Usted está aquí: lunes 27 de octubre de 2008 Opinión Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Ángel Velázquez
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■ El ex procurador, rigurosamente vigilado

■ Un derecho convertido en abuso

Si alguien pensó que el ex procurador de Justicia capitalino, Rodolfo Félix Cárdenas, la pasaba mal después de su salida forzada de la dependencia por el caso News Divine, se equivoca de pe a pa. Y si no, lea usted lo siguiente con cuidado.

Rodolfo Félix, como cualquier otro ex procurador, tiene derecho por ley a contar con servicio de seguridad personal, que puede ser hasta de 16 agentes armados, ocho por cada turno. Esto resulta entendible dada la labor que esos servidores públicos realizan, y el peligro a que se enfrentan después de concluir con el encargo.

Se puede decir, eso sí, que ocho personas dedicadas a la vigilancia de una sola son muchas, demasiados ojos para vigilar cada uno de los movimientos, en este caso, del ex servidor público, pero como siempre, si esto es mucho, el abuso de esa prestación, si así le podemos llamar, se convierte en algo verdaderamente insultante.

No sabemos si por órdenes del jefe de Gobierno o simplemente por abuso de poder el ex procurador cuenta con más de 25 guaruras para vigilarlo. Dicen que viaja en una camioneta llena de agentes y con dos automóviles escolta en la que se transportan los otros. Hay que aclarar que esos más de 25 se dividen en dos turnos. La aclaración, para que no se crea que lo que aquí se escribe es mala leche.

Además, como no es posible que todo ese personal lo vigile por Internet, por ejemplo, tiene a su disposición cinco automóviles y dos camionetas, faltaba más, para no sufrir en caso de un No circula imprevisto. Así que por falta de vigilancia o medios de transporte, el ex procurador no se queja.

Y menos aún sus escoltas, que de un día para otro se convirtieron en policías de alto rango, sin haber sido antes miembros de la judicial del DF, es decir, el buen ex procurador les dio el indicativo plata y oro, que los sube al grado de superagentes. A ese grupo de privilegiados se le conoce con el nombre de grupo Veracruz; nuestras fuentes no saben con certeza de dónde viene tal identificación.

Pero no se puede decir que los beneficios fueron sólo para ese grupo. Durante el tiempo que Félix Cárdenas fungió como procurador, la dependencia otorgó hasta 200 dispensas a policías judiciales, es decir, o se les comisionó para algún trabajo especial, como cuidar a otros ciudadanos en peligro, o simplemente los volvió aviadores, de esos sin avión que aterrizan nada más en las quincenas para cobrar sus sueldos.

Que nadie crea que todo esto ha pasado inadvertido para las autoridades del gobierno de la ciudad. Aunque, como ya dijimos, no estamos ciertos de que Marcelo Ebrard esté enterado de las picardías del ex procurador. Pero quien sí tiene la película bien vista es el contralor Ricardo García Sainz, quien, según se dice, ya tiene un expediente bastante gordo sobre la actuación de Félix Cárdenas

Aunque para ser sinceros habría que decir que no todo ha sido miel sobre hojuelas en el caso del ex procurador. Guillermo Zayas González, a quien él, el mismito Rodolfo Félix envió a la cárcel por el caso News Divine, lo contrademandó y el pasado 5 de septiembre tuvo que responder ante la Fiscalía de Servidores Públicos por las acusaciones en su contra.

Para tal efecto, nombró como su representante a Alejandro Ramírez Verdugo, a quien calificó de “persona de toda su confianza”, el mismo personaje a quien Carlos Ahumada señaló en octubre de 2006, en el juzgado 11 de lo penal, como su “persona de confianza”. ¡Vaya coincidencia!

Por lo pronto, aunque ni todas buenas ni todas malas, Félix Cárdenas, dicen quienes lo ven de cerca, se la pasa cachetona bajo el manto protector del actual procurador o del mismo jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, ¡Qué alguien nos explique!

De pasadita

Dos cosas resaltaron ayer en el mitin al que convocó Andrés Manuel López Obrador. Bueno… tres: la primera es que la explanada del Monumento a la Revolución se llenó de gente tan fresca y tan decidida que parecía que concurría a la primera reunión del año, y nada más cuente cuántas han asistido en la semana.

La segunda: que entre la gente ya hay una separación clara entre lo que es el movimiento que aglutina López Obrador y el PRD. A este partido se le considera ya fuera del PRD.

Y la tercera es el colmo, ya que la misma gente unió la declaración de Vicente Fox: “hay que partirle el queso a López Obrador”, y la de Jesús Ortega, dirigente de Nueva Izquierda: “López Obrador le busca chichis a las víboras”, para señalar que uno (Fox) y el otro (Ortega) son lo mismo. ¡Cuas!

 
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