Usted está aquí: miércoles 15 de octubre de 2008 Deportes Reconocimiento a ciclistas de los JO de 68

■ Placa en honor a Brito, Alcántara y Treviño

Reconocimiento a ciclistas de los JO de 68

Abril del Río

En un acto sin público, ni siquiera allegados al ciclismo, fueron reconocidos algunos pedalistas que representaron al país en los Juegos Olímpicos de México 68, como parte de los festejos que esta semana se realizan en el Comité Olímpico Mexicano (COM).

Acompañado de unos cuantos de sus colaboradores cercanos, Felipe Muñoz Kapamas, titular del COM, develó una placa al lado del velódromo del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM0, en la que se recuerda a Jacinto Brito, Agustín Alcántara y Radamés Treviño, tres ciclistas que perdieron la vida en accidentes relacionados con este deporte.

El Pájaro Brito, preseleccionado en la prueba de persecución por equipos, falleció horas después de sufrir una fuerte caída durante la preparación rumbo a la justa olímpica, el 1º de septiembre de 1968, cuando se armó un nudo entre sus compañeros y perdió el control en el peralte.

Treviño, como uno de los mejores exponentes en ruta, fue atropellado en la Vuelta de la Juventud 1970, mientras Alcántara, quien ya había dejado la jaca dirigía al equipo mexicano en la edición 1978 de la Vuelta a Cuba, salió proyectado de la camioneta de asistencia y se estrelló contra el pavimento.

Si bien el acto duró escasos minutos para los dirigentes del COM, en el lugar permanecieron los pedalistas del 68 que volvieron a verse: Jesús Sarabia, quien compitió en ruta; Guillermo Mendoza y Julio Munguía, que compartieron el tándem, y en el recuerdo de su hermano, Roberto Brito, quien también fue ciclista.

A 40 años de la experiencia olímpica, Mendoza y Murguía, ahora compadres, recordaron con gran sentido del humor la manera en que fueron eliminados en el primer heat, ante quienes ganarían la medalla de oro, los franceses Pierre Trentin y Daniel Menlon.

Esa ha sido la única intervención de México en la prueba de bicicleta con doble asiento, de la que Mendoza recuerda: “Julio llevaba el timón y yo sólo cerraba los ojos. Eramos muy mexicanos, habíamos salido del IPN y estábamos con los del 68. Aunque nos concentrábamos en nuestro deporte”.

Del 2 de octubre recordaron que se les ocurrió dejar el CDOM para “asomarse a ver qué sucedía, pero sólo llegamos hasta La Normal, donde los granaderos, al ver que éramos deportistas, nos dijeron que mejor diéramos marcha atrás, porque se iba a poner difícil. Hoy es grato estar aquí”.

 
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