Usted está aquí: jueves 4 de diciembre de 2008 Política Desazón en el desayuno

Desazón en el desayuno

Alma E. Muñoz

Ampliar la imagen Luego de desayunar en un restaurante ubicado en avenida Juárez, Alejandro Encinas saludó a Jesús Ortega, quien hasta ese momento había ignorado al ex jefe de Gobierno capitalino y tras un breve intercambio de palabras quedaron de reunirse en los próximos días Luego de desayunar en un restaurante ubicado en avenida Juárez, Alejandro Encinas saludó a Jesús Ortega, quien hasta ese momento había ignorado al ex jefe de Gobierno capitalino y tras un breve intercambio de palabras quedaron de reunirse en los próximos días Foto: Carlos Ramos Mamahua

Alejandro Encinas y Jesús Ortega se encontraron accidentalmente en un restaurante de un hotel capitalino. El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal desayunaba con el rector de la Universidad Autónoma de México, José Narro Robles, y el director de la Facultad de Economía, Roberto Escalante, mientras el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) hacía lo mismo, en una mesa aparte, con el empresario Roberto Alcántara.

El suceso sorprendió a Ortega, a pesar de que previamente fue advertido de la presencia de Encinas en el lugar. Los fotógrafos que le tomaban placas escucharon que propuso a su amigo, con gesto adusto, retirarse para desayunar en otro lado, aunque al final se quedó.

Fuentes cercanas al dirigente perredista informaron que todo fue resultado de una equivocación. La cita para su encuentro con Alcántara era un restaurante ubicado en la planta alta de ese hotel, pero alguien se confundió y al final el empresario pidió mesa en el sitio donde coincidió con Encinas.

Los reporteros observaron que el líder del PRD no se acercó a saludar al rector ni a su oponente. En cambio, al final de su desayuno con Narro Robles, el ex jefe de Gobierno capitalino sí lo hizo, y quedaron de hablarse para un posible encuentro.

“Lo cortés no quita lo Cuauhtémoc”, declaró Encinas, cuando se le comentó que tenían varias semanas sin encontrarse, luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación otorgó la presidencia nacional del PRD a Ortega. Nos saludamos, dijo, como muestra de que “nosotros no somos los rijosos y los radicales”.

Pero no confirmó un encuentro formal entre ambos para la siguiente semana porque esos días, aclaró, “estaré de gira por Quintana Roo, Yucatán y Campeche”. Ortega, en cambio, afirmó, en entrevista aparte, que probablemente sí se reúnan.

Después rechazó que haya renuncias masivas al partido. “No quiero minimizar nada, pero una golondrina no hace verano y si sale un compañero en Chalco, no quiere decir que el PRD se está fracturando ni se está saliendo gente. Me dicen que Mario di Costanzo (secretario de hacienda pública del “gobierno legítimo” de México) se sale. Ni siquiera está afiliado”. Encinas, en tanto, llamó a los perredistas a detener la “fuga hormiga” y por grupos.

Narro Robles, al final de su desayuno, consideró que la izquierda requiere un proceso de consolidación y en breve declaración a los reporteros dijo que no es partidario de la pena de muerte.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.