14 de octubre de 2008     Número 13

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

1er ANIVERSARIO

Algacultura: fuente sustentable de bioenergía

Ámsterdam.- La algacultura es un concepto que deberá ser familiar en el futuro en el mundo entero, pues implica la tecnología más sustentable –en términos económicos y ambientales— para la producción de bioenergía.

En Holanda la empresa Ingrepro, nacida en 2001, es líder en la producción de algas de alto rendimiento en estanques, en dos instalaciones que cubren 15 mil metros cuadrados. Con el concepto power farm, propicia el uso de desperdicios orgánicos para alimentar algas, y con ello purifica fuentes y arroyos de agua para la agricultura y captura CO2 a gran escala. Y las algas son “sacrificadas” para generar aceites Omega 3 para la alimentación humana, pigmentos, ácidos, vitaminas, antibióticos para la avicultura y rumiantes y aditivos para la industria del huevo y de la leche, además de biodiesel.

Carel Callenbach, director de Ingrepro, comentó que la empresa procesa anualmente 80 toneladas de algas y un 15 por ciento está dedicado a generar aceites; después de la refinación se decide qué va a biodiesel y qué se aplica a otros usos, dependiendo de la calidad. “Estamos en un momento de acumulación de experiencia y en un proceso de reducción de costos. La técnica con algas no es sólo importante, sino necesaria: la soya (hoy importante materia prima para biodiesel) debe usarse para la alimentación de las personas; las algas son la mejor opción para producir biodiesel, representan el futuro”.

La Universidad de Wageningen investiga sobre el tema. En su publicación Science for impact, establece que “algunas variedades de algas almacenan aceite hasta en 40 por ciento del peso de sus cuerpos (...) El rendimiento de biodiesel de una hectárea de alga bajo cultivo podría ser seis veces superior a la de una hectárea de cultivos agrícolas. Además las algas no requieren fertilizantes debido a que los nutrientes de una generación de algas pueden ser reutilizados por la siguiente”. (Lourdes Edith Rudiño).

Holanda

Las tecnologías verdes de una potencia agrícola

Lourdes Edith Rudiño

Ámsterdam.- Con una superficie de apenas 41 mil kilómetros, Holanda se afianza como potencia agrícola líder y no sólo porque sus exportaciones de materias primas y alimentos procesados –por 50 mil millones de euros (unos 775 mil millones de pesos)— ocupan el segundo lugar en el orbe después de las de Estados Unidos, sino porque, con visión de largo plazo, está generando día a día tecnología que eleva productividad, que intensifica la agricultura, pero que al mismo tiempo preserva el medio ambiente; esto es interioriza los costos ecológicos.

Holanda se caracteriza por sus molinos de viento, sus flores, su leche y quesos, sus paisajes de tulipanes, pero no todos saben que este país ha alcanzado rendimientos agrícolas pico, 2.5 superiores respecto de los demás miembros de la Unión Europea (UE) gracias en buena parte a sus invernaderos, ni tampoco que hoy –en el marco de la Política Agrícola Común de la UE )— enfoca sus baterías y subsidios a una visión integral de agricultura-naturaleza, y tiene en marcha procesos que convierten desechos agrícolas y excrementos de pollos y vacas en energía, además de que está comprometido con la llamada tercera generación de biocombustibles, esto es el uso de algas marinas para producir biodiesel, lo cual deja atrás la cuestionada utilización de cultivos propios para la alimentación como la soya o la palma de aceite e incluso el maíz.

Tierra preciada. La ministra de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria, Gerda Verburg, explica: el excelente estado de la producción en los campos de Holanda “se debe a que los campesinos tienen predios pequeños y una ambición grande. La agricultura debe ser extremadamente eficiente, pues las áreas rurales están siempre cercanas a las grandes ciudades, y tenemos que tomar decisiones acerca del uso de cada metro cuadrado, si permanece en la agricultura o la horticultura, o se utiliza para construir casas, empresas o infraestructura. La tierra es muy cara, cada hectárea se cotiza en 60 mil euros (930 mil pesos), y en el caso de las tierras dedicadas a la horticultura el precio es tres o cinco veces superior (...) Por eso estamos en un constante cambio y trabajamos para el futuro, para que la producción sea eficiente y cien por ciento sostenible”.

