Usted está aquí: lunes 13 de octubre de 2008 Economía La devaluación del peso “brincó por donde menos esperábamos”: BdeM

■ La crisis internacional ya ha hecho “bastante daño a la economía”, afirma Ortiz Martínez

La devaluación del peso “brincó por donde menos esperábamos”: BdeM

■ Estamos en un “torbellino”, un “tsunami financiero”, que afecta al común de la gente, dice

Roberto González Amador (Enviado)

Washington, DC, 12 de octubre. La crisis financiera internacional, que la semana pasada se expresó en México con una caída del peso a un valor históricamente bajo, “ha hecho ya bastante daño a la economía”, sostuvo Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México (BdeM). Sobre la devaluación de la moneda mexicana ocurrida en los últimos días, reveló: “brincó por donde menos esperábamos”. También admite: “esto dejó de ser una crisis de los mercados financieros, de los inversionistas, de los bancos; ya hay ansiedad en la gente, en el ciudadano común y corriente”. Lo califica de “un tsunami financiero”.

“Estamos en medio de un torbellino internacional, ni modo”, expresó. El banco central, aseguró, no busca establecer un tope para el tipo de cambio del peso frente al dólar –que la semana pasada llegó a 14 por uno, después de meses de permanecer en torno a 10.30 pesos por dólar–, pero anticipó que la institución “buscará ordenar el mercado”.

Guillermo Ortiz está en Washington para participar en la asamblea anual de las juntas de gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. En 1995, como secretario de Hacienda en el gabinete del ex presidente Ernesto Zedillo, negoció el paquete de rescate por 50 mil millones de dólares para sacar a México de la mayor crisis que ha sufrido hasta ahora. “Ellos –se refiere a los países industrializados– son los que ahora causaron el problema, así que ahora que lo arreglen. Es lo que nos decían a nosotros”. El gobernador del banco central tuvo una conversación, el sábado por la tarde, con tres medios de comunicación mexicanos, entre ellos La Jornada.

La causa inmediata

–En México, ¿cómo describe lo que pasó en los últimos días en el mercado cambiario?

–La causa próxima de lo que pasó fue el tema de Comercial Mexicana (la empresa se declaró insolvente y sus acciones se desplomaron). Es una empresa comercial que realmente no tenía por qué estar haciendo operaciones en los mercados de derivados (apostó a que el peso mantendría un valor estable), en los que se puso básicamente a vender volatilidad. Tienen la culpa la empresa y los bancos de inversión que fueron contrapartes en esa operación.

“Lo que no se explica es que un banco de inversión opere con una empresa comercial”, aseguró Ortiz. La dirección de Comercial Mexicana, “puso el balance de la empresa en un casino”, ese fue el problema detrás del ajuste en el tipo de cambio, afirmó.

Por ello, sostuvo que la crisis del peso la semana pasada “brincó por donde menos esperábamos. Estábamos muy preocupados viendo que los bancos estuvieran bien. Y están bien capitalizados, no han tenido problemas de fondeo (obtener recursos) ni en pesos ni en dólares. Pero brincó esta empresa”.

–¿Quiere decir que es la única causa de lo que ocurrió?

–No. Parte fue la contaminación. ¿Por qué disminuyó tanto la liquidez en el mercado cambiario? Bueno, por la contaminación de todo. Y hay eventos específicos en México, como fue éste de Comercial Mexicana, que produjeron una discontinuidad en el mercado cambiario. Entonces salimos a proveer de liquidez en el mercado.

–¿Hay otras empresas, comerciales o financieras, que estén en problemas?

–Sí hay, pero normalmente otras empresas hacen operaciones de cobertura normales. Obviamente con el disparo del tipo de cambio, van a entrar en algunos problemas. Creo que para volver a una situación más normal se tiene que tranquilizar un poco la situación internacional y nosotros debemos estar atentos en el mercado.

