■ Aguiar Retes rechaza que el papel de la Iglesia se constriña al culto

Critican posturas anticlericales

José Antonio Román

En una fuerte crítica a la pretensión de reducir la misión de la Iglesia católica al culto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, lamentó que los prejuicios y las inercias históricas “permanezcan imbatibles” después de casi dos siglos de separación del Estado.

Al inaugurar la 86 Asamblea Episcopal, ante el pleno de los obispos del país reunidos en la basílica de Guadalupe, expresó: “México se manifiesta sediento de justicia; reclama equidad económica y de oportunidades de educación y empleo; exige ética y moral para evitar la descomposición social, que toca a nuestra puerta; quiere vida, y no muerte; anhela futuro y esperanza”.

Agregó que el tema de la asamblea, que reunirá a los obispos de todo el país durante la semana, es analizar el papel de los laicos en la sociedad, particularmente en los campos de la cultura, la economía, la política y los medios de comunicación.

Esa tarea, añadió, es muy complicada, si se toma en cuenta que México vive aún en un contexto anticlerical y secularizante.

Consideró que cualquier intento por llevar el evangelio a la esfera pública es “intempestivamente rechazado y rápidamente descalificado con frecuentes frases como: ‘la Iglesia quiere de nuevo el poder’, ‘se está violentando el Estado laico’, ‘la Iglesia frena la modernidad y pretende seguir sometiendo a la sociedad’”, entre otros.

Ante más de un centenar de obispos, incluido el nuncio apostólico, Christophe Pierre, y el presidente del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, cardenal Ennio Antonelli, de visita en México, Aguiar Retes aseveró que al enorme reto de evangelizar a la sociedad se añade un contexto muy “adverso”, en el que prevalecen prejuicios y añejas inercias históricas. Pese a ello, afirmó, los valores del evangelio son la respuesta que necesita el país para superar sus enormes problemas.

Casi el final de la misa en la Basílica, el presidente de la CEM, máximo órgano colegiado que reúne a la totalidad de los obispos católicos del país, anunció la incorporación del catolicismo mexicano a la Misión Continental, compromiso asumido hace un año por las 22 conferencias episcopales de América Latina en el Documento de Aparecida, Brasil, cuyo objetivo es relanzar la tarea evangelizadora de la Iglesia en las nuevas circunstancias de la región y del mundo, y de llegar a las personas más alejadas del evangelio.

Luego, en breve conferencia de prensa, acompañado por el nuncio Pierre, Aguiar insistió en los momentos críticos que ha vivido la Iglesia, particularmente durante la guerra cristera de los años 20 del siglo pasado, tras lo cual se limitó su misión y luego se le toleró a la celebración del culto. Es necesario avanzar en la “plena libertad religiosa”, dijo.

Durante todos estos años, abundó, “a quienes integramos la Iglesia católica, que no es solamente su jerarquía, sino también sus feligreses, nos ha costado mucho trabajo redescubrir las raíces católicas de la sociedad, que pueden ser útiles para enfrentar con éxito los retos que se nos presentan como país”.