Energía sustentable . La funcionaria inauguró en septiembre una planta que produce energía eléctrica renovable a base de excremento y desechos de la avicultura (440 mil toneladas previstas por año) y que atenderá las necesidades de 90 mil hogares. La planta, que costó 150 millones de euros y es una asociación de las empresas Delta, Dep y Zlto y de la Agencia de Energía y Medio Ambiente de Austria, es la más grande de su tipo en el mundo y la primera de gran escala en el continente europeo. Recibirá los desechos de una cooperativa de 629 avicultores de la zona sur de Holanda, y convertirá en negocio lo que antes era un problema ecológico y económico. La industria avícola holandesa genera 1.2 millones de toneladas anuales de excrementos y hasta ahora 800 mil toneladas eran enviadas al exterior a un alto precio.

Nij Bosma Zathe es una granja lechera propiedad de la Universidad de Wageningen, y ubicada en Leeuwarden, la zona de mayor producción de leche del país. Allí se tiene un centro de investigación que brinda servicios a los productores y que genera biogas y bioenergía a partir del excremento de su hato de 200 vacas. Produce alrededor de dos millones de kilovatios que en breve comenzará a vender a un complejo habitacional de 800 casas que se instalará a cinco kilómetros de distancia. Sus procesos son “verdes”, pues hay círculos virtuosos que permiten la emisión neutral o cero de contaminantes y gases de efecto invernadero (por ejemplo el calor que resulta en la producción del biogas se utiliza para calentar el excremento y eliminar sus bacterias, sin utilizar energía de otra fuente). Hay unas 50 instalaciones de este tipo en Holanda, y el Estado subsidia con 9.7 centavos de euro cada kilovatio.


FOTO: B en U Diemen, Ministerio de Relaciones Exteriores de Holanda

El país tiene una política de largo plazo para 2007-13 que subsidia con unos 5.5 mil millones de euros en todo el periodo el “presupuesto para el área rural”, lo cual implica naturaleza, recreación, paisaje y agricultura, así como “estímulos para la vitalidad socioeconómica del campo”. El recurso está comprometido en casi el 50 por ciento a actividades que preserven el medio ambiente.

Exclusivamente en investigación enfocada a transformación de desechos en energía, agricultura orgánica, ahorro de energía en invernaderos (esto es medio ambiente) junto con calidad y seguridad alimentaria, el Ministerio de Agricultura gasta 300 millones de euros, además de otros 600 millones que están dedicados a la Universidad de Wageningen y su centro de investigación, orientados a la agricultura nacional y mundial.

Tomates y truchas. Así –de la misma forma que Holanda hoy es líder en el comercio agrícola, debido a su eficiencia productiva, pero también a que es punto de entrada de productos del exterior que luego reexporta, como plantas y flores de Sudamérica, pues aprovecha su excelente logística carretera, de trenes y marítima incluido el puerto de Rótterdam–, el país se está destacando por la proliferación de tecnologías que hacen “neutral” la producción agrícola en sus efectos ambientales.

Una muestra está en procesos de investigación que desarrollan dentro de invernaderos (financiados por empresas grandes y pequeñas), como la producción de tomates, combinada con la de truchas de acuacultura. El agua que éstas últimas desechan –con nutrientes minerales— se utiliza en el riego de los tomates. Así, lo que podría ser un desperdicio se transforma en un insumo “gratuito”. Y con gran potencial, pues Holanda cuenta con 10 mil hectáreas de producción de hortalizas bajo invernaderos (de un total de superficie agrícola y hortícola de 3.2 millones), y ya en éstos hay procesos sustentables, como el hecho de que 98 por ciento de su producción ocurre con procesos biológicos de control de plagas, esto es la ausencia de agroquímicos gracias al uso de insectos como abejas que neutralizan a las plagas.

Biotecnología, en discusión

Ámsterdam.- Si bien Holanda hoy tiene cero cultivos transgénicos en su territorio, hay voces influyentes que consideran necesario darle apertura a esta tecnología y promoverla a escala global, dadas las previsiones para el 2050 en que la población mundial sumará entre nueve y diez mil millones de personas, y que el potencial de demanda de alimentos superará la tasa de crecimiento demográfico dado que los países en desarrollo tenderán a acercarse a los consumos per cápita de las naciones ricas.

Así se observó en diversos escenarios, durante una gira de prensa internacional organizada por el Ministerio de Economía de Holanda.

