesos del salario mínimo diario.

Es el caso de productos para el aseo personal y para bebés, como revela el más reciente monitoreo de precios de Profeco: un paquete de papel higiénico de 24 rollos cuesta entre 53 hasta 95 pesos, dependiendo de la marca y el lugar donde se venda, en tanto que se requieren entre dos y cuatro minisalarios para adquirir una bolsa de pañales desechables, ya que su precio fluctúa entre 98 y 200 pesos. El detergente para ropa aumentó 20 por ciento en un año, según la Canacope, aunque para BdeM el incremento fue de 14 por ciento.

Los precios monitoreados por Profeco sobre alimentos y diversos productos industrializados muestran variaciones de más del doble entre las distintas tiendas de autoservicio, pero en el caso de los artículos para el cuidado y aseo personal así como para la limpieza del hogar esas diferencias se traducen en más 20 pesos. Tal como ocurre con los paquetes de 40 pañales Chicolastic que en la Bodega Comercial Mexicana se venden en 77 y 98, según la presentación, mientras que en Soriana y Wal-Mart se comercializan en 98 y 119, respectivamente.

 
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