Usted está aquí: viernes 28 de noviembre de 2008 Espectáculos Mi espectáculo es una representación teatral de mi música, dice Madonna

■ Se presentará el sábado y el domingo, con localidades agotadas

Mi espectáculo es una representación teatral de mi música, dice Madonna

Tania Molina Ramírez

Ampliar la imagen Siempre pido que el público llegue a mi espectáculo "con la mente abierta y que lo vea como una celebración del amor, la vida y la humanidad", afirma Madonna. En la imagen, el pasado septiembre cuando arribó al estreno mundial de Rock’n Roll, en Londres Siempre pido que el público llegue a mi espectáculo “con la mente abierta y que lo vea como una celebración del amor, la vida y la humanidad”, afirma Madonna. En la imagen, el pasado septiembre cuando arribó al estreno mundial de Rock’n Roll, en Londres Foto: Ap

“Mi espectáculo no es un concierto, es una representación teatral de mi música, y, como el teatro, plantea preguntas, provoca pensamientos y te lleva por un viaje emocional, retratando el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la alegría y las penas, la redención y la salvación. Cada noche, antes de subirme al escenario digo una oración, no sólo pidiendo que mi show vaya bien, sino también que el público venga con un corazón abierto y una mente abierta, y que lo vea como una celebración del amor, la vida y la humanidad”. Estas fueron las palabras de Madonna en Roma, hace unos años durante una gira.

Y tal vez sean éstas, sus propias palabras, las que mejor describan lo que Madonna ofrece en concierto. Madonna y el enorme equipo del cual ella es el motor.

Madonna, como todo el mundo sabe, es la reina del pop. Pero, dice, “cuando te embarcas en un viaje del alma, hay más en la vida que fama y fortuna, aunque no implica desprenderte del mundo físico, puedes ser sexy, punk rock”, dijo en el documental que acompaña al disco I’m Going to Tell You a Secret (2005). Este es el camino que ha elegido al ser estudiante de Cábala.

“Sé que no soy la mejor cantante, sé que no soy la mejor bailarina, pero eso no me interesa. Me interesa provocar a la gente, ser política”, dijo en el documental Truth or Dare (1991).

Madonna nació en 1958, en Bay City, Michigan. Su madre murió cuando ella tenía cinco años. El golpe la dejó sin poder adaptarse a la nueva estructura familiar. “Meterse en el negocio del espectáculo fue probablemente el lugar que necesitaba para realizar sus necesidades”, dice su padre, de ascendencia italiana, Silvio Ciccone, quien se dedica a la vitivinicultura. Y luego añade: “Fue como un proceso de crecer. En vez de con su familia creció con el mundo”.

Salió de su pueblo, como ella misma dice, ansiosa por llegar a Nueva York y ser una artista.

A principios de los años 80, Madonna quería dominar el mundo. Y lo logró. Y no lo logró. Lo logró si la medida es su éxito comercial a escala mundial.

Pero si lo hubiera logrado, seríamos otro mundo. “Mi onda no es votar por este o aquel, ni apoya tal causa. Mi onda es asumir la responsabilidad de ti mismo y del mundo que te rodea”, dice.

Durante un concierto, Madonna dijo: “Michael (Moore), sé que estás allá fuera, y sólo te quiero decir públicamente que gracias por atreverte a actuar a nuestro nombre, por ir contra el establishment, por darnos más esperanza. El mundo necesita más gente como tú”.

En 1994, la revista George declaró que si fuera presidente, “los maestros ganarían más que las estrellas de cine o los jugadores de basquetbol”.

En 2002, Madonna lanzó American Life, que, un poco al estilo del Born in the USA, de Bruce Springsteen, es un duro cuestionamiento a Estados Unidos. Su representación de la canción en vivo ha causado escándalo: muestra imágenes de guerra, monjas en minifalda, mientras ella canta “me tomo mi soya latte… y ya sabes, estoy satisfecha, manejo mi mini Cooper, y me siento super bien… y tú sabes que estoy satisfecha, hago yoga y pilates… sabes que estoy satisfecha… simplemente vivo el sueño americano, y me acabo de dar cuenta que nada es lo que parece”.

Ha sido acusada de espectáculos inmorales (masturbación, uso “inapropiado” de elementos religiosos, videos con violentas escenas de guerra).

Madonna pasó de ser la chica material (“de verdad que comprar puede alegrar a una chica”, “el dinero hace que la gente se vea hermosa”) a la reflexiva y meditativa mujer de hoy, que parece mucho más preocupada por lo que le rodea (desde el círculo más cercano hasta la humanidad en general) que por ella misma.

En su libro infantil Montonese de Millonese, un viejo sabio dice: “Si compartes lo que tienes y te preocupas por los demás más que por ti, encontrarás la felicidad”.

En la página siguiente dice: “Cuando le digas la verdad a la gente, casi siempre te cerrará la puerta en las narices”.

Hace tres años comenzaba sus conciertos leyendo del Libro de las revelaciones: “Hablo sobre la Bestia, siento que estoy describiendo el mundo hoy. Para mi, la Bestia es el mundo moderno en el que vivimos, el mundo material al cual estamos esclavizados, y que a la larga será nuestra perdición”.

La Cábala, dice “es lo único que me ha funcionado”. Y cita al Rav Ashlag: “La perfección de la humanidad ya existe, nuestra tarea es levantar los velos que nos impiden verla. No tenemos que crear nada, simplemente revelar lo que ya está ahí”.

Y del cambio en su vida: “Digamos que tengo menos altos y bajos… La vida parecía una serie de eventos al azar. Era un poco más descuidada con la gente, y no muy agradable. No extraño ser una idiota. No voy a decir que no me divertí, pero a veces la diversión está demasiado sobrevaluada”.

Madonna la trasgresora, Madonna la reina del sexo, Madonna la autora de libros para niños ha tenido, como ella misma canta, tantas vidas y tantas muertes. “Reinvéntate”, decía la pantalla final en una de sus giras.

Y también Madonna la preocupona, la perfeccionista, la controladora: “¿cuál es la diferencia entre un terrorista y una estrella de pop? Que con el terrorista puedes negociar”, se burla.

“De pronto, en medio de un show, tengo una especie de experiencia fuera del cuerpo y pienso, dios mío, tengo el mejor trabajo del mundo”, cuenta.

“Amo la energía de montar un show en conjunto. Amo la idea de que estamos creando algo juntos. Hay unidad”, dijo.

Antes de subir al escenario, forma un círculo con su equipo y dice una oración. Cada vez es diferente. Varía desde “no voy a reaccionar cuando todos esos japoneses de traje saquen sus blackberries durante una canción, o cuando la gente se vaya por un hot dog mientras toco una balada” hasta “sólo quiero que salgamos y llevemos a la gente a otro lugar y los inspiremos a ser mejores versiones de sí mismos, gracias por estar aquí, salgamos a hacer brillar la luz”.

A celebrar el amor, la vida y la humanidad con la reina.

Madonna se presentará los días 29 y 30 en el Foro Sol. Los boletos, como se sabe, se agotaron en las primeras horas en que se pusieron en venta.

 
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