Huub Löffler, académico de la Universidad de Wageningen, señaló que la demanda de alimentos por parte de humanos y animales se duplicará en 2050, y es muy improbable que puedan incrementarse suficientemente las superficies agrícolas, debido a razones tales como la creciente urbanización, la limitada disponibilidad de agua y la desertificación.

Hay que considerar, dijo, que el consumo de kilocalorías per cápita (por vía de cereales, aceites y grasas, productos de origen animal, azúcar, semillas y frutas y vegetales) suma dos mil 656 en los países en desarrollo y éstos tienden a acercarse a los tres mil 319 que cada persona consume en las naciones industrializadas.

Así, el reto global es elevar lo más posible los rendimientos por hectárea (hay potencial para subir la productividad en cereales de 3.1 toneladas por hectárea hoy a 5.3 en 2050), y sobre todo incorporar “innovaciones”, como la llamada bio-refinería (la cual implica producir dentro de las plantas bioenergía, productos farmacéuticos, fibras y proteínas) y los alimentos genéticamente modificados, además de sistemas eficientes de transporte y almacenamiento, asuntos en los que Wageningen está investigando.

La ministra de Agricultura, Gerda Verburg, señaló que ella ha pedido a sus símiles en la Unión Europea discutir el tema de transgénicos poniendo en la mesa los factores positivos y negativos; hacer un balance de forma transparente y tomar decisiones. “Y si decimos no, expresar también qué tipo de posibilidades perdemos (...) Si estamos discutiendo la crisis alimentaria global y las posibilidades de producción en el mundo, tal vez podamos desarrollar cultivos (modificados) con mayores rendimientos, nutrientes y proteínas (...) Debemos ser muy honestos al ver los efectos en el medio ambiente, y salud de personas y animales”.

Nico Koomen, presidente del Consejo Hortícola de Holanda, dijo que, tal como ocurre con el petróleo, el aumento previsto en la producción mundial de alimentos será menor que el de la demanda, por lo cual los precios agrícolas encarecidos no recuperarán sus niveles previos (los de dos años atrás), y “la tecnología (incluidos los transgénicos) puede contribuir considerablemente” a enfrentar el problema.

Señaló que el panorama crítico obliga a varias decisiones y políticas nacionales sobre todo en los países en desarrollo, por ejemplo establecerse la meta de la autosuficiencia; valorar más adecuadamente a los agricultores, “tanto en estatus como en recompensas económicas y financieras”, y propiciar precios justos para los alimentos que están subvaluados.

(Lourdes Edith Rudiño)

África importa lo que come y produce lo que no come: Kofi Annan

Del total de 37 países que más duramente han sido golpeados por la crisis alimentaria, 21 son africanos, a decir de Kofi Annan, ex secretario de las Naciones Unidas, y hoy impulsor de la estrategia Alianza para la Revolución Verde en África (AGRA, por sus siglas en inglés). Y es que según él, los campesinos de ese continente “son los únicos que toman solos los riesgos” (o más bien “las únicas”, porque destaca que son mujeres las más presentes en la agricultura): “no tienen acceso a capital, a seguros ni a soportes de precio, y la ayuda pública que reciben es pequeña o nula, pues el costo del abandono de muchos años que ha sufrido la agricultura ha sido alto (...) los gobiernos desatendieron al campo muchas veces comprometidos con políticas equivocadas de instituciones multilaterales, tales como los programas de ajuste estructural del Banco Mundial”.

Así, lejos de resultarles en bonanza, los precios altos de los alimentos están generando más hambre en África y particularmente en el medio rural, que es muy pobre.

Kofi Annan dictó en septiembre una conferencia al iniciar el año académico de la Universidad de Wageningen, en Holanda, y afirmó que parte clave de la estrategia africana para afrontar la crisis, dentro de la AGRA , es el compromiso de varias universidades del continente para mejorar y desarrollar variedades de alto rendimiento de los cultivos propios, como el mijo, el sorgo, el arroz, la cassava y la cowpea, “productos que tal vez muchos ni siquiera habían escuchado antes, pero que nosotros comemos (...) África llegó a producir cosas que no come y a importar lo que sí come, y ése no es un modelo sostenible”.

