Sigue la crisis en el Cereso de Zacetecas
Zacatecas, Zac., 13 de octubre. Este lunes continuó el motín que reos del Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta capital iniciaron la madrugada del domingo, a pesar de que el gobierno del estado aseguró ayer en un comunicado que la revuelta estaba controlada.
Los casi 400 policías antimotines que ingresaron al penal el domingo comenzaron a salir ayer alrededor de las 17 horas, luego de un intento fallido por disolver la riña con gases lacrimógenos y toletes.
Este lunes, policías reconocieron que más de 800 reos, armados con piedras y palos, los obligaron a replegarse en dos ocasiones y mantienen el control del penal, ubicado en la comunidad de Cieneguillas, a cinco kilómetros de la ciudad de Zacatecas. Los internos también quemaron colchones en los patios del reclusorio durante la noche del domingo.
Un grupo de reos contrario al de los organizadores del motín aprovechó la salida de los policías para ingresar al área de juzgados, donde rompieron puertas y ventanas, y quemaron un número no determinado de archivos.
Los reos del primer grupo exigen que cambien las autoridades del penal, a las que acusan de estar coludidas con “grupos internos de poder” y de permitir que los 18 “coordinadores de población” reciban órdenes de aquéllos.
El gobierno estatal admitió el domingo que la disputa se debió a que “un grupo de reos se inconformó con otro que se encuentra en el área de separos”. Estos últimos presuntamente pertenecen a Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo.
Al amanecer de este lunes, centenares de policías antimotines de los municipios de Zacatecas, Guadalupe, Morelos, Trancoso y Calera, así como policías ministeriales y de la estatal preventiva, fueron llamados de nueva cuenta al penal. Los soldados que estuvieron el domingo no regresaron.
Alrededor de las 11 horas, los policías antimotines se enfrentaron con los reos, pero no los sometieron. “Está muy pesado el asunto. Los reos tienen barricadas con todo tipo de cosas y tanques de gas butano. Dicen que los van a hacer explotar si insistimos en detenerlos”, confió un policía.
Siete presos subieron a la azotea de los dormitorios, desde donde mostraron una manta que decia: “Zetas no, prensa sí”.