Usted está aquí: domingo 16 de noviembre de 2008 Mundo Califica Menem de “persecución” que un juez lo citara por el caso Amia

■ Comparecerán al menos otros cuatro ex funcionarios argentinos

Califica Menem de “persecución” que un juez lo citara por el caso Amia

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 15 de noviembre. El ex presidente y ahora senador Carlos Menem, bajo cuyo primer mandato se produjo el atentado contra la mutual judía (Amia), en el que murieron 85 personas en julio de 1994, calificó de “persecución política” que un juez lo haya citado junto con otros ex funcionarios por “desviar” el curso de la causa que investiga ese trágico hecho.

“La verdad es más fuerte que la inmoralidad y la calumnia”, expresó Menem, quien fue citado por el juez Ariel Lijo para el próximo 9 de diciembre, junto con su hermano Munir Menem, el ex secretario de Inteligencia del Estado (SIDE) Hugo Anzorreguy y el ex juez Juan José Galeano, separado de la causa Amia, por graves irregularidades, las que fueron avaladas por directivos de la poderosa delegación de Asociaciones Israelitas-Argentinas (Daia) y diplomáticos israelíes.

También fueron citados el ex comisario Jorge Palacios, Juan Carlos Anchezar y Carlos Castañeda por supuesta protección e impunidad brindada a uno de los involucrados en la causa.

Lijo ordenó las indagatorias de los citados, a los que acusa “de bloqueo y paralización de las pistas en relación con la conexión local, omitir la persecución de un delincuente y destrucción de pruebas”.

En este caso se refiere a la interrupción de la investigación sobre la supuesta “pista siria”, que apuntaba al ciudadano y comerciante de ese origen Alberto Jacinto Kanoore Edul.

El magistrado basó su decisión en un pedido del fiscal Alberto Nisman, quien les atribuyó diversos delitos.

Kanoore Edul es amigo de los Menem y fue vinculado al atentado por una llamado que habría hecho a Carlos Telleldín, el delincuente que estuvo detenido en esta causa y a quien Galeano pagó unos 400 mil dólares para que acusara a un grupo de policías y a un diplomático iraní.

La investigación por el atentado contra la Amia ha estado bajo severas presiones de la CIA estadunidense y el Mossad israelí para que se acusara a Irán, lo que derivó en irregularidades, desviaciones y acusaciones –sin pruebas reales– contra funcionarios iraníes. Se supone que el 10 de julio de 1994, Telleldín entregó una camioneta Trafic, cuyo motor apareció entre los escombros de la Amia y que los explosivos estaban con el vehículo.

El “abandono” de la línea siria

Según Lijo, “el abandono” de esta línea (siria) en el expediente y “las conductas ilícitas” que se sucedieron tuvieron un punto de partida que fue “una vista que Kanoore Edul padre hizo a la Casa Rosada el primero de agosto de 1994, después de la cual Munir Menem, quien era director de Audiencias, habló en nombre de su hermano “con el juez Juan José Galeano”. De inmediato el juez “detuvo esa línea de investigación”.

Así –sostiene el documento judicial– se evitaba que Kanoore Edul y otras personas, “entre las que se encontraría el ex agregado cultural de Irán Mohsen Rabbani, fueran sometidas a proceso penal”.

Estas mismas instrucciones habrían sido expedidas a “las fuerzas de seguridad e inteligencia” que intervenían en la indagatoria.

A Galeano se imputa buscar “motivos falsos” para interrumpir procedimientos que él ordenó. El ex comisario Palacios habría llamado a Edul el día del atentado y se le imputa “ocultar información que podría incriminar a Kanoore Edul y a su entorno”.

 
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