Usted está aquí: lunes 1 de diciembre de 2008 Opinión Balance de la Jornada

Balance de la Jornada

Marlene Santos Alejo
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■ El Temo se roba la liguilla

Ampliar la imagen Cuauhtémoc Blanco y su clásico festejo, ahora como santista Cuauhtémoc Blanco y su clásico festejo, ahora como santista Foto: Reuters

Al polémico Cuauhtémoc Blanco lo cosieron a patadas unos enardecidos gladiadores y respondió con un penal de manufactura digna de análisis. El jugador de contrahecha figura y de indiscutible clase se desquitó mandando besos al Chacho Coudet y a Víctor Píriz, para ponerlos verdes de coraje. No sólo a ellos, sino al estadio entero que lo bañó de líquidos cuando, con cara de ‘yo no fui’, abandonó la grama del estadio Alfonso Lastras.

El Temo, a sus casi 36 años, es hoy por hoy la figura del futbol de Norteamérica. Los estadunidenses, tan dados a las estadísticas, no se cansan de nominarlo “jugador de la semana”, “jugador del mes”, y apenas en julio pasado fue designado el “jugador más valioso” del partido de estrellas de la MLS. Le bastó un año en el país de las barras y las estrellas para erigirse como el futbolista más rentable y el más taquillero, por encima de la opaca estrella inglesa David Beckham.

Los números realzan su efectividad: siete dianas y 11 pases para gol en 27 partidos, todo un imán de taquilla para los millones de mexicanos que vía el oriundo del barrio de Tlatilco se sienten más cerca del territorio que los vio nacer. Otro dato arroja la mercadotecnia: las playeras más vendidas de la MLS no son las de Beckham, sino la número 10 del Chicago Fire, que ahora suscitó la santosmanía en inesperada versión.

De cara a la semifinal frente a Toluca, la afición mexicana y especialmente la de Torreón podrá disfrutar de al menos otro par de partidos con Blanco, quien encajó perfecto en el esquema de los Guerreros. Y entre más brille el veterano delantero, al América y al Tri de Sven-Goran Eriksson les llueven críticas por su desdén hacia quien todavía es el mejor jugador de nuestro balompié.

Los reconocimientos y halagos le llegan desde otras latitudes. Hay una gran definición esgrimida por Steve Nichol, técnico del Revolution, de Nueva Inglaterra: “Es un jugador fuera de serie. Siempre debes tener alguien a su lado, siendo que tiene una habilidad impresionante para dar un pase o para meter el balón a las redes”.

Tras la eliminación de San Luis, la lógica indica que Toluca, como el segundo mejor clasificado, debería heredar la etiqueta de favorito, pero el auge que cobró Santos le rompió el esquema a toda la liguilla y los laguneros son los señalados al bicampeonato.

Los Diablos Rojos, de la mano del Chepo de la Torre, dejaron fuera a Tecos y se confirmaron como un equipo con gran oficio. En liguillas parece accionar el botón de automático para avanzar sobre un camino muchas veces andado y que se conoce a ciegas. En la cancha hay líderes de gran peso, como Cristante, Sinha y Paulo da Silva, sin descontar la ruda efectividad de un Romagnoli y la bocanada de aire fresco de apellidos Nava y Calderón.

Los Cementeros no dejaron a Pumas salirse del huacal. La jettatura de La Máquina apareció implacable sin importar el hecho de que los auriazules tomaron la delantera en el tablero. El Tuca Ferretti ya puede sumar otra liguilla más a su largo historial. Sin embargo, esta eliminación resultó demasiado frustrante y la UNAM se quedó con las manos vacías, toda vez que también Pumas Morelos, de la primera A, quedó eliminado, pese a haber concluido como líder.

La diferencia en el Pumas-Cementeros radicó en la actitud de los celestes, con más garra y disposición a pelear cada balón, así como los acertados cambios determinados por Benjamín Galindo. Con el empate, el cuadro universitario se echó para atrás y ahí sentenció su debacle, rubricada con el error del portero Sergio Bernal. Atlante tendrá que mejorar mucho si pretende frenar a esta agradable versión del Cruz Azul.

Las llamadas telefónicas, pactos y rumores están en apogeo. El América sigue dando un puntapié a sus símbolos, como acaba de ocurrir con Germán Villa, mientras el arrogante Pelado Díaz ridiculiza al club de Coapa con su abierta devoción por el River Plate. Chivas igual pone en evidencia a un Efraín Flores que de hombre institucional quedó convertido en juguete de Jorge Vergara, como si el estratega no confiara en su indiscutible capacidad.

 
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