No estamos buscando cierto tipo de cambio, estamos buscando ordenar el mercado. Ese es el punto.

–Probablemente por la historia reciente del país, un ajuste en el tipo de cambio siempre causa inquietud.

–Pues sí, pero es justamente al revés. Llevamos muchos años en los que hemos tenido un tipo de cambio flotante. La gente se dejó de preocupar por el tipo de cambio. Obviamente estos movimientos tan fuertes no los habíamos visto, pero también es cierto que el dólar canadiense se ha depreciado casi 20 por ciento en unos cuantos días y la volatilidad en general de otras monedas ha estado muy fuerte. Ni modo, estamos en medio de un torbellino internacional y no podemos sustraernos a él, lo que podemos hacer es tratar de mitigar el impacto de esto.

–¿Habrá más intervenciones del Banco de México en el mercado cambiario, aparte de las anunciadas de 400 millones de dólares por día?

–Es una pregunta imposible de contestar. Tenemos que estar viendo cuáles son las condiciones de los mercados.

–¿Pero la política es seguir interviniendo?

–No, no es una política. No tenemos como política intervenir. Además ni siquiera intervinimos, hicimos subastas. Pero no es una política, es una circunstancia excepcional ante circunstancias excepcionales. Por eso actuamos de manera excepcional.

–La prensa reportó hoy que el banco central usó en una semana 10 por ciento de sus reservas en divisas.

–No, tampoco. Las reserva bruta son 92 mil millones de dólares. Hacienda tiene también fondos muy importantes. No. Es muy curioso esto porque las reservas son justamente para eso, para poner orden cuando hay situaciones desordenadas. Hace 10 años que no hacíamos una cosa así.

–¿Pueden coexistir una política monetaria restrictiva, como la actual del Banco de México, con una política fiscal expansiva, que anunció la semana pasada la Secretaría de Hacienda?

–Ése es el rol de la política fiscal ahora, exactamente: buscar dentro de los márgenes posibles apoyar el crecimiento de la demanda interna y sostener el empleo. Es un instrumento apropiado la política fiscal. El Banco de México obviamente debe procurar que las expectativas inflacionarias permanezcan bien ancladas. El deterioro de la actividad económica en Estados Unidos y en el mundo ha sido rápido y sorpresivo, y eso es algo que todos debemos tomar en cuenta.

–¿La volatilidad financiera de los últimos días cambió la previsión del Banco de México de que la inflación bajará en los siguientes meses?

–No, porque esta volatilidad es una circunstancia temporal.

Una crisis que va para largo

Guillermo Ortiz consideró que el precio de las acciones, que ha caído a niveles mínimos en décadas, y las pérdidas en las bolsas de valores, que al menos en Estados Unidos son las mayores después de la Gran Depresión, tardarán mucho tiempo en recuperarse. Sin embargo, aseguró que “los mercados cambiarios deben reordenarse más rápidamente.

“Lo que no es posible es que se repitan semanas como la pasada, el mundo no las aguanta. Ya el nivel de ansiedad de la gente, del ciudadano común y corriente creció, y eso es lo que hace que los políticos se muevan”.

–Hablaba de lo que es importante para las personas de la calle.

–Obviamente la gente se desconcierta al ver estos movimientos, se pregunta qué está pasando. La contaminación hacia los mercados emergentes ya se empieza a sentir fuerte. Hasta la semana pasada habíamos tenido contaminación a través de los canales tradicionales: remesas y exportaciones, pero no un contagio financiero. El país no depende del crédito externo.

–¿Qué puede esperar la gente de la economía de México?

–Uno, que se restablezcan condiciones más normales. Pero la otra es el tamaño de la recesión mundial, la recesión en Estados Unidos y Europa. Yo creo que se ha hecho bastante daño ya con esto. Es todavía prematuro juzgar cuál va a ser el impacto, pero ciertamente habrá un impacto negativo.

 
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