Usted está aquí: jueves 20 de noviembre de 2008 Política Miembro de la Opddic atenta contra la vida de un campesino

■ El intento de homicidio fue encubierto por autoridades

Miembro de la Opddic atenta contra la vida de un campesino

Hermann Bellinghausen (Enviado)

San Cristóbal de las Casas, Chis. 19 de noviembre. La noche del martes se informó que un miembro de la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) emboscó y atacó a tiros a Jerónimo Moreno Demeza, campesino tzeltal de la comunidad Jolamaltzac y miembro de la otra campaña del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el ejido San Sebastián Bachajón, municipio de Chilón.

Moreno Demeza, herido de bala por la espalda, permaneció hospitalizado varios días en Ocosingo. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (CDHFBC) señaló que “el encubrimiento del gobierno del estado permite que la Opddic siga ejerciendo la violencia contra zapatistas y sus simpatizantes”, principalmente en el área de las cascadas de Agua Azul.

Los hechos ocurrieron el 4 de noviembre, aproximadamente a las 6 de la tarde. Moreno Demeza, de 45 años de edad, recibió varios impactos de bala por la espalda por parte de Isaías Moreno Jiménez, identificado como miembro de la Opddic.

En su testimonio, Jerónimo refirió: “Había ido a jugar basquetbol a la cancha de la primaria, cuando terminé me fui caminando hacia mi casa. En el trayecto pasé frente a la casa de Isaías, al que pude ver que salió del monte con un arma de fuego larga. Me dio miedo y salí corriendo porque vi que tenía intenciones de matarme. Intenté escapar en el cafetal de mi hermano Mariano, pero Isaías me persiguió. Aproximadamente a 20 metros, disparó su arma de fuego en varias ocasiones y sentí los impactos en la espalda.

“Quedé tirado, sangrando bastante de la espalda y esta persona pensó que me había matado.” Más tarde, Jerónimo se incorporó y caminó hasta su casa, donde encontró a su esposa.

Los familiares del herido manifiestan que se organizaron para trasladar a Jerónimo al Hospital Rural 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en Ocosingo. Llegaron a las 11 de la noche y fue ingresado al servicio de urgencias hasta las 12 de la noche. Permaneció en tratamiento seis días, por herida de bala en tórax que causó hemotórax.

El CDHFBC destaca que las autoridades del hospital en ningún momento dieron parte a la autoridad ministerial para iniciar las investigaciones correspondientes, lo que por tratarse de una lesión con arma de fuego era su obligación.

Las autoridades de Jolamaltzac, adherentes a la otra campaña, señalaron tener conocimiento de que Moreno Jiménez “es miembro del grupo armado Opddic, de filiación priísta”. Estas autoridades afirman que dicha organización “opera en Jolamaltzac, y tenemos conocimiento que es encabezado y comandado por Jacinto Álvaro Demeza, considerado el líder por los demás miembros de esa organización”. Éstos son: Santiago Moreno Álvaro, Jerónimo Demeza Jiménez, Nicolás Demeza Jiménez, Armando Demeza Méndez, Mariano Moreno Álvaro, Jeremías Álvaro Deara e Isaías Moreno Jiménez.

“Estos señores se reúnen por las noches en lugares clandestinos y al parecer tienen lugar de adiestramiento paramilitar. El grupo sin duda es apoyado y financiado por Antonio Moreno López, presidente municipal de Chilón, priísta, quien pretende imponer por la fuerza un agente rural en nuestra comunidad”.

El 12 de noviembre, Jerónimo y las autoridades comunitarias y ejidales presentaron denuncia penal ante Rodolfo Ocampo Guzmán, fiscal del Ministerio Público de Bachajón, por el delito de tentativa de homicidio en contra de Moreno Jiménez.

El CDHFBC refiere haber “exhortado y exigido constantemente al gobierno del estado que actúe de manera seria y efectiva en la investigación, procesamiento y sanción de los miembros de la Opddic responsables de varias agresiones armadas en los últimos meses contra zapatistas y adherentes de la otra campaña de las comunidades de Chilón”.

Sin embargo, las autoridades ministeriales han sido ineficaces, “incumpliendo su deber de garantizar protección a las víctimas, pues existen órdenes de aprehensión no ejecutadas contra algunos de los agresores, y aprovechando esta cobertura gubernamental han continuado agrediendo y amenazando a las comunidades y pueblos organizados, como lo fue el caso de Ba’yulubmax”.

El centro considera que la negligencia de las autoridades estatales se ha convertido en “un manto de impunidad y permisión para este grupo de corte paramilitar”. Ello evidencia que el gobierno del estado “cumple una función importante en la estrategia de contrainsurgencia que se implementa contra el EZLN, sus bases de apoyo y adherentes de la otra campaña”.

 
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