Usted está aquí: domingo 9 de noviembre de 2008 Cultura Susana Harp reivindica con su canto a la raza negra de la Costa Chica

■ Se presentó en el encuentro cultural y artístico de Acapulco

Susana Harp reivindica con su canto a la raza negra de la Costa Chica

Marisol Wences Mina

Acapulco, Gro., 8 de noviembre. La oaxaqueña Susana Harp subió al escenario, tomó el micrófono y sencillamente cantó con esa voz, mezcla indígena y negra, cabello suelto y acompañada por sus músicos. Entre cada canción llamó al público a reconocer la importancia de la población de origen africano asentada en la Costa Chica oaxaqueña y guerrerense, y al rescate de las tradiciones indígenas, desde su idioma y su música.

La explanada del Fuerte de San Diego estaba llena; las gradas que se colocaron en el adarve de la fortaleza también. La gente coreó las canciones y pidió complacencias. El cierre del concierto, con Pinotepa, de Álvaro Carrillo, provocó que la gente aplaudiera de pie.

Harp interpretó canciones de su conocido repertorio, así como material de su más reciente disco. Abrió la noche con La Martiniana, del fallecido Andrés Henestrosa, quien la compuso en 1932 para su hija Cibeles.

Siguió Tríptico, del juglar juchiteco Gustavo López.

Ataviada con una blusa bordada y una falda verde que cubría sus tobillos, Susana Harp siguió cantando altiva con sus cadenas doradas que sotenían una gran medalla a la usanza de las mujeres de Juchitán, Oaxaca.

Con el acompañamiento de timbales, teclado, guitarra, bajo, percusiones, flauta y cajón de tapeo, Harp cantó también La Sandunga, en español y zapoteco.

Entre las canciones que el público aplaudió más estuvo Negra consentida, de Joaquín Pardavé.

Susana Harp explicó que el disco que actualmente promueve incluye la producción de autores contemporáneos, “aquellos que cantan en bares, en plazas de los pueblos; los que vemos en nuestra cotidianidad allá en el Itsmo de Tehuantepec”.

Asimismo, expresó que aunque los asistentes a su presentación no entendieran la letra de las canciones en mixteco o zapoteco, eso no tenía mayor importancia, pues “la música es universal”.

Enseguida cantó El negro de la costa, del autor cacahuatepense Álvaro Carrillo, interpretación que le valió el apluso del público por ser una de las canciones más populares en Guerrero.

De su disco Fandangos de ébano interpetó Anoche estuve soñando, tema que hace referencia a la raza negra con una metáfora de dos negros y los ojos de una hermosa mujer.

Entre bromas, comentó que el hecho de que Barack Obama haya ganado la elección presidencial en Estados Unidos no fue casualidad.

De allí pasó a la interpetación de sones veracruzanos y después regresó a la Costa Chica para interpretar Mariquita María, un son de artesa.

Harp recibió del alcalde Félix Salgado Macedonio un reconocimiento de granito, con el ideograma del Festival La Nao grabado.

 
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