Educación, clave. Para Annan, es claro que el crecimiento económico de África depende en gran medida de que la agricultura salga del atolladero, y en especial los campesinos de pequeña escala, quienes tienen una hectárea o menos cada uno. Además de fortalecer la educación y la investigación en cultivos originarios, AGRA está financiando un programa para la mejora de suelos en 6 millones de hectáreas, que implica el uso de fertilizantes orgánicos y minerales. Y es que el continente, con 75 por ciento de sus tierras agrícolas degradadas, tiene un rendimiento promedio de sólo una tonelada por hectárea, contra 3.2 mundial y contra el potencial de más de seis que se conoce.

“El éxito de este proceso dependerá de la disponibilidad del fertilizante y que su uso sea sostenible en términos ecológicos. Los productores de África usan sólo una décima parte de fertilizantes del promedio mundial. Y frecuentemente deben pagar hasta seis veces el precio global de este insumo, lo cual es crítico hoy en que este precio se ha triplicado. Hemos visto productores que sólo siembran una fracción de sus terrenos debido a que no pueden pagar el fertilizante a pesar de tener la necesidad de alimentar a sus familias”.

El plan busca que los países de África se asocien para comprar juntos fertilizantes a bajo costo; también que los gobiernos inviertan en infraestructura para facilitar el transporte y distribución de estos insumos y para desarrollar las capacidades nacionales de producción de los fertilizantes. Kofi Annan propone además “subsidios inteligentes” para que los campesinos puedan comprarlos.

Escasez de insumos y suelos degradados. Annan delineó el perfil de los productores de pequeña escala de África: sus suelos son pobres, con infestación de plagas y con lluvias inciertas; sólo cinco por ciento de su tierra es de riego; no están en condición de adquirir fertilizantes o semillas mejoradas; carecen de mercados para trasladar sus cosechas al mercado; no pueden beneficiarse de los altos precios de los alimentos (a pesar de que los básicos se encarecieron al consumidor en 50 por ciento este año); cuando se agotan sus inventarios, deben pagar más caros los alimentos y se limitan comprando poco. La crisis alimentaria ha venido a agudizar calamidades que ya antes sufrían, con hambruna extendida por décadas, con 200 millones de personas en el continente subalimentadas y un incremento de 12 por ciento en los cinco años recientes de los niños con peso inferior al normal. Además sufren falta de servicios: sólo 20 por ciento de la población rural tiene acceso a la electricidad. Y para colmo, el calentamiento global incremente tanto sequías como inundaciones.

La estrategia de AGRA recibe recursos de instancias tales como el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo el Programa Mundial de Alimentación, la Corporación Reto del Milenio de Estados Unidos y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, y busca el apoyo financiero de países desarrollados –“el cual está muy rezagado”– para que así África pueda acercarse a la dinámica de otros países que están enfrentando la crisis global alimentaria –“pues desde Beijing hasta Berlín, se está invirtiendo en la agricultura, buscando caminos para ayudar a sus agricultores a mejorar la productividad y asegurar precios razonables para los alimentos”, y África está en desventaja pues su producción per cápita de alimentos tiende a la baja.

En AGRA, señala Annan, “estamos trabajando en programas innovadores de financiamiento” que en principio acelerarán el acceso a créditos a 2.5 millones de campesinos y 15 mil negocios agrícolas en Kenia y Tanzania. Asimismo AGRA prevé establecer “estaciones de mejoramiento de plantas” en cada zona agrícola, fortalecer los sistemas de extensionismo, impulsar los sistemas de multiplicación y distribución de semillas, establecer redes para la entrega de insumos a productores ubicados en lugares remotos, y otras líneas más que tienen que ver con el uso del agua, el almacenaje de alimentos, el procesamiento y el desarrollo de mercados (LER).

Ecuador

Defienden la Cordillera del Cóndor

  • Habla Ángel Nantip, responsable de relaciones internacionales de la Nación Shuar

El pueblo Shuar, una de las más de 14 etnias de Ecuador, sabe que es rico –“nuestras tierras, colindantes con la Cordillera del Cóndor, son altamente biodiversas, y tenemos capacidad para lograr la autosuficiencia alimentaria”— y con esa convicción quiere defender su autonomía, su autogobierno, y le resulta prioritario cerrar el paso a trasnacionales mineras que amenazan dañar el medio ambiente y la disponibilidad de agua pura.

