Usted está aquí: sábado 8 de noviembre de 2008 Cultura Gabriela Fonseca inventa caminos para ampliar el mundo de lo real, explicó Felipe Garrido

■ Presentaron el primer libro de cuentos de la escritora y periodista

Gabriela Fonseca inventa caminos para ampliar el mundo de lo real, explicó Felipe Garrido

Fabiola Palapa Quijas

Ampliar la imagen Gabriela Fonseca (al centro), acompañada por Montserrat Hawayek y Felipe Garrido, durante la presentación de su libro Gabriela Fonseca (al centro), acompañada por Montserrat Hawayek y Felipe Garrido, durante la presentación de su libro Foto: Carlos Cisneros

Como todo lo que existe es parte de la realidad, el libro Los diablos de Teresa y otros relatos es inquietante “al incluir nuestros sueños, temores y visiones; hay ese juego que busca la lectura: enriquecer nuestra experiencia con otras realidades”, señaló el autor y editor, Felipe Garrido, durante la presentación del volumen de cuentos de la escritora y periodista Gabriela Fonseca.

En el espacio de Donceles 66, de la Editorial Jus, Garrido agregó que “cuando una artista como Gabriela decide inventar algunos caminos propios en medio de la realidad, lo que hace es ampliar el mundo de lo real.

“Todos los escritores escriben a partir de la realidad y lo que puede parecernos en ciertos momentos fantasías delirantes surgen de la realidad, ésa es para mi una inmensa curiosidad frente al trabajo de un cuentista, de dónde salen esas historias. Hay autores que primero imaginan el final de la historia y tienen que armar un camino que lleve a ese final.”

Oficio narrativo

A la pregunta de Garrido, la periodista de La Jornada explicó que las historias nacen de un deseo propio o que ha leído; en el caso del cuento Petete y la alquimista “siempre tenía la fantasía, el deseo de tener un niño chiquito que fuera una especie de muñeco, compañero de juegos, un juguete irrompible, un ser en realidad perfecto para toda la vida”.

Petete, en el relato, es un hombre perfecto porque no habla, le gusta leer y hacer el amor, pero no tiene alma. Es la creación de una niña que lo formó a partir de semen de hombre y estiércol de caballo.

El editor señaló que Gabriela Fonseca es una narradora con mucho oficio, porque no cuenta toda la historia antes de tiempo, pues va guardando la información que tiene a lo largo del relato y así mantiene el interés en el libro, además de que en casi todos sus cuentos culmina con una sorpresa.

La decisión del lector

“No estoy seguro –agregó Garrido– qué quiere decir realidad y ficción. Muchas veces he pensado que las cosas son al revés de la fórmula en que solemos plantearlas; creo que la verdadera ficción es la lógica cartesiana, ese es el verdadero invento, porque el mundo es más complicado.

“La gran construcción intelectual, esa manera positiva de representar el mundo, de que sólo existe aquello que nuestros sentidos identifican, eso no existe. Hay otras dimensiones de la realidad, yo diría que todo es la realidad, el sueño es la realidad y la vigilia es la realidad.”

En opinión de Garrido, los cuentos Gloria y El patio se desarrollan en un plano de realidad positiva, ya que en el primero, la protagonista es una prostituta que se enamora de un cliente, mientras en el segundo es la historia de una niña a la que no le agrada la idea de pasar las vacaciones en la casa de su abuela.

Al referirse al texto de Inés, dijo que le fascinó porque finalmente es el lector quien impone el significado. “Los autores escriben, como pueden, y lo ideal es que empiezan a poner sus propios significados, su experiencia de la vida; de esa lectura se pueden hacer diferentes interpretaciones, pues no es el autor quien decide el final del significado del cuento, sino los lectores por esa intención de que todo viene de la realidad”.

Para Monserrat Hawayek, lo fantástico de los cuentos de Gabriela Fonseca se defienden en el mundo real y cotidiano, al evadir lo rutinario y aburrido.

“En Los diablos de Teresa –explicó Hawayek– los relatos enfrentan lo que no es y en muchos yuxtaponen acontecimientos irreales. Es un libro suculento, inquietante y subversivo, ya que su estilo realista contrasta con el contenido fantástico”.

Durante la presentación del primer libro de cuentos de Gabriela Fonseca, que se realizó el miércoles en la antigua casona de Donceles 66, la actriz Mercedes Hernández hizo la lectura del relato Los diablos de Teresa.

Al finalizar el encuentro con sus lectores, la autora firmó algunos ejemplares.

 
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