Usted está aquí: martes 4 de noviembre de 2008 Mundo En la pugna por representar “el cambio”, convence más Obama que McCain

■ Viajan los candidatos demócrata y republicano por 10 estados para cerrar campañas

En la pugna por representar “el cambio”, convence más Obama que McCain

■ Calculan que 140 millones de personas acudirán a las urnas en la elección de hoy en EU

David Brooks (Corresponsal)

Ampliar la imagen El demócrata Barack Obama, en su discurso de cierre de campaña en la Universidad de Carolina del Norte El demócrata Barack Obama, en su discurso de cierre de campaña en la Universidad de Carolina del Norte Foto: A

Ampliar la imagen John McCain, en su último acto proselitista en Tampa, Florida. Ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos visitaron ayer más de diez estados del país John McCain, en su último acto proselitista en Tampa, Florida. Ambos candidatos a la presidencia de Estados Unidos visitaron ayer más de diez estados del país Foto: Ap

Nueva York, 3 de noviembre. Los dos candidatos presidenciales atravesaron el país en las últimas 24 horas antes de la elección, en la vuelta final de esta campaña que arrancó hace casi dos años.

Entre los dos viajaron por más de 10 estados este lunes, todos antes considerados territorio republicano, a excepción de uno, ilustrando la dinámica al final de esta contienda con Obama y los demócratas a la ofensiva, lo que obligó a los republicanos a mantenerse en una estrategia en gran medida defensiva.

“Vamos a ganar esta elección”, insistió el republicano John McCain en Florida, antes de tratar de convencer a sus simpatizantes en Tennessee, Pensilvania, Indiana, Nuevo México y Nevada, para descansar esta noche en su estado de Arizona. Con su apuesta de que logrará un triunfo sorprendente en Pensilvania y/u otros estados donde tienen la ventaja los demócratas, McCain recordó que ha logrado sorprender a los expertos en más de en una ocasión durante esta hazaña electoral.

“Estamos a un día de cambiar a Estados Unidos de América”, declaró el demócrata Barack Obama, también en Florida, antes de declarar lo mismo en actos programados en Carolina del Norte y Virginia. Y repitió su advertencia de que sus simpatizantes no se confiaran de que esta contienda ha sido ganada, e instó a trabajar por ello hasta el último momento.

Con casi 90 por ciento de estadunidenses que opina que el país está seriamente descarrilado, los ocho años de George W. Bush han generado un consenso: la urgencia de “un cambio”. Irónicamente, Bush ha logrado cumplir su promesa de hace 8 años de unir al país, casi todos en los dos partidos están unidos en reprobar su presidencia. La pugna entre los candidatos ha sido quién de los dos ha logrado convencer a más gente de que ofrece un “cambio” de lo que todos consideran un desastre en la Casa Blanca.

El afroestadunidense, con más de 7 puntos de ventaja

Según las encuestas hasta hoy, el que ha convencido es Obama. En el promedio de las 14 encuestas nacionales más importantes elaborada por Real Clear Politics, la contienda concluye con una ventaja de Obama de 7.4 puntos (Obama 51.6, McCain 44.2). Pero el dato más importante es la ventaja, según las encuestas, en suficientes estados para ganar la elección: todas las entidades ganadas por el candidato demócrata John Kerry hace cuatro años, más varios estados ganados por George W. Bush en 2004.

Para ganar la presidencia, un candidato debe obtener 270 votos electorales. Obama es favorito en estados con un total de 252 votos electorales (los ganados por Kerry) y goza de una ventaja en por lo menos ocho estados que Bush ganó en 2004. Por ello, con estos cálculos, Obama ganará si sale victorioso, como se espera, en los estados que obtuvo su partido en 2004, más dos o tres de los ganados por Bush la vez pasada. McCain necesita no sólo defender casi todos los estados en los que triunfó Bush, sino sorprender con la victoria en un estado considerado demócrata. Los republicanos están apostando todo en lograr eso en Pensilvania; sin ello, será casi imposible la matemática electoral para McCain.

Así, algunos ya se atreven a suponer que triunfará. La portada de la revista New York ya tiene la imagen de Obama con la fecha de su inauguración; la revista The Economist, tiene en su portada la figura de Obama caminando y titula: “Es hora”. Hasta uno de los más famosos caricaturistas sindicados, Garry Trudeau, cuya tira cómica Doonsbury se publica diariamente en unos mil 400 periódicos, ya envió su colaboración para las ediciones del miércoles donde sus personajes están reaccionando ante el triunfo de Obama (no envió una alterna por si no), poniendo nerviosos a varios editores que están titubeando si publicarla o no.

Antonio González, presidente del Instituto William C. Velásquez, dice a La Jornada que “aparentemente, lo único aún por definir es si Obama tendrá un triunfo sólido o abrumador, y no si ganará o no. Tendría que pasar algo catastrófico para que perdiera, algo así como que no se presente el voto joven, el factor raza sea mucho más sorprendente, o un fraude masivo”.

Pero como comentó un votante de origen dominicano aquí: “dicen que McCain no llegará, pero a mí me preocupa mientras sólo va perdiendo, pero no ha perdido”. Y los republicanos hacen todo lo posible para evitar ese final, buscan sorprender con un triunfo que casi todos los expertos y políticos consideran muy difícil, pero no imposible.

De hecho, se reporta que el margen de ventaja de Obama en algunos estados se ha cerrado en los últimos días, por ejemplo en el estado clave de Pensilvania, donde el demócrata antes contaba con una ventaja de dos dígitos, ahora se ha reducido casi a la mitad, alrededor de 7 puntos. También se ha reducido la diferencia en estados como Virginia, Florida y Ohio, lo que provoca mayor tensión entre algunos.

Cientos de miles de voluntarios de ambas campañas están en intensas operaciones para “sacar el voto”, tocan puertas en barrios, hacen llamadas telefónicas, envían mensajes electrónicos y ponen mayor énfasis en estados considerados claves para determinar el resultado final. Pero en estos esfuerzos, como en otros aspectos de la contienda, el equipo de Obama es muy superior al de McCain en números y en cuanto al empleo de nuevas tecnologías y poderosos aliados.

La central obrera AFL-CIO realizó lo que afirma es la movilización de bases más grande en la historia, con 250 mil voluntarios para promover el voto de más de 13 millones de agremiados en 24 estados importantes. Además, hay organizaciones novedosas como Moveon.org y sus aproximadamente 4 millones de miembros de su comunidad cibernética que también promueven el voto. Jóvenes, organizaciones latinas, asiáticas, y por supuesto afroestadunidenses, pero también decenas de miles de ciudadanos han ofrecido viajar a otros estados para promover el sufragio en favor de Obama.

La campaña de McCain también impulsa el voto a través de las bases de su partido, con diferentes partes del movimiento conservador (evangélicos y otras organizaciones conservadoras) que tratan de convencer a sus filas de un posible milagro, o por lo menos asustarlos con eso de que podría llegar al poder una persona “riesgosa” y muy “liberal” (tal vez un socialista secreto).

Y todo esto se expresa en un nivel de participación que promete romper récord, y tal vez llegar a ser la más grande en la historia. Podrían llegar a votar hasta 140 millones, según algunos cálculos, 20 millones más que hace cuatro años. De hecho, se cree que para esta elección hay 10 millones de nuevos empadronados. La participación masiva amenaza la capacidad de un sistema electoral fragmentado y defectuoso a la hora de registrar y contar el voto.

Al parecer, el sistema no está diseñado para tanta participación en este ejercicio democrático.

 
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