Usted está aquí: lunes 24 de noviembre de 2008 Opinión Tumbando Caña

Tumbando Caña

Ernesto Márquez
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■ El FIP, un festival a la alza

El Festival Internacional de Puebla (FIP), que concluyó ayer, tuvo un desarrollo intenso y emotivo; desde el concierto inaugural de Béla Fleck and The Flecktones en el Museo San Pedro hasta el de Michael Nyman, anoche en el teatro Principal, pasando por el multitudinario de Julieta Venegas en el parque de beisbol Hermanos Serdán, la actuación de los españoles Rosario Flores y Antonio Carmona en el zócalo, la propuesta escénica de la compañía chilena de body percussion Phi y la presencia de la caboverdiana Maria de Barros y el congolense Ricardo Lemwo.

Ellos fueron los puntales de la fiesta, pero en sí todas las jornadas de música, danza, teatro, cine, exposiciones y los infaltables talleres de arte y literatura para niños y adultos, del décimo FIP, se sotuvieron gracias a un público entusiasta que, pese a las bajas temperaturas, acudió en grandes cantidades.

Durante 10 días se vivió una Puebla transformada en eficaz promotora de diferentes disciplinas artísticas. Teatros y plazas estuvieron repletos. Fueron 190 actividades, en las que participaron artistas de 20 países, de otros estados de la República y mucho del talento local.

“Ayuda a la promoción cultural que la mayoría de las actividades sean gratuitas”, dijo María de la Concepción Grieff, catedrática jubilada de la BUAP, con quien coincidí en el concierto de La Serenissima, y que pudo asistir a éste y otros actos por los pases que le dieron en la Secretaría de Cultura del Estado, entidad organizadora.

Mucha gente manifestó beneplácito por tener tal posibilidad. Sin embargo, otros expresaron su descontento ya que, dijeron, “es un festival costoso y no es correcto que se hagan estos gastos en época de crisis”.

El maestro Alejandro Montiel Bonilla, secretario de Cultura y responsable del FIP, destacó el derecho de todo ciudadano a tener libre acceso a la cultura, para luego indicar que los recursos del encuentro provienen del descuento de dos por ciento al salario de la burocracia, más una cantidad asignada por la secretaría a su cargo, el apoyo del Consejo para el Desarrollo Comercial, Industrial y de Servicios del Estado de Puebla, así como lo aportado por autoridades municipales y la comunidad poblana. Por ello el festival no representa una carga al erario. Además, “en cultura no se gasta, se invierte”, señaló el funcionario.

Montiel Bonilla afirmó que “es un festival que va a la alza en cuanto al interés del público, lo que nos obliga a incrementar toda expectativa”.

Explicó que el dispositivo de seguridad desplegado en los actos masivos, con arcos detectores de metal, policías y elementos del Ejército con armas largas, nos dice que se debe al temor que existe por lo sucedido en Morelia. Sin embargo, hasta ayer domingo no se habían reportado incidentes.

Pese a las bajas temperaturas, en el FIP se presentaron el sábado la Compañía Tania Pérez Salas; Celso Piña, el Rebelde del Acordeón; la propuesta músico-escénica de Tiaré Escanda, y los Soneros del Tesechoacan. El grupo Síntesis de Cuba fue uno de los protagonistas de la clausura del encuentro, efectuada ayer.

 
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