Usted está aquí: viernes 17 de octubre de 2008 Estados Llegan a Ecatepec madres de migrantes desaparecidos

■ Se ignora el paradero de 4 mil centroamericanos, señala sacerdote

Llegan a Ecatepec madres de migrantes desaparecidos

Javier Salinas y Silvia Chávez (Corresponsales)

Ampliar la imagen Madres de migrantes centroamericanos desaparecidos durante su recorrido por México visitaron la vieja estación ferroviaria de Lechería, estado de  Mexico, para hablar con los indocumentados que esperan el tren. En la imagen, Emeteria Martínez, de 70 años, sostiene un retrato de su hija Ada Marlén, de quien no ha vuelto a saber hace 20 años, cuando partió hacia Estados Unidos y dejó a dos hijos Madres de migrantes centroamericanos desaparecidos durante su recorrido por México visitaron la vieja estación ferroviaria de Lechería, estado de Mexico, para hablar con los indocumentados que esperan el tren. En la imagen, Emeteria Martínez, de 70 años, sostiene un retrato de su hija Ada Marlén, de quien no ha vuelto a saber hace 20 años, cuando partió hacia Estados Unidos y dejó a dos hijos Foto: Alfredo Domínguez

Ampliar la imagen Modesta Hernández se aferra a la esperanza de volver a saber de su hijo Efrén, quien se fue de Honduras hace tres años Modesta Hernández se aferra a la esperanza de volver a saber de su hijo Efrén, quien se fue de Honduras hace tres años Foto: Alfredo Domínguez

Ecatepec, Méx., 16 de octubre. Catorce madres de familia integrantes de la Red de Comité de Migrantes y Familias de Honduras emprendieron el domingo pasado la Caravana de madres hondureñas, que busca a 589 ciudadanos de ese país (441 hombres y 148 mujeres) que desaparecieron en su camino a Estados Unidos o de cuyo paradero no se tienen noticias desde hace varios años.

La caravana, que arribó este jueves a Ecatepec, informó que obtuvo informes de 15 migrantes que residen en Chiapas, pero no fue posible contactarlos porque tenían que seguir su periplo. El domingo las mujeres arribarán al Distrito Federal.

Emeteria Martínez Corea busca a su hija Ada Marlén Ortiz, quien junto con otra mujer dejó su país hace 20 años con sólo 600 lempiras (moneda hondureña) y dos mudas de ropa.

Ada Marlén, en aquel entonces de 17 años, hacía trabajos domésticos para mantener a sus dos hijos, a quienes dejó al cuidado de Emeteria, de 70 años, quien no ha vuelto a tener noticias.

“El 24 de septiembre llegó una muchacha. Me dijo que la vio y platicó con ella.” Sin embargo, ante la imposibilidad de contactarla, decidió ir en su búsqueda.

Malvia Elizabeth Rivas Galindo, representante de la Red de Comité de Migrantes y Familias de Honduras, dijo que a estos migrantes “los llamamos desaparecidos porque no hay comunicación con sus familiares, pero sabemos que no llegaron a Estados Unidos, porque las últimas llamadas que realizaron provenían de algún lugar de México”.

Rivas Galindo refirió que la caravana se preparó durante un año y que para los hondureños obtener una visa mexicana es tan difícil como conseguir una estadunidense. Además, “nuestro gobierno tenía programados 15 millones de pesos para migrantes. Solicitamos cinco por ciento de ese dinero para nuestra causa, y no nos lo dieron”. Sólo han recibido apoyo de organizaciones civiles y católicas.

Para el sacerdote hondureño Luis Ángel Nieto, representante de la organización Nuestros Lazos de Sangre, al menos 4 mil migrantes centroamericanos están desaparecidos.

Las integrantes de la caravana realizaron un acto en la explanada del palacio municipal de Ecatepec. Las acompañaron la activista Elvira Arellano y el visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) José Juan Hernández Martínez. También visitaron la estación Lechería del tren suburbano, el penal de Chiconautla y la Casa del Migrante.

Hernández Martínez, visitador adjunto de la Codhem, informó que la zona aledaña a las vías férreas que cruzan Tultitlán, Cuautitlán, Coyotepec y Apaxco, de entre 12 y 15 kilómetros, se ha transformado en una franja de alto riesgo para cientos de centroamericanos indocumentados.

El organismo, dijo, ha documentado 70 casos de robo, secuestro y abuso sexual contra los migrantes, delitos que quedaron impunes por falta de ratificación de las demandas penales.

Lo que más preocupa, dijo, son los enganchadores que ofrecen alojamiento a los migrantes, pero los secuestran y piden dinero a sus familiares.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.