■ Afirma que es necesaria la intervención del Estado en la economía
La “mano invisible” del mercado ha fallado, acepta Felipe Calderón
México pugnará en la reunión del Grupo de los 20 por una “nueva ingeniería” de los organismos financieros internacionales y por dar una presencia “mucho más equilibrada” a los países en desarrollo en la toma de decisiones.
A cuatro días de su viaje a Washington, donde participará en la cumbre convocada por el presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, con el propósito de analizar la crisis financiera internacional, Calderón dijo que promoverá la aplicación de políticas contracíclicas al estilo mexicano que atenúen los efectos negativos de la recesión.
Las nuevas reglas del sistema financiero mundial deben evitar el uso excesivo o irresponsable de los mecanismos e instrumentos financieros existentes, advirtió.
De visita de trabajo en México, su homólogo de Colombia, Álvaro Uribe, pidió al presidente mexicano ser vocero en el G-20 para que el “mundo democrático de iniciativa privada” rechace contundentemente el capital especulativo.
Improvisada conferencia
En una improvisada conferencia que ambos mandatarios dieron en las escalinatas de la residencia Miguel Alemán, el colombiano también se pronunció por exigir al sistema financiero internacional la reanudación de los flujos de capital hacia las inversiones productivas pendientes en los países desarrollados.
Pidió que no se frene el gasto en favor de los sectores pobres, porque no tienen la culpa de la crisis y, a diferencia de los ricos, que sacrifican un viaje o la adquisición de un vehículo lujoso, están condenados al hambre.
Por la mañana, el michoacano también aludió a la crisis internacional. Reunido con el Centro Mexicano para la Filantropía, retomó el discurso del empresario Manuel Arango para señalar que “la mano invisible” del mercado ha fallado y se requiere la intervención firme y justa del Estado, así como la mano generosa de la sociedad.
Sin embargo, aclaró que eso no implica la destrucción del mercado, sino, por el contrario, fortalecer la libertad y los derechos económicos de las personas y de las empresas.