Usted está aquí: domingo 30 de noviembre de 2008 Economía Aumentó en 3 mil 443 mdd el costo de importar alimentos

■ La cifra supera el ingreso de divisas para nuevos proyectos de inversión extranjera

Aumentó en 3 mil 443 mdd el costo de importar alimentos

■ En contraste, los precios internacionales de los granos bajan, con excepción del arroz

Roberto González Amador

El costo para México de la dependencia alimentaria continuó en aumento este año, mientras en el mercado internacional el precio de algunos productos de consumo humano, en especial granos, comenzó a revertir las alzas registradas a partir de 2007, según información oficial.

Entre enero y septiembre de este año la economía mexicana transfirió al exterior divisas por 15 mil 782 millones de dólares para pagar el costo de la importación de alimentos, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Se trata de una cantidad superior en 3 mil 443 millones de dólares a la erogada en el mismo periodo de 2007, lo que representó un incremento de 27.9 por ciento, añadió la información del Inegi.

Mientras, el valor de las exportaciones mexicanas de alimentos fue de 12 mil 87.71 millones de dólares entre enero y septiembre, según el Inegi. De tal forma el déficit de la balanza alimentaria alcanzó 3 mil 694.32 millones de dólares

En términos comparativos, la mayor cantidad de recursos transferida al exterior para atender el déficit alimentario del país superó al ingreso de divisas para financiar nuevos proyectos de inversión extranjera directa, que entre enero y septiembre pasados fue de 3 mil 186.4 millones de dólares, según el Banco de México.

Los cereales constituyen la base de la pirámide alimenticia y es de ese grupo de alimentos del que México es más dependiente, al menos en términos del costo pagado por importarlos.

En los primeros nueve meses del año, la factura pagada al exterior por la importación de cereales alcanzó 3 mil 460.56 millones de dólares, cantidad que representó un incremento de 58.5 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2007, añadió la información del Inegi.

El monto pagado por la compra de cereales en el exterior representa 21.9 por ciento del costo de las importaciones totales de alimentos en el periodo, de acuerdo con la información oficial.

En particular, México transfirió al exterior, en los tres primeros trimestres de este año, mil 861.58 millones de dólares para pagar la compra de maíz, producto con que se elabora la tortilla. Esta suma fue superior en 798.75 millones de dólares a la erogada en igual periodo de 2007, lo que representó un disparo en el costo de 75.1 por ciento.

Por la importación de trigo, el país pagó entre enero y septiembre pasados 976.86 millones de dólares, 64.6 por ciento más que en el periodo comparable de 2007. La factura se incrementó en 383.25 millones de dólares.

En el caso de arroz, las importaciones en los tres primeros trimestres de 2008 alcanzaron 279.6 millones de dólares, 56.2 por ciento más que en 2007; las de sorgo fueron de 235.47 millones de dólares, una disminución de 23 por ciento en términos anuales, y del rubro “otros cereales” el costo fue de 107 millones de dólares, un incremento anualizado de 158 por ciento.

El grupo de alimentos “semillas y frutos oleaginosos” es el segundo en importancia, después de los cereales, en cuanto al costo de importación. Entre enero y septiembre pasados, la factura pagada al exterior por traer estos productos a México fue de 2 mil 597.39 millones de dólares, cantidad mayor en 988.67 millones de dólares a la del mismo periodo de 2007, lo que significó un incremento anualizado de 61.5 por ciento.

Destaca el costo representado por la importación de habas de soya, cuya factura pagada al exterior sumó mil 406.75 millones de dólares en los primeros nueve meses del año, cantidad que representó un incremento anual de 66 por ciento. La compra de semilla de girasol tuvo un costo de importación de 567.19 millones de dólares, 109 por ciento más que el año previo; y las compras de semillas de nabo o colza sumaron 110.63 millones de dólares, 27 por ciento más que el año previo, entre los productos de mayor peso en este grupo.

La importación de carnes y despojos comestibles tuvo un costo, en el periodo de referencia, de 2 mil 450.72 millones de dólares, un incremento de 20.7 por ciento en comparación con los 2 mil 29.61 millones erogados entre enero y septiembre de 2007. Por la compra en el exterior de carne de bovino se pagaron 910.7 millones de dólares, un aumento anual de 18 por ciento; mientras que por carne de cerdo se erogaron 496.19 millones de dólares, 36.7 por ciento más que en 2007. En este grupo destaca también la importación de carnes y despojos de aves de corral, por la que el país pagó una factura de 579 millones de dólares, 19 por ciento más que el año pasado.

El siguiente grupo en importancia, en cuanto al costo pagado por las importaciones, es el de leches, lácteos, huevo y miel. En conjunto, por la compra en el exterior de estos alimentos se transfirieron divisas por mil 221.53 millones de dólares entre enero y septiembre pasados, 11.3 por ciento más que en el periodo comparable de 2007. La mayor porción se concentró en la factura pagada por leche concentrada, con 609.8 millones de dólares, 38 por ciento más que en el ejercicio previo.

La importación de frutas tuvo un costo en los tres primeros trimestres del año de 637.18 millones de dólares, 13 por ciento más que en 2007, y por hortalizas se pagaron al exterior 281.9 millones de dólares, cantidad mayor en 10.7 por ciento, también en términos anuales.

El mayor costo pagado por México para cubrir la factura alimentaria, y en particular por la importación de granos, contrasta con el hecho de que el precio internacional de alimentos se ha ajustado a la baja después de dos años de incremento.

En un informe publicado el 29 de octubre pasado, el Banco de México mencionó que durante el tercer trimestre de 2008 se revirtió la tendencia alcista que habían venido mostrando las cotizaciones de los granos en los mercados internacionales, con excepción del arroz.

Entre julio y septiembre pasados, las cotizaciones del maíz, trigo y soya disminuyeron 23.6, 23.9 y 21.2 por ciento, respectivamente; en tanto que el arroz aumentó 6.5 por ciento, mencionó el banco central.

La disminución en los precios de los granos fue causada por un fortalecimiento de las expectativas de producción, derivada de cosechas más abundantes, tanto en las que ya fueron levantadas como en las que se espera obtener en los siguientes meses, añadió.

 
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