Usted está aquí: jueves 4 de diciembre de 2008 Economía Antes de rescatar a automotrices se debe demostrar que serán viables: Obama

■ El Congreso estuvo en lo correcto al pedir un plan de restructuración más detallado, dice

Antes de rescatar a automotrices se debe demostrar que serán viables: Obama

■ El presidente electo tiene particular interés en evitar más ejecuciones hipotecarias en EU

Reuters

Ampliar la imagen Un obrero de la planta ensambladora de General Motors en Arlington, Texas, forma parte de una manifestación donde se demanda a legisladores que apoyen la solicitud de ayuda financiera de las compañías automotrices Un obrero de la planta ensambladora de General Motors en Arlington, Texas, forma parte de una manifestación donde se demanda a legisladores que apoyen la solicitud de ayuda financiera de las compañías automotrices Foto: Reuters

Chicago, 3 de noviembre. El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que las fabricantes automotrices presentaron planes de restructuración “más serios”, pero prefirió no opinar hasta que finalicen las audiencias del Congreso en las que se debate si recibirán ayuda financiera. Obama expresó que está revisando si los estadunidenses están obteniendo el máximo rendimiento del paquete de rescate financiero de 700 mil millones de dólares. Además, indicó que tenía particular interés en ayudar a evitar más ejecuciones hipotecarias.

“Mi equipo ha estado revisando con mucho cuidado cómo ha procedido el programa TARP (Programa de alivio de activos con problemas)”, externó en una conferencia de prensa.

“Vemos algunas áreas donde podemos hacerlo mejor en asegurarnos que el dinero es eficiente en reflotar nuestros mercados financieros”, señaló el presidente electo, citando un estudio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental, que encontró errores en el modo en que se ha estado manejando el programa.

En Detroit, el mayor sindicato automotriz de Estados Unidos comunicó que cedería su protección de seguridad de empleo y revisaría un histórico fideicomiso de salud para jubilados, en un gesto que busca ayudar a las compañías automotrices a conseguir asistencia financiera estatal.

El presidente de Trabajadores Automotores Unidos (UAW, por su sigla en inglés), Ron Gettelfinger, agregó que el gremio consideraría otros cambios a los contratos colectivos firmados en 2007 con General Motors Corp, Chrysler y Ford Motor Co.

En tanto, en Washington, la Casa Blanca comunicó que las autoridades estaban comenzando a analizar los planes de restructuración presentados por las automotrices, pero que aún es demasiado pronto para decir cuál será la respuesta del gobierno.

“Es demasiado pronto para decir”, afirmó a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino. “Recién recibimos los resúmenes de estos planes ayer, y los funcionarios de aquí los están analizando, al igual que los del Tesoro y los del Departamento de Comercio”, agregó. Perino indicó que no estaba claro qué apoyo había en el Congreso para que el gobierno ayude a Ford Motor.

Obama, quien asumirá el 20 de enero, afirmó que el Congreso estuvo en lo correcto al pedir un plan de restructuración más detallado antes de debatir un rescate financiero de General Motors, Ford Motor y Chrysler LLC.

“Parece, de acuerdo con los reportes, que esta vez hemos visto que los ejecutivos de estas automotrices están presentando planes más serios”, sostuvo Obama. El presidente electo agregó que cualquier rescate debe “estar basado en evaluaciones realistas sobre lo que será el mercado automotor y un plan realista sobre cómo haremos que estas compañías sean viables a largo plazo”.

Los jefes de las fábricas de autos hablarán ante el Congreso el jueves y viernes. “Prefiero esperar y ver qué se dice específicamente en esas audiencias”, indicó Obama. El rescate a la industria automotriz es uno de los principales problemas que afrontará el nuevo presidente una vez que asuma en medio de la peor crisis económica que atraviesa el país desde la década de 1930.

Las tres grandes automotrices de Estados Unidos dijeron el martes que necesitaban nuevas concesiones sindicales en los planes de restructuración que han presentado al Congreso. A cambio, esperan conseguir un plan de rescate de 34 mil millones de dólares.

Las modificaciones en las condiciones laborales dependen de la ratificación de los miembros del sindicato. Gettelfinger dijo en una rueda de prensa que estas medidas eran “lo que responsablemente hay que hacer”, y que el sindicato está actualmente en discusiones con las empresas para revisar los contratos.

 
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