■ Contenía 10 toneladas de desechos médicos
Hallan en León bodega con residuos peligrosos
León, Gto., 16 de octubre. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró una bodega ubicada en la colonia Industrial de esta ciudad, en la que ilegalmente se almacenaban unas 10 toneladas de residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI).
El delegado de la dependencia en Guanajuato, Fernando Porras Barajas, declaró que es la primera vez en la historia de la entidad que se localiza un depósito de esta magnitud, el cual representa un riesgo para los habitantes de la zona.
En la bodega, ubicada en la calle Cromo número 420 había desechos hospitalarios: sangre, cultivos, tejidos, partes de cuerpo humano, materiales de curación, fluidos corporales, tubos capilares, navajas, lancetas, agujas hipodérmicas, jeringas desechables, bisturís, entre otros objetos.
Debido al riesgo de contraer alguna enfermedad, al menos 20 inspectores de la Profepa, con apoyo de personal de Protección Civil de León, utilizaron trajes especiales para asegurar los RPBI, que llevaban alrededor de dos meses almacenados.
Hay riesgo para la población, porque los residuos biológicos deben almacenarse en ambientes con temperaturas máximas de 4 grados centígrados, para que los microrganismos no puedan desarrollarse, explicó Porras Barajas. “Estamos ante un desequilibrio porque no es correcto tener estos residuos en estas condiciones”, agregó.
El funcionario estimó que en el inmueble había desechos generados en un lapso de dos meses de al menos seis hospitales grandes.
Por ese motivo, dijo que la Profepa interpondrá una denuncia ante la Procuraduría General de República (PGR), porque el acopio ilegal de los RPBI es un delito grave que se castiga hasta con nueve años de prisión.
De llegar a localizar a los responsables de almacenar ilegalmente los residuos, la Profepa les aplicaría una multa de entre 20 mil y 50 mil salarios mínimos del Distrito Federal.
El director de Protección Civil de León, Blas Brandy, informó que el personal a su cargo colaboró para trasladar los RPBI a una incineradora de la ciudad de Celaya.