Usted está aquí: jueves 6 de noviembre de 2008 Capital Colonos de cuatro delegaciones crean frente contra la supervía del poniente

■ “Su realización marcaría el inicio de la privatización de vialidades”

Colonos de cuatro delegaciones crean frente contra la supervía del poniente

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen Vecinos de las colonias San Bernabé, San Jerónimo y Cerro del Judío, de la delegación Magdalena Contreras, durante un bloqueo, en agosto pasado, contra la construcción de la supervía del poniente. Ayer, junto con habitantes de otras delegaciones, marcharon al Zócalo para manifestar su inconformidad con la obra Vecinos de las colonias San Bernabé, San Jerónimo y Cerro del Judío, de la delegación Magdalena Contreras, durante un bloqueo, en agosto pasado, contra la construcción de la supervía del poniente. Ayer, junto con habitantes de otras delegaciones, marcharon al Zócalo para manifestar su inconformidad con la obra Foto: Alfredo Domínguez

Habitantes de las delegaciones Cuajimalpa, Alvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan hicieron frente común para impedir que se desarrolle la supervía del poniente, proyectada por las autoridades del Distrito Federal.

Los colonos hicieron ayer manifiesto su rechazo a esta obra, con dos marchas que partieron a las once de la mañana de las calles Balderas y Bucareli, las cuales confluyeron en el Zócalo, para exigir que se dé marcha atrás a este proyecto, que aseguran, marcará el inicio de un proceso de privatización de vialidades, que sólo beneficiará a la iniciativa privada.

Consideraron que con este proyecto se afectaría más la economía popular en una sociedad, en donde las desigualdades sociales son cada día más acentuadas.

De origen humilde, los inconformes que se han integrado en lo que denominaron Coordinadora Vecinal de Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tlalpan, señalaron que la autovía poniente de cuota Poetas-Luis Cabrera degradará aún más la calidad de vida de los habitantes aledaños al trazo de la misma.

En un pliego petitorio, que leyeron frente a la sede del gobierno capitalino, exhortaron a las autoridades a respetar el tejido social que sus comunidades han ido construyendo durante muchos años y generaciones, tras considerar que esta obra traerá cambios drásticos en su entorno.

Uno de ellos, agregaron, sería un boom en el desarrollo inmobiliario en el surponiente del valle de México, que equivaldría a un genocidio ecológico, por las afectaciones a las zonas de recarga freática y la contaminación al medio ambiente.

También expresaron su temor a que por el trazo de la vía sean afectadas sus viviendas o que aumente el predial, al aumentar la plusvalía en la zona.

Los manifestantes señalaron que han recurrido a la secretarías de Gobierno, Transportes y Vialidad, Desarrollo Urbano y Vivienda, así como a la de Obras y Servicios, para que les informen sobre el citado proyecto vial y sus posibles afectaciones, sin que ninguna autoridad les haya respondido hasta ahora.

 
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