Ángel Nantip Wanit, responsable de relaciones internacionales de la Nación Shuar , precisa que esta comunidad indígena ubicada en la Amazonía Ecuatoriana , en el centro-sur del país, suma cien mil habitantes –sin contar los que están en el sur, en Perú— y desde el año 2000 se autodefinió como territorio autónomo.

Los Shuar aspiraban a que el gobierno de Rafael Correa cumpliera sus promesas de campaña –como el reconocimiento de su autonomía como una circunscripción más de las que ya existen (provincias, cantones, parroquias), así como la eliminación de concesiones a las inversionistas mineros–, pero no ha sido así y por tanto se sienten decepcionados.

“Queremos hacer nuestra propia economía, conservando 90 por ciento de la Cordillera del Cóndor y usando 10 por ciento para la producción agrícola (...) Así como en México tienen la milpa, nosotros tenemos la huerta o ‘aja' que es un espacio para el muticultivo –es como tener un supermercado propio–; todavía no estamos en capacidad de trabajar para el mercado pero sí para el autoconsumo (...) no queremos que nos consideren pobres: tenemos tierra, sistemas de producción propios, sin fertilizantes y tecnología ancestral; el gobierno ofrece un bono de 30 dólares mensuales por pobre, que no sirve ni para comprar media canasta básica (...) Los Shuar no queremos pescado, sino poder pescar y por eso queremos la autonomía de nuestro territorio, y preservar los bosques y el agua pura de la cordillera, pues no queremos agua potable, que contiene cloro y no sabemos qué efectos pueda tener sobre el organismo, y no queremos alimentos de fuera, pues no sabemos cómo están procesados”.

Los Shuar están buscando el diálogo con el gobierno para defender “no una autonomía administrativa, sino el derecho territorial, pues así podremos hacer lo que queramos: producir y compartir con los demás, pues somos comunidad”, y están hoy enfocados a utilizar todos los recursos legales disponibles para impedir que las mineras se instalen en su territorio, pues estas compañías –que en el pasado reciente han protagonizado conflictos violentos con la población en la región de la Amazonía y que en 2006 fueron expulsadas de las tierras de los Shuar– han hecho cambios de razón social, de gerentes y de “relacionadores comunitarios”, promueven el concepto de “minería responsable” y en apariencia han convencido al gobierno, el cual dice: “la minería va, porque va”.

Las mineras, de origen estadounidense y canadiense, son Aurelian; Ecsa –que antes se llamó Ecuacorrientes y Lowell Mineral Exploration— y Billington –que antes fue Río Amarillo y Gimsa–. “Ecsa nos dice que es responsable porque abre el cráter en un punto específico y extrae el oro sin afectar el medio ambiente, la cultura o el agua. Pero no explica cómo controla el cianuro, o el derrame de mercurio que es algo que escapa y es muy contaminante (...) Nosotros decimos que debemos preservar la Cordillera del Cóndor para bien del país y del mundo, pues las cordilleras hoy son una de las pocas fuentes disponibles de agua pura”.

En el referéndum que realizó el gobierno federal el 28 de septiembre sobre la generación de una nueva Constitución Política del país –la cual pretende oficialmente desterrar el modelo neoliberal–, los Shuar escribieron debajo de la boleta que “vamos a continuar luchando por las propuestas que no han sido consideradas”, como es la autonomía, y el no a las mineras.

Ángel Nantip dictó una conferencia en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Allí comentó que su nación indígena tiene ya un “Plan de vida” de largo plazo (algo así como un plan de gobierno), así como un código civil, normas propias y ha puesto en marcha sistemas propios de educación y de salud. “Queremos que nuestros hijos aprendan de acuerdo con nuestras costumbres, nuestra forma de vivir, de pensar. A nosotros no nos interesa la moneda, pues ésta no sirve para comerse; no le apostamos a las monedas extranjeras; no nos interesa acumular riquezas, no sabríamos qué hacer con ellas; en cuanto a la salud, no descartamos la medicina farmacéutica, pero sabemos que no todo lo que ofrece es útil para el ser humano; preferimos usar las plantas directamente” (Lourdes Edith Rudiño).

