Usted está aquí: jueves 4 de diciembre de 2008 Política Beltrones busca congraciarse con las televisoras modificando leyes: Amedi

■ Presentó un “desfachatado” proyecto para reformar la legislación correspondiente, dice

Beltrones busca congraciarse con las televisoras modificando leyes: Amedi

Alonso Urrutia

La iniciativa de reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión sobre la renovación de las concesiones presentada por el coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, y otros cuatro legisladores representa un intento “desfachatado” de que dichas renovaciones se realicen con absoluta discrecionalidad por el gobierno federal, y en los hechos trasgreden el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la ley Televisa.

En un comunicado de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), que encabeza Javier Corral, se sostiene que los criterios elementales que emanaron de esa resolución de la Corte subrayan que la renovación de las concesiones tiene que estar supeditada a un concurso en el que sea evaluado el desempeño de los concesionarios, mismos que deben participar, en igualdad de circunstancias con otros interesados.

Por tal motivo, advierte la Amedi, la iniciativa de Beltrones “contradice la postura de la Corte, que ha señalado que el titular de la concesión podría tener preferencia al momento del refrendo únicamente cuando se presente un equilibrio total o igualdad absoluta en las propuestas de varios de los interesados”.

Por ello juzgaron que la postura de Beltrones es “regresiva” y pretende impulsar un esquema en el que el presunto pago de la contraprestación por la renovación es muy relativo, pues sugieren que se debe tomar en cuenta el valor de los espacios de las estaciones de radio y televisión, mismos que los concesionarios reportan al Estado.

“De prosperar la iniciativa Beltrones, los empresarios de la televisión y la radio no solamente no pagarían por la renovación de sus concesiones, sino además existiría la posibilidad de que el Estado tuviera que pagarles la diferencia entre los derechos de prórroga y el monto de los tiempos estatales que han tenido que abrir para la difusión de los mensajes institucionales.”

Por ello, considera Corral, “el retroceso jurídico y político que esa iniciativa significaría sería descomunal. En vez de empeñarse en congraciarse con las televisoras y cadenas de radio, Beltrones debería cumplir con su obligación para actualizar la estancada e insuficiente legislación y las telecomunicaciones”.

 
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