Usted está aquí: domingo 23 de noviembre de 2008 Opinión Derrumbe de precios del petróleo

José Antonio Rojas Nieto
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Derrumbe de precios del petróleo

El día 3 de julio de este año, al cierre de las negociaciones en el mercado de Nueva York, el crudo marcador West Texas Intermediate (WTI) registró una cotización de 145.29 dólares por barril (132.71 el barril de nuestra mezcla mexicana de exportación). Ese mismo día, el gas natural de referencia de ese mercado, se cotizó en 13.58 dólares por millón de unidad térmica británica (MMBTU).

Para esas mismas fechas, la cotización semanal del carbón entregado en Rótterdam fue de 217.65 dólares por tonelada métrica. ¿Qué ha pasado de esos días a este viernes? Se desplomaron los precios. Este viernes el barril de WTI se cotizó en 49.93 dólares (34.69 dólares nuestro crudo), 50 dólares por debajo de aquella de julio, la más alta cotización de la historia, tanto en moneda corriente como constante. También este viernes, el gas natural se cotizó en 6.17 dólares por MMBTU, siete dólares menos que aquella alta cotización de julio, en este caso menor, por cierto, a la de otros momentos de elevado pico de precios del gas natural.

Finalmente, el cierre semanal de la tonelada de carbón térmico entregado en Rótterdam fue de 83.02 dólares, ni más ni menos que 135 dólares por debajo de aquella altísima cotización de la primera semana de julio de este año, también la más alta de su historia. ¿Qué significa este desplome de precios en términos de los costos del yacimiento marginal, es decir, de aquel de costos por encima de todos los demás, pero cuya producción es requerida por el nivel de la demanda?

Observemos hoy el caso del petróleo, aunque las observaciones son válidas para el gas natural y el carbón y, en general, todas las mercancías cuya producción depende básicamente de las características naturales de su producción, esencialmente nivel de fertilidad y ubicación respecto de los centros de consumo. Y digo básicamente, porque los adelantos tecnológicos ayudan a modificar las condiciones de explotación de esas características naturales. Bueno, pues hace poco aquí mismo indiqué que para el caso del petróleo WTI, se estiman costos del yacimiento marginal actual en un rango de 55 a 69 dólares por barril (entre 40 y 54 dólares para nuestra mezcla mexicana). Y que estos corresponden a algunos yacimientos en las aguas del Golfo de México (USA offshore, se indica en un reporte del Departamento de Energía de Estados Unidos: Performance Profiles of Major Energy Producers 2006, December 2007).

Por otro lado y con un análisis de la evolución de costos de equipos, componentes y servicios necesarios para la explotación petrolera, varios analistas han presentado niveles de costo un poco mayores, que exigirían precios actuales del orden de los 90 dólares por barril. ¿Cómo interpretar o qué decir frente a precios que ubican el WTI en 50 dólares y nuestra mezcla mexicana en 35 por barril?

Lo primero: así como era improcedente –y sumamente riesgoso, como lo fue- un alto nivel de precios y pese a la importante retracción del consumo mundial de petróleo (se estima que en 2008 y 2009 se consumirán lo mismo que 2007), es insostenible un nivel tan bajo de precios. En promedio, las cotizaciones del WTI no pueden ser inferiores a los 60 dólares –piso conservador– o a los 90 dólares –piso atrevido–. Si, como parece ser, los productores OPEP –casi todos de costos muy pero muy inferiores a los del yacimiento marginal actual– limitan su nivel de producción, el precio deberá andar más próximo a lo que he llamado piso atrevido, es decir, 90 dólares por barril.

Lo segundo: la altísima especulación con futuros del crudo (en general de todas las llamadas commodities que, en parte, nos tienen en esta crisis), exige varios meses de lo que podemos llamar saneamiento del mercado, pues no será posible que en el corto plazo –uno o dos años– los poseedores de futuros de petróleo adquiridos a precios mayores a los actuales, se recuperen. Deberán esperar hasta que los precios se recuperen. Y esto, evidentemente, será una vez que la demanda también se recupere.

El proceso de restablecimiento de cierto equilibrio en los precios será largo. Dos o tres años nos permitirán ver precios más estables. Mientras, hay que ser muy prudentes y moderados con los ingresos petroleros. Eso creo.

 
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