Centroamérica

La Vía Campesina : “Los agro negocios se ocupan de la exportación, los campesinos de la alimentación”

Pablo Francisco Sigüenza


ILUSTRACIÓN: Shalini / Vía Campesina

“Es la hora de La Vía Campesina ”, es una consigna que se escucha en el mundo entero. La Vía Campesina es un movimiento internacional de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, mujeres rurales, indígenas, gente sin tierra, jóvenes rurales y trabajadores agrícolas. Las organizaciones que la forman provienen de 56 países de Asia, África, Europa y el continente Americano. Desde 1993 ha unificado las voces campesinas que insisten en que la solución de los principales problemas actuales y futuros de la humanidad está lejos del modelo de desarrollo capitalista, apartada de la acumulación, la especulación financiera y la explotación del hombre por el hombre.

Modelo alternativo. La consigna en mención no pretende, de manera arrogante, ser verdad absoluta. Es un esfuerzo por compartir con la sociedad global y los tomadores de decisiones en cada país que hay alternativas concretas a las crisis del sistema, por ejemplo en el área de la alimentación y el desarrollo. Para enfrentar el problema del hambre y la desnutrición, los grupos campesinos han planteado aplicar los principios y valores que recoge el concepto de soberanía alimentaria, pues define un modelo económico con otras formas de producción, distribución y consumo a partir de realidades locales y basado en concepciones del mundo que respetan al ser humano y la naturaleza como fundamento de la vida en armonía.

Del 24 al 26 de septiembre se realizó en Ciudad de Guatemala la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria Integral y Soberanía Alimentaria, con representantes de La Vía Campesina de Centroamérica y aportes del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano. El evento se constituyó como un espacio para intercambiar experiencias, generar propuestas y estrategias de lucha. Una idea principal de los debates fue que mientras los agro negocios impulsados por grandes corporaciones se ocupan de las exportaciones, el sector campesino se ocupa de la alimentación. Tres cuartas partes del maíz para el consumo guatemalteco son aún producidos por manos campesinas en pequeñas parcelas de trabajo. Con el uso de tierras aptas para la producción de maíz que actualmente están ociosas o subutilizadas podría el país recuperar el estatus de autoabastecimiento del grano y deshacerse de la dependencia alimentaria que nos hace vulnerables a las fluctuaciones internacionales del precio de los granos básicos.

Para ello es necesario darle el valor que tiene y que merece a la producción campesina y el Estado debe facilitar al pequeño productor el acceso a medios de producción: tierra, tecnología apropiada, crédito, canales de comercialización e infraestructura básica de producción y poscosecha. Todo esto es lo incluye la propuesta de reforma agraria integral de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) y es parte de los planteamientos de La Vía Campesina.

El problema de los agrocombustibles. Un tema recurrente en la Conferencia fue la amenaza real que proviene del avance vertiginoso de compra, renta y despojo de tierras para el cultivo de caña de azúcar y palma africana para producir agrocombustibles, en detrimento de la producción campesina. Un reciente estudio del Instituto de Estudios Agrarios y Rurales plantea que además del daño que estos cultivos extensivos han causado a la población rural en sus formas de vida y sustento, generan menos empleo que la agricultura familiar campesina, no producen riqueza territorial ni promueven desarrollo.

Ante la avanzada capitalista y el evidente daño que ese modelo causa a la sociedad y la naturaleza a escala planetaria, los planteamientos de La Vía Campesina deben ser tomados en cuenta y puestos en práctica cuando aún es tiempo de enmendar el camino de autodestrucción que la especie humana está recorriendo.

Guatemala

Hacia una Ley de Desarrollo Rural Integral

Fernando Alonzo

En Guatemala la población rural se estima en 53.9 por ciento y el índice de Gini en la concentración y propiedad de la tierra llega a 0.84. Con datos como éstos comienza la exposición de motivos del anteproyecto de Ley de Desarrollo Rural Integral que representa el esfuerzo de organizaciones indígenas y campesinas, como la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, Plataforma Agraria, CNP-Tierra, así como otras de la sociedad civil, como CONGCOOP, Fundación Guillermo Toriello, Asociaciones Ambientalistas y el partido político Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

En diciembre de 2007 el ahora presidente Álvaro Colom, asumió, con organizaciones indígenas, campesinas y de la sociedad civil, el compromiso de formular y promulgar la política y la ley de desarrollo rural integral en consulta con el movimiento popular.

