Usted está aquí: domingo 7 de diciembre de 2008 Deportes Cruz Azul pasó a su segunda final consecutiva; Potros no pudo remontar

■ En Cancún, Atlante sólo igualó 1-1 y fue eliminado con marcador global de 4-2

Cruz Azul pasó a su segunda final consecutiva; Potros no pudo remontar

■ Podría repetirse la final ante los Guerreros

■ Goles tempraneros de Villaluz y Maldonado

■ Julio César Domínguez fue expulsado por artera entrada

■ Las críticas nos hicieron fuertes: Sabah

Agencias

Ampliar la imagen Los jugadores celestes César Villaluz, Carlos Bonet y Gerardo Torrado celebran el tanto obtenido por el primero durante el encuentro con los Potros del Atlante, ayer en Cancún Los jugadores celestes César Villaluz, Carlos Bonet y Gerardo Torrado celebran el tanto obtenido por el primero durante el encuentro con los Potros del Atlante, ayer en Cancún Foto: Reuters

Cancún, 6 de diciembre. ¡Cruz Azul va por la revancha! Luego de perder la final pasada ante Santos Laguna, La Máquina redondeó un gran año y de nuevo está en la línea de fuego, listo para la batalla postrera por el título Apertura 2008. Tras empatar 1-1 con los Potros, para un global de 4-2, los cementeros quedaron a la espera de Diablos o Santos.

El gol de los cruzazulinos fue obra de César Villaluz al minuto 3, mientras que por el Atlante descontó Giancarlo Maldonado al 7 de acción.

El arranque resultó explosivo de parte de los dos equipos y con una dura prueba para la moral de los azulgranas, pues apenas pasados tres minutos César Villaluz les puso una losa encima con un gol que evidenció la desconcentración del Atlante. El jugador cementero dio una media vuelta y su disparo sacudió las redes ante el rostro incrédulo de Federico Vilar.

Sin embargo, el Potro sacó la casta y sólo se tomó cuatro minutos para emparejar los cartones por conducto del venezolano Giancarlo Maldonado, quien capitalizó un pase filtrado de Gabriel Pereyra, desbalanceó a su marcador Julio César Domínguez, y de zurda fusiló con disparo cruzado al guardameta Yosgart Gutiérrez.

Luego de hacerse daño mutuamente, La Máquina aguantó a pie firme el ataque desbocado, con más vehemencia que orden, del Atlante. La ansiedad parecía consumir a los anfitriones, sin embargo, el vendaval causó estragos en los visitantes, pues antes de que concluyera el medio tiempo ya estaban amonestados los contenciones Carlos Bonet y Gerardo Torrado, desgastados en su afán de cortar a toda costa los avances enemigos.

Los extremos de Atlante hicieron buena labor con el envío de centros en busca de Luis Gabriel Rey y compañía; sin embargo, los jugadores celestes coparon su área, atentos para reventar toda clase de envíos, como lo hizo Joaquín Beltrán al minuto 44 ante remate de Christian Hobbit Bermúdez, y con el nervioso portero Yosgart lanzando gritos de alerta, mientras que a los atacantes les faltó calma en el tiro a gol.

Para el complemento, La Máquina quiso darle pausa al accionar y jugó con el marcador; sin embargo se llevó un fuerte susto cuando al minuto 53 Gabriel Pereyra recuperó la pelota ante un rechazo y su disparo pasó muy cerca del ángulo superior izquierdo de la meta cementera, en la que fue la llegada más peligrosa del periodo.

Atlante pronto consumió sus cambios: el Profe Cruz primero ingresó a Daniel Arreola, luego a Fernando Navarro y, por último, a Andrés Carevic. Benjamín Galindo, estratega visitante, también movió sus piezas con el ingreso de Alejandro Vela y de Nicolás Vigneri, quien tuvo una excelente llegada que no logró concretar por acertado achique de Vilar.

Cruz Azul se asentó bien en la retaguardia de tal modo que Vilar siguió como en el primer tiempo, rondando el círculo central con ánimo de ayudar, pero con la salida del participativo Alan Cruz los Potros perdieron fuerza, sobre todo por la pasividad del convaleciente Maldonado. Carevic poco aportó y tuvo que encargarse de la zona defensiva para que Muñoz Mustafá se sumara al frente.

En los minutos finales dividieron llegadas, hasta que Julio César Domínguez se ganó a pulso el cartón rojo tras grave entrada con los tachones por delante sobre Fernando Navarro: el silbante Roberto García no titubeó y lo envió a las regaderas.

Miguel Sabah dijo que el equipo está contento tras superar “críticas por todos lados y eso nos hizo ser más fuertes y llegar hasta la final. Los seguidores de Cruz Azul van a estar muy contentos por esta segunda final en un año, algo que no es fácil. Nosotros jugaremos con el corazón y con gran actitud, tenemos muchas ilusiones y vamos a morirnos en la cancha”, señaló.

 
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