■ Reunió a quienes han sido sus fans por cuatro décadas

El Tri festejó con la raza en una tocada de cinco horas

Arturo Cruz Bárcenas

El 12 de octubre, El Tri celebró con la raza, con sus iguales, con el pueblo de tres generaciones que se han convertido en chavos de onda, sus “primeros” 40 años de historia, con un concierto que duró cinco horas, en el Palacio de los Deportes, donde Alex Lora los concitó e invitó a brincar y recordar con sentimiento cuando estaban en la secundaria.

Es difícil pensar en otro artista en México y en el mundo que mantenga durante cinco horas la atención del público, aunque a miles se les fue el “último metro”.

Antes, a las seis de la tarde, los miles de trisoleros salían de la estación Velódromo y en largas filas se enfilaban hacia las puertas del domo de cobre de Churubusco y Añil. Eran recibidos por la raza vendedora que les ofrecían playeras de 50 pesos, tazas del recuerdo del mismo precio, discos viejos del Tri, de los de acetato.

Se acercaban las siete de la noche y ya adentro del palacio la concurrencia exigía que comenzara la tocada. Puntuales aparecieron los músicos. Las notas de El boggie del Tri fueron una chispa que encendió los ánimos. Sin más, siguieron con Las víctimas de News Divine, Ya estamos hartos y la potente Virgen Morena.

Aparecen Sergio Mancera y el Papayo, quienes con el grupo se revientan El rocanrol nunca muere.

Otro sujeto, con sombrero como para ir de safari, lentes azules a lo Janis, abrazaba a su novia. “¿De a cómo las cervezas? Ya, ¿cómo que a 60 pesos?” Aun así, compra dos chelas, una para él y la otra para su valedor. A lo largo del toquín irán y vendrán por más.

Lalo Tex se reventó los dedos en Cuando tú no estás. Celso Piña hizo sentir la fuerza del acordeón vallenatero, regio, en Santa Martha.

Llegó Souza, otro ex trisolero. Pobres de los niños habla de una realidad, de muchos de los asistentes.

Lora dijo que le extraña que a esas alturas no le hayan mentado a su jefecita. Un coro de 10 mil lo complace. Soñador marcó un momento para desgañitarse. Entraron Guillermo Briseño y Charly Montana para reventarse No le hagas caso a tus papás. Por la brincadera el palacio se movió como si ocurriera un temblor. Pamela con Old Days. Chamín Correa se lució con un requintazo. Levario cantó Esclavo del rocanrol. Sabo Romo destacó en Violencia, drogas y sexo. Llegó la nostalgia con rolas de los Rolling Stones: Ella es como el arcoiris, Jack el saltarín, Satisfaction, con la locura de Los Ratones paranoicos. Molotov encendió la chispa en Perro negro. El Haragán con Lora, en un dueto de ensueño, en Oye cantinero. Con Transmetal, Next e Isis El Tri se escuchó pesado, denso, duro. Entraron los skatos de Sekta Core. Miguel Ríos y su Sábado en la noche.

Alex se despidió con Triste canción y Todo por el rocanrol.

Fueron 57 canciones en cinco horas que resumieron 40 años de El Tri de México.