Resolver la inseguridad alimentaria. A más de diez años de la Firma de la Paz que significó el fin del conflicto armado, pero que en términos estructurales no ha motivado cambios sustantivos respecto de la estructura agraria y rural, en abril de 2008 el gobierno federal signó con la Alianza para el Desarrollo Rural Integral y otras organizaciones sociales el Acuerdo Marco para el Proceso de Diálogo por el Desarrollo Rural Integral y la Resolución de la Conflictividad Agraria , donde se establecieron como objetivos:

a) Impulsar las políticas públicas, las transformaciones institucionales y las reformas legales que sean necesarias para alcanzar el desarrollo rural integral.

b) Establecer las condiciones legales, administrativas y políticas para resolver la conflictividad agraria, la inseguridad alimentaria y nutricional y el irrespeto de los derechos laborales en el campo, prestando especial atención al goce pleno de los derechos de las mujeres, de las comunidades indígenas y demás grupos sociales en situación de pobreza.

c) Desarrollar instrumentos institucionales y financieros para impulsar, en el área rural, políticas públicas de acceso a la tierra y recursos productivos, de fomento productivo, generación de empleo y dinamización de las economías campesinas e indígenas.

Después de casi cinco meses de discusión, se tiene como producto una propuesta donde se visualiza el desarrollo rural integral como “un avance progresivo de cambio hacia una vida digna y justa en lo social, lo político, lo cultural, ambiental y espiritual, como derecho inherente a la persona, a la comunidad y a la sociedad rural, que implica la participación ciudadana en las decisiones y en los beneficios de los procesos socioeconómicos, el ejercicio de su identidad genérica, cultural e ideológica”.

Contraproyecto. El anteproyecto tiene como opositores a quienes detentan el poder real en Guatemala, los cuales pretende introducir la denominada Ley Marco de Desarrollo Rural, de corte empresarial, orientada a la agro exportación, que estaría dejando de lado la histórica demanda de los pueblos y las comunidades indígenas y campesinas de acceso a una vida con equidad, digna y decorosa.

La tarea ahora es por la aprobación de la propuesta campesina en el parlamento y la asignación de los recursos necesarios en el presupuesto de la nación. Aun cuando hay que esperar a que la ley entre a discusión legislativa el próximo año, la política de desarrollo rural que el gobierno está formulando en diálogo con el sector social contiene varios de los elementos incluidos en la propuesta de ley, por lo que asignarle recursos a la política y sus programas es el principal objetivo de las organizaciones campesinas en el corto plazo, pues ésta contempla el fomento decidido a la producción campesina de granos básicos y otros alimentos.

Investigador del Instituto de Estudios Agrarios y Rurales (Idear)

¿Guerrero sin hambre?

  • Haciendo que el Presupuesto Especial Concurrente sea concurrente

Lourdes Edith Rudiño

Con su estrategia “Guerrero sin Hambre”, esta entidad del sur intenta desde 2006 fortalecer y hacer eficiente el presupuesto destinado a la población altamente marginada, de forma tal que los recursos asistencialistas de Oportunidades se transformen en fomento productivo para el traspatio, para la seguridad alimentaria familiar, y que interactúen con micro financiamientos y con montos del Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) y del ProÁrbol aplicados en capacitación, asistencia técnica, organización y preservación del medio ambiente.

En entrevista, Armando Ríos Piter, secretario de Desarrollo Rural de Guerrero, afirmó que las circunstancias actuales, de alimentos encarecidos y preocupación social por el calentamiento global y la seguridad pública, son propicias para reforzar esa estrategia, la cual revalora a los pobres rurales –muchos de los cuales se sienten relegados del proyecto nacional–, dotándolos de apoyos integrales para que produzcan sus propios alimentos y así contribuyan a reducir el déficit en la balanza comercial, y al mismo tiempo salvaguarden bosques, agua y suelos y formen una coraza contra el narcotráfico y la siembra de estupefacientes. “Ellos deben estar al frente de esta batalla nacional”.

En Guerrero 80 por ciento de los productores agrícolas son de alta marginación, de pequeña escala, enfocados al autoconsumo, con rezagos tecnológicos, y sin acceso a mercados completos de financiamiento y de insumos, además de que sufren una pobreza estructural, por falta de caminos y de acceso a escuelas y a servicios de salud.

