Usted está aquí: martes 18 de noviembre de 2008 Ciencias Hallan proceso para conocer y tratar el cáncer por mediode la sangre

■ Pequeños sacos formados por los tumores portan su información genética, explican

Hallan proceso para conocer y tratar el cáncer por mediode la sangre

■ “Es un nuevo concepto de comunicación celular que no sabíamos que usaban los tumores”, precisa experta de hospital de Boston

■ Llamados exosomas, contienen fragmentos de ARN

Reuters

Chicago/ Washington, 17 de noviembre. Pequeños sacos que forman las células afectadas y que circulan por la sangre portan información genética del tumor, lo que ofrecería una nueva forma de rastrear y tratar el cáncer, informaron investigadores estadunidenses.

El estudio fue publicado en la revista Nature Cell Biology.

Los sacos “llevan una pequeña pieza de la célula tumoral por el torrente sanguíneo. Si se observan estos sacos, básicamente se sabe qué tipo de mutaciones se presentan en la célula cancerosa”, dijo Xandra Breakefield, del Hospital General de Massachusetts en Boston.

Estos sacos membranosos, llamados exosomas, representan un nuevo modo de obtener información sobre un cáncer, lo que permitiría elegir la mejor terapia disponible, observar cómo responde el paciente al tratamiento y posiblemente brindaría una forma de modificarlo si no funciona, dijo Breakefield.

“Es todo un nuevo concepto de comunicación celular que no sabíamos que usaban los tumores”, indicó Breakefield durante una entrevista telefónica.

La experta manifestó que en la mayoría de los cánceres no hay una buena forma de saber qué mutaciones genéticas presenta el tumor, por lo que se suele tomar una muestra y realizar una biopsia.

Muchos exámenes de sangre actualmente disponibles, como el del antígeno prostático específico o PSA para detectar el cáncer de próstata, simplemente controlan el nivel de una proteína puntual.

Bioindicador

Al emplear los exosomas, los médicos podrían obtener datos específicos sobre el cáncer a partir de una simple muestra de sangre.

“Es un bioindicador sanguíneo”, añadió la autora.

Para el estudio, los investigadores analizaron cuidadosamente el contenido de los exosomas generados por células de gioblastoma, que es una forma de cáncer cerebral agresivo.

Los expertos hallaron en ellos fragmentos del mensajero genético llamado ácido ribononucleico, o ARN, incluidos mensajeros celulares relacionados con el crecimiento de las células, la respuesta inmune y la construcción de vasos sanguíneos.

Cuando el equipo expuso esos exosomas a células normales en el laboratorio, el ARN del tumor emitió su mensaje genético a las células. “Es importante saberlo. No nos habíamos dado cuenta de que tenían esta comunicación externa con su alrededor”, dijo Breakefield.

El equipo también analizó muestras de sangre y tejido de 25 pacientes de cáncer. Halló exosomas en ambos tipos de material.

El primer paso luego de este hallazgo sería desarrollar un test sanguíneo, aunque se cree que también sería posible emplear los exosomas para administrar terapias contra el cáncer.

Descartan propiedades de vitaminas C y E

Por otra parte, un grupo de investigadores de Estados Unidos informó que hombres que tomaban suplementos de vitamina C o E no eran ni más ni menos propensos a desarrollar cáncer que los pacientes que recibían placebo, lo que indica que esos antioxidantes no prevendrían ese mal.

Investigaciones anteriores mostraron que las personas que se alimentaban con dietas ricas en vitaminas E y C tenían menos riesgo de desarrollar cáncer, lo que sugería que los suplementos de esas vitaminas podrían ayudar a prevenir la enfermedad, dijeron los autores.

El nuevo estudio evaluó el riesgo de cáncer en 14 mil 641 médicos estadunidenses que tomaron 400 unidades internacionales (UI de vitamina E cada dos días o una píldora placebo, o 500 miligramos de vitamina C a diario o placebo.

La edad promedio de los participantes era de 64 años al comienzo del estudio, con seguimiento promedio de ocho años.

Consumir las vitaminas no tuvo impacto sobre el riesgo de desarrollar ningún tipo de cáncer, informó el equipo de Howard Sesso, de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham y Mujeres en Boston, en un encuentro de la Asociación Estadunidense de Investigación del Cáncer.

Hace una semana, Sesso señaló en Journal of the American Medical Association que en la misma población de hombres, tomar esas vitaminas tampoco disminuía el riesgo de enfermedad cardiovascular, incluido el ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular.

“Desde nuestro punto de vista, no hay razón convicente para tomar estos suplementos individuales de vitamina E y C”, manifestó Sesso en una entrevista telefónica.

Las vitaminas C y E son antioxidantes, es decir, sustancias que protegerían contra el daño causado por los radicales libres, los cuales pueden perjudicar a las células, a los tejidos y a los órganos.

 
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