Usted está aquí: lunes 24 de noviembre de 2008 Opinión Toros difíciles

TOROS

José Cueli

Toros difíciles

¡Ay! Qué poquitos vamos quedando para sacarle sabor al toreo. Qué poquitos vamos quedando para saborear una corrida de toros como las que envió Eduardo Funtanet. No eran toros a la carta propiciadores de las faenitas de la ilusión. Toros para poderles que generaban de salida murmullos de expectación. Buenos mozos, diferentes láminas, cara de pocos amigos, pitones enchinapieles y múltiples dificultades en la lidia.

Toros que se desayunaron a los no tan jóvenes toreros ¿como les iban a dar la lidia adecuada a toros portentosos y difíciles con pocas corridas toreadas o ninguna en el año? Lo mismo Manolo Lizardo, Jorge López o Ismael Rodríguez se vieron por abajo de la técnica y el oficio requeridos para salir airosos de la dura prueba. El valor que exhibieron no fue suficiente con estos toros que vendían cara su muerte.

En especial, llamó la atención un colorado albinegro que mereció los aplausos de los aficionados en su espléndida salida, o la del tercero de la tarde, ovacionado en el arrastre. En el aire de la plaza México se respiraba olor a cornada caliente... De la que se salvó el leonés Ismael Rodríguez en un pequeño descuido. Sin haber faenita de orejita valemadre, la emoción estuvo presente en el coso.

En la mente de los aficionados el recuerdo del rejoneador Eduardo Funtanet, quien perdió la vida hace unos años en este ruedo, en una tarde lluviosa en que su caballo resbaló y sufrió lesiones morales de necesidad. En el redondel los toros de la familia en los que se vivía una hermandad estremecida entre el caballo y el toro, saboreadores del toreo.

 
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