Estas personas ocupan la mitad de sus ingresos en la compra de alimentos, y 30 o 35 por ciento de esos ingresos provienen de transferencias gubernamentales, de forma destacada Oportunidades (programa que en muchas localidades de Guerrero atiende al total de la población). Así, se observa que Oportunidades sufre un efecto “aspiradora”, pues tal como entra, sale; se usa para comprar alimentos que ni siquiera están procesados, como pollo, rábanos, hortalizas, y que vienen de mercados aledaños. “De cada 10 marranos que se come Guerrero sólo cuatro se producen en el estado, y en pollos, más o menos 3.5 de cada diez (...) La región de La Montaña es satisfecha por alimentos que llegan de Puebla; partes de Tierra Caliente son abastecidas por Michoacán, y partes de la zona norte se atienden con alimentos de Morelos”.

PESA y ProÁrbol . Ríos Piter comentó que, por gestiones conjuntas de Oaxaca, Guerrero y Chiapas ante la Cámara de Diputados, se logró etiquetar 187 millones de pesos en 2007 y 300 millones en 2008 para cada estado del PESA, que es una estrategia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aplicada vía presupuestos de la Secretaría de Agricultura. “Antes de ello Guerrero sólo recibía cinco millones del PESA. Nuestra apuesta para 2009 es que la cifra llegue a 450 millones”. Y también se etiquetaron 250 millones para cada estado tanto en 2007 como en 2008 provenientes del ProÁrbol (en sus líneas de generación de microplasma, plantas, conservación y reforestación). Y para 2009 se aspira a 300 millones para cada una de las tres entidades. Los recursos se aplican entonces de forma entrecruzada, esto es haciendo que los principios del Presupuesto Especial Concurrente (PEC), de interacción de los recursos aplicados por diversas secretarías sean efectivos a nivel familiar, aunque a nivel nacional el PEC sea una simple manifestación contable.

Aprovechar el potencial .“Atendemos a estas localidades de manera masificada e intensiva, con lo que reconvertimos los programas que son de asistencia en programas de fondo productivo, pues estos campesinos tienen posibilidades de mejorar su producción de alimentos; no pensamos que sea algo superlativo, pero sí que la participación agrícola en los ingresos familiares suba de 10 a 20 por ciento, y que disminuyan sus erogaciones por alimentos, considerando que éstos se volvieron caros”.

Las líneas de acción de Guerrero sin Hambre son cinco: 1.- buscar que las familias rurales alcancen la autosuficiencia alimentaria por medio de la modernización de la milpa de traspatio, y que incluso generen excedentes para la comercialización local; para ello se trabaja con las mujeres; 2.- se aplica un componente de capacitación y asistencia técnica; “que la mujer aprenda cómo poner las vacunas a los pollos, que cuente con instrumentos de tecnificación del agua, de acopio de agua (...)”;

3.- Se pone a disposición de los campesinos un componente de ahorro y micro crédito por medio de cajas de ahorro; 4.- se fortalece la organización. En Guerrero se han creado 21 agencias de desarrollo rural las cuales “tienen una injerencia transversal e incluso vertical con las instancias de gobierno estatales y federales y son la vía para el aterrizaje de las distintas políticas públicas”. Aquí los retos de contar con capital humano organizado son grandes aún, pues el estado tiene 7 mil 780 localidades, de las cuales 80 por ciento son extremadamente pequeñas y con una orografía complicada para su acceso.

Y 5.- la sostenibilidad ambiental. Se busca “que ese pequeño ordenamiento de la parcela tenga capacidad de revisar su contexto medioambiental, y que realice una serie de obras de conservación para garantizar que el agua se mantenga, que no se degrade el suelo”; para ello están los recursos del ProÁrbol. El entrevistado precisó que cada familia recibe unos 17 mil pesos por concepto de todos estos componentes, y el más fuerte es el de apoyo a la milpa de traspatio.

Subrayó la necesidad de transformar Oportunidades y en general las transferencias asistencialistas. “Con un incremento de los alimentos sostenido durante la próxima década, año con año Oportunidades va a requerir una revisión presupuestaria para garantizar la misma canasta básica. Como país, sería difícil apostarle a esa lógica, pues además habría un impacto más en la balanza comercial por la dependencia del exterior. La mayor cantidad de recursos públicos dedicados a comprar alimentos que no estamos produciendo debería servir para fomentar la producción de campesinos; tan sólo satisfaciendo su autoconsumo, podrían reducir nuestro déficit nacional de la balanza”.