Usted está aquí: jueves 16 de octubre de 2008 Economía Banorte tendrá buenas utilidades, pese a la crisis

Entrevista a Alejandro Valenzuela, Director general de GFNorte

Banorte tendrá buenas utilidades, pese a la crisis

El escenario negativo empeoró en las últimas dos semanas

El Grupo Financiero Banorte estuvo expuesto a un “ataque especulativo” que provocó la baja en el precio de sus acciones, la cual se atribuye a versiones de que la institución era uno de los acreedores de Comercial Mexicana, que se declaró en concurso mercantil

Roberto González Amador

Ampliar la imagen El director general de Banorte, Alejandro Valenzuela, en entrevista con La Jornada en sus oficinas en Santa Fe El director general de Banorte, Alejandro Valenzuela, en entrevista con La Jornada en sus oficinas en Santa Fe Foto: Guillermo Sologuren

El efecto de la desaceleración en el ritmo de la actividad económica comenzó a reflejarse en que algunas empresas decidieron posponer proyectos de inversión. “La realidad económica viene empeorando”, afirmó Alejandro Valenzuela, director general del Grupo Financiero Banorte (GFNorte). Esa institución, la única de capital mexicano estuvo expuesta, como dice, “a un ataque especulativo” la semana pasada, que provocó la caída en el precio de su acción. Al paso de los días, destacó, la situación ha retornado a la normalidad. “El banco es sólido y aun en el difícil entorno va a reportar buenas utilidades en el tercer trimestre”, aseguró. “Es y seguirá en manos mexicanas”, añadió en una entrevista con La Jornada.

La causa de la reciente caída en el precio de la acción de Banorte es atribuida a información de la semana pasada de que la institución era uno de los acreedores, con mil millones de pesos, de Comercial Mexicana, empresa que se declaró en concurso mercantil por no poder hacer frente a sus compromisos. Los créditos del banco a la firma comercial representan 0.4 por ciento de su cartera total de préstamos. Las acciones del banco mexicano cerraron ayer en 22.93 pesos, 10 por ciento menos que el día anterior. En el último año, acumulan una depreciación de 48.9 por ciento y en los pasados siete días de 4.1 por ciento.

–¿Cómo cambiaron las condiciones de operación de Banorte en los últimos días?

–Banorte se ha dedicado a dar créditos al consumo, a las pequeñas y medianas empresas y al sector agropecuario. También hemos estado muy cercanos en estos días a los gobiernos federal, estatal y municipal. Realmente no somos un banco que haya estado muy cercano a los corporativos. Hemos dado financiamiento a las cadenas productivas, a la actividad real de la economía: En ningún momento nos hemos dedicado al financiamiento especulativo.

“El caso de Comercial Mexicana fue una empresa, sigue siendo una empresa perfectamente viable, es un magnífico negocio, pero a final de cuentas en sus tesorería tomaron una serie de instrumentos derivados que a la luz de lo que le pasó al peso, los afectó de manera muy importante”.

Un caso parecido fue el de Grupo Maseca, el principal fabricante de harina de maíz en México. Tiene el mismo presidente que Banorte, el empresario Roberto González Barrera, que también es accionista mayoritario en ambas compañías. Gruma es deudor de Banorte.

“En los casos de Banorte y Gruma, las empresas se manejan de manera totalmente aislada e independiente, de tal suerte que somos uno de los bancos más pequeños de Gruma; se dio una serie de rumores de que Banorte estaba muy involucrado. Pero la cartera del banco está muy diversificada. Gruma y Comercial Mexicana, juntas, representan 0.55 por ciento de los créditos del banco”, agregó.

–¿Son las únicas dos empresas, del total de los clientes del banco, en que hubo problemas?

–Así es. En ninguno de los 30 acreditados importantes que tenemos existe una problemática. La institución está sólida.

–¿Banorte también tenía una posición en bonos de Lehmann Brothers (el banco de inversión que quebró el 15 de septiembre)?

–Tenía bonos por 27 millones de dólares. Cuando Lehmann quebró nos vimos en la obligación de tomar ese impacto. Ya quedó reflejado en nuestros resultados del tercer trimestre, que serán publicados la próxima semana, y que van a ser resultados muy positivos, que van a dejar claro que el banco sigue generando buenos resultados. Han sido impactos y no podemos minimizarlos, duelen, pero a final de cuentas en toda la gama son lo suficientemente pequeños para absorberlos de manera inmediata. Van a afectar las utilidades, pero a final de cuenta no ponen ni remotamente en riesgo a la institución.

Clientes postergan proyectos de inversión

–¿Se observa alguna disminución en el financiamiento?

–En los últimos 10 días sí hemos recibido llamadas de algunos clientes que están postergando algunos proyectos de inversión. Ya veíamos un escenario negativo, pero en las últimas dos semanas esto se empeoró de manera muy acentuada y ha llevado a varios de nuestros clientes a llamarnos y decirnos que están revaluando sus proyectos. Y a la luz de ello nosotros seguiremos ajustándonos. Hoy por hoy, la captación sigue creciendo y también la colocación. Obviamente a menores ritmos, la economía mexicana se está desacelerando. Pero el bajo nivel de penetración financiera que hay en México nos permite sortear este temporal con mucho mayor margen de maniobra del que hubiese tenido el país en el pasado. Una buena coordinación entre los bancos y autoridades para estar mejor parados en todos estos vaivenes en los mercados financieros.

Más cautela

–¿El banco reducirá su oferta de crédito?

–Yo lo llamaría que hay más cautela en términos generales. En nuestro caso hemos seguido trabajando a un ritmo muy similar. A esta semana, las cosas siguen en buena lid, pero no podemos estar distantes de una realidad que se viene empeorando de manera muy acelerada.

“El banco sigue en manos de mexicanos, no hay ningún plan, ninguna necesidad de hablar de otra cosa. El equipo es muy profesional, es un grupo de directivos de grandes conocedores del sistema financiero. Han vivido muchas crisis y las han sorteado muy bien. En 1995 fue el único banco que quedó en manos de mexicanos”.

–En estos días Banorte reveló información sobre sus exposiciones al riesgo, pero otros bancos que operan en el país no lo han hecho. ¿Siente que hay una desventaja, que hay inequidades?

–Más que equitativas, las cosas son como son. Una institución que es mexicana, que cotiza en la Bolsa Mexicana y tiene que presentar sus resultados aquí, mientras que una europea, americana o canadiense, presenta sus resultados en sus países respectivos. La única diferencia es que probablemente se pierda la noción de lo que pasa en un país en particular con respecto a todos los resultados a nivel mundial. Y creo que eso ha sido una queja de la autoridad mexicana de tiempo atrás, pero la gran diferencia es que cuando publicamos se sabe perfectamente dónde estamos parados. La transparencia es absoluta, porque somos mexicanos y nuestro trabajo se hace aquí.

–¿Es una desventaja?

–Lo voy a ver más como oportunidad. Para nosotros México tiene muchas complejidades por el tamaño del país, pero a final de cuentas aquí estamos ubicados y haciendo las cosas. Puede darse el caso de que algunas instituciones tengan que retraer el crédito por la cuestión mundial. Y en ese momento Banorte puede tener la posibilidad de participar de manera más proactiva en el mercado mexicano.

 
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