Usted está aquí: miércoles 29 de octubre de 2008 Estados Gastarán $23 millones del erario de Querétaro en hospital de la Iglesia

■ Se duplicó el presupuesto inicialmente calculado para la reconstrucción del inmueble

Gastarán $23 millones del erario de Querétaro en hospital de la Iglesia

■ La administración seguirá a cargo de patronado encabezado por el obispo Mario de Gasperín

■ El centro está fuera de servicio; en junio de 2007 se acordó entregarle equipo de hemodiálisis

Mariana Chávez (Corresponsal)

Ampliar la imagen Aspecto de las obras de remodelación del Hospital del Sagrado Corazón de Jesús, administrado por un patronato que encabeza el obispo Mario de Gasperín, el cual recibirá 23 millones de pesos del ayuntamiento de Querétaro Aspecto de las obras de remodelación del Hospital del Sagrado Corazón de Jesús, administrado por un patronato que encabeza el obispo Mario de Gasperín, el cual recibirá 23 millones de pesos del ayuntamiento de Querétaro Foto: Demián Chávez

Querétaro, Qro., 28 de octubre. El presidente municipal de la capital queretana, el panista Manuel González Valle, autorizó usar 23 millones de pesos para reconstruir el Hospital del Sagrado Corazón de Jesús (HSCJ), administrado por un patronato que preside el obispo Mario de Gasperín Gasperín.

El alcalde rechazó que se apoye con fondos públicos a la diócesis de Querétaro. Aseguró que el ayuntamiento “simple y llanamente” rescatará la infraestructura y que el patronato opera el nosocomio “con fines sociales”.

El 23 de marzo de 2007 González Valle firmó un convenio de colaboración con el Fideicomiso Municipal de Salud, que preside Arturo Borbolla García, y con el patronato del HSCJ, que encabeza De Gasperín, para reconstruir el hospital, con una erogación de 12 millones de pesos; sin embargo, la cantidad se duplicó, según se dijo, por ser un edificio antiguo.

González Valle indicó este martes que el convenio entre el gobierno municipal y el HSCJ es sólo para remodelar la infraestructura, y la administración seguirá a cargo del patronato.

“Estamos rescatando un hospital que nació por decreto presidencial. Los queretanos lo conocemos desde hace décadas. Fue nuestro primer centro de salud, mucho antes de que tuviéramos el Instituto Mexicano del Seguro Social, el hospital general o el centro de salud”, agregó.

Señaló que el inmueble se reconstruirá sin fines de lucro, para atender a “las clases medias bajas. Sería muy lamentable que esto se descontextualizara y se manejara de otra manera”, dijo.

Luis Vázquez Zepeda, titular de la secretaría de obras públicas municipales, indicó que con la remodelación el hospital tendrá consultorios, áreas de emergencia y tres salas: una de operación, otra de expulsión y una de recuperación, con nueve camas.

El 8 de junio de 2007 la Asociación de Asistencia Privada Ale donó al HSCJ seis equipos de hemodiálisis. La presidenta del patronato del DIF municipal, Ana Laura García, atestiguó la firma del convenio.

El HSCJ fue construido en 1892 por decisión del sacerdote Felipe N. Sevilla para atender a enfermos pobres. Empezó a funcionar en 1908 en la zona donde también está el asilo de San Sebastián, fundado por franciscanos.

Según la página electrónica de la diócesis de Querétaro, el 22 de agosto de 1964 el entonces presidente Manuel Ávila Camacho regularizó la personalidad jurídica del nosocomio por 50 años, que vencieron en 1996, y en 1998 Ernesto Zedillo Ponce de León la renovó por tiempo indefinido.

Sin embargo, desde entonces el hospital dejó de operar “por falta de recursos y lo obsoleto del edificio”, excepto el asilo San Sebastián, con capacidad para 32 personas.

La misma página dice que la misión del nosocomio es dar a personas de escasos recursos atención integral “al más bajo costo, sin finalidad de lucro”.

La Jornada preguntó cuánto cuesta una consulta de especialidad en el HSCJ. La persona que atendió la llamada respondió que este centro no da servicio, pero recomendó pedir una cita en el Hospital de la Santa Cruz, privado, que cobra 200 pesos.

Indicó que Javier Backmann Soto fue médico del HSCJ y ahora labora en el hospital privado. Para que se respete la tarifa ofrecida, el paciente debe acudir a las oficinas del asilo San Sebastián por “un pase”.

 
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