Usted está aquí: domingo 30 de noviembre de 2008 Opinión Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

■ El NIC admite el fin del dólar y la globalización

Ampliar la imagen Henry Kissinger, ex jefe de la diplomacia estadunidense Henry Kissinger, ex jefe de la diplomacia estadunidense Foto: Carlos Cisneros

El Consejo de Inteligencia Nacional (NIC, por sus siglas en inglés), que supervisa a los diversos servicios de espionaje de Estados Unidos (EU), publicó su nuevo reporte cuatrianual “Tendencias globales 2025: un mundo transformado”, sobre el probable destino de EU en los próximos 17 años, en el que asienta su decadencia y el doble fin de la globalización y la hegemonía del dólar, en medio de la consolidación del nuevo orden multipolar.

El reporte, dado a conocer por The Washington Times, periódico de extrema derecha vinculado al espionaje bushiano, colisiona frontalmente con su reporte hedonista de hace cuatro años que asentaba el orden unipolar.

Sustenta cuatro tendencias: 1. “El sistema internacional entero” será “revolucionado” por los nuevos jugadores del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que tendrán mayor acceso a la tajada del pastel con nuevas reglas de juego y desafíos; 2. “la transferencia sin precedentes de riqueza de Occidente a Oriente” (nota: la riqueza será “estatal”); 3. “un crecimiento económico sin precedentes acoplado con mil 500 millones de seres humanos más que presionarán los recursos, primordialmente la energía, la comida y el agua, lo que incrementará el espectro de las carencias”, y 4. el potencial de conflicto y turbulencia política en el “Gran Medio Oriente”.

No define las colindancias del “Gran Medio Oriente”, pero cada vez más se adoptan las del ex premier israelí general Ariel Sharon (en estado comatoso), que va en línea horizontal de Marruecos a Cachemira y, en línea vertical, del Cáucaso al cuerno de África.

Este es el cuarto reporte cuatrianual del NIC, dirigido por Thomas Fingar, quien durante una comida en el Washington Institute for Near East Policy comentó que su divulgación coincidía con la transición en la presidencia de EU, por lo que algunos analistas lo han bautizado como la “hoja de ruta” de Obama, a quien le corresponderá la apremiante tarea de administrar la decadencia, para no decir degradación, de la otrora superpotencia unipolar.

En su nueva versión, ahora de enfoque multipolar, el NIC predice el desvanecimiento del dominio económico y militar de EU, y advierte sobre una carrera armamentista nuclear en el Medio Oriente (incluso con guerras nucleares).

Otra transformación fundamental versa sobre la energía, en un contexto de cambio climático, cuando EU ha perdido su hegemonía global al unísono del fin de las reservas disponibles de petróleo. El NIC prácticamente coloca la decadencia de EU a la par de la pérdida de su control sobre los hidrocarburos del planeta (tesis avanzada por Bajo la Lupa).

Cabe señalar la grave equivocación de su reporte de hace cuatro años sobre la energía, cuando aseveró que “existía en el terreno suficiente petróleo para atender la demanda global”, en contraste con el reciente reporte que ubica al mundo “en medio de una transición a combustibles más limpios”.

Afirma que “la transición energética, de los combustibles fósiles a fuentes alternativas, es inevitable” y que “las únicas preguntas son cuándo y cómo ocurrirá tal transición” que “probablemente será en 2025 gracias a una innovación tecnológica que provea una alternativa al petróleo y al gas natural, pero cuya implementación se encuentra atrasada debido a los costos obligados de infraestructura y a la necesidad de un mayor tiempo de remplazo”. ¿Cuál será, entonces, el destino de las depredadoras petroleras Exxon Mobil, Chevron Texaco y Conoco Phillips? ¿Cómo van a reaccionar las potencias petroleras estatales de Rusia y el Golfo Pérsico ante la unilateral transición energética de EU?

Por lo pronto, Henry Kissinger ha invitado a China a crear un acuerdo bilateral sobre energía con EU, que dejaría aisladas a la OPEP y a Rusia, lo que en la práctica significa un sonoro casus belli.

No lo dice el NIC, pero la sombra de la derrota militar del régimen torturador bushiano en Irak, al no haber podido capturar su vellocino de “oro negro”, transformó radicalmente la geopolítica de los hidrocarburos en el mundo.

El NIC desecha la capacidad de la ONU para llenar el vacío dejado por el declive del poder estadunidense y adelanta el fin del dólar y su papel hegemónico, en medio del ascenso del “capitalismo de Estado” que aniquilaría a la globalización: “el nuevo sistema de gestión económica otorgará un papel prominente al Estado. (…) Los países serán atraídos por los modelos de desarrollo alternativos de Rusia y China”, mientras el dólar “podría perder su estatuto de moneda de reserva global sin paralelo, para convertirse en la primera entre iguales, en un mercado de una canasta de divisas que obligará a EU a considerar con mayor cuidado cómo conducir una política exterior que afecte al dólar”. Ni más ni menos que nuestra tesis sobre la multipolaridad de las divisas cuando emerge en forma diáfana que la verdadera hegemonía de EU se centra en su dólar.

De Defensa (21/11/08), centro de pensamiento estratégico europeo, coloca en relieve el rol predominante que otorga el NIC a China y Rusia, y prevé tanto la reunificación de las dos Coreas como la carrera armamentista nuclear en el Medio Oriente. El centro europeo critica los hallazgos “muy convencionales que no aportan ninguna idea nueva” y que soslayan la “dinámica de las relaciones” con Rusia y China.

El rotativo británico The Guardian (21/11/08), muy cercano al primer Gordon Brown, evidencia el “fin de la confianza de EU en sí mismo” y fustiga el previo reporte que aseguraba el “dominio continuo de EU” y la estabilidad energética.

Llama la atención el entierro apresurado que procura el NIC a la Unión Europea (UE), a la que califica de “gigante cojo” para 2025. Está bien que EU se desplome, pero no necesariamente su corolario lleva al colapso similar de la UE que (como se detecta en el reciente acercamiento de Francia, Alemania e Italia con Rusia), muy bien pudiera establecer nuevas alianzas euroasiáticas que no sean exclusivamente nortrasatlánticas.

Julian Borger (The Guardian, 20/11/08) comenta que EU busca situarse como el “primero entre iguales” (primum inter pares) en medio de un mundo “más fluido y equilibrado, que desecha como insostenible la era del unilateralismo bushiano” cuando EU no dispondrá de mayor margen de maniobra “sin el apoyo de asociaciones poderosas (sic)”.¿Quien será el temerario masoquista?

Una grave carencia del reporte, que pasan por alto sus panegiristas y detractores, versa sobre la evaluación rigurosa de las finanzas y la economía estadunidenses.

Será muy interesante revaluar el reporte después de que se asienten tanto el tsunami financiero de EU como el hundimiento de su Titanic económico, con el fin de auditar qué quedó en medio de sus escombros.

 
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