Usted está aquí: viernes 10 de octubre de 2008 Opinión Jonathan Rabb: conspirador del caos

Feria del libro en el Zócalo

Juan Hernández Luna

Jonathan Rabb: conspirador del caos

Varias cosas. La novela policiaca norteamericana pasa por una crisis que se refleja en la ausencia de autores nuevos, de títulos deslumbrantes, ya no digamos del tipo la vieja guardia como Horace Mc Coy o Chandler, sino de los hasta hace poco contemporáneos como Ross Thomas o Tony Hillerman, quienes dejaron de producir y cuando lo hicieron, como en el caso de Martin Cruz Smith, sus obras no superan La puerta de los corceles (Stallion Gate) o Parque Gorky y otros se van a extremos como Tom Clancy, que cuando escribe siempre lo hace pensando en la película que engrosará su chequera vía sus thrillers high tech.

Pero seamos justos, esto ha sido producto de una variación del mercado hacia mercados más híbridos donde la unión de varios géneros (ciencia ficción, policiaco, aventuras, capa y espada, terror, etcétera) ha creado amalgamas francamente disfrutables.

Curiosamente una de las mejores muestras no provino de Norteamérica, sino del italiano Umberto Eco con El nombre de la rosa, donde una pesquisa policial ocurre en un monasterio medieval. Aunque, es menester decirlo, este tipo de híbridos encuentran su parte más flaca en El Código Da Vinci. (En cine en La Momia y medianamente en las aventuras de Indiana Jones.)

Existen otros esfuerzos literarios altos donde gore y policiaco se funden de manera excelente, como El silencio de los inocentes (The silence of the lambs), de Thomas Harris, o la ciencia ficción con la novela de aventuras como ocurre en la saga Criptonomicón, de Neal Stephenson, o qué decir de la novela de vanidades con el gore sanguinario como la obra de Easton Ellis (American Psycho, Glamourama, Lunar Park). Pero estos son ejemplos aislados, todos los mencionados provienen de la generación nacida en los años 60 o más atrás.

Jonathan Rabb, a pesar del misterio sobre su persona y a juzgar por su rostro, proviene de los nacidos en los años 70. Y hasta que no venga alguien y nos recuerde a la vieja escuela dura del policiaco Rabb, vendría a ser este engrane entre los ya mencionados. Lo anterior lo refiero debido a que los temas de Rabb son precisamente híbridos, de una potencia, que aún me parece extraño que no existan adaptaciones al cine siendo que sus novelas son bastante atractivas para ser llevadas a la pantalla.

Y mientras esto ocurre, quienes llegamos a las novelas de Rabb vía recomendación y traducciones pudimos percibir algo: originalidad.

El principio de La conspiración de los herejes (The book of Q) se inicia en Bosnia, en 1992, donde entre la crueldad de la guerra el sacerdote Pearse recuerda su juventud y en una intensa serie de flashbacks durante un bombardeo el autor logra narrar la infancia de su protagonista que abarca su desavenencia con los padres por defender su vocación sacerdotal y entendemos por qué se encuentra en Bosnia amartillando su rifle y viendo a sus amigos morir y de pronto sentir ese llamado de la sangre que algunos llaman enamoramiento.

De pronto la historia se traslada hasta la Asia Menor del siglo VI para narrar los últimos tiempos de la secta maniquea, que está a punto de desaparecer. Y de pronto la historia continúa hasta la Roma del siglo actual, donde el mismo padre Pearse –salvado de Bosnia– recibe un manuscrito codificado que indica que la secta maniquea no ha finiquitado su compromiso con el mundo, y dicho documento contiene una oración que de ser revelada tiene el claro objetivo de eliminar el catolicismo e imponer una nueva fe.

Inquietante, sin duda.

Sin embargo, ésta no fue su primera novela.

La primera se tituló El señor del caos (The Overseer), la cual apareció hace 10 años en Norteamérica y siete años después vio la luz en lengua española.

El señor del caos narra la vida de un monje del siglo XVI llamado Eusebius Iacobus Eisenreich, quien escribió un plan para obtener el dominio mundial a través del caos, el cual supera con creces el ingenio y la osadía de Maquiavelo.

El texto se llama Sobre la supremacía y le es enviado al papa Clemente VII, quien lo habría tenido en propiedad hasta su muerte, momento en que se habría perdido el rastro del documento. El manuscrito desarrolla el proceso de implantación del caos en todos los campos: económico, social y político, previo a la obtención del poder por este refinado demagogo.

De pronto la historia se traslada a Montana, donde se halla el cuerpo sin vida de una joven que al momento de fallecer dice solo una palabra: Enreich. ¿Qué diablos tiene que ver semejante asesinato con la Roma del siglo XVI? Rabb invita a descubrirlo y lo logra con argucias literarias finamente elaboradas.

Y tras dos obras sabiamente estructuradas, Rabb decide embarcarse en el asunto de tejer la ficción con la realidad.

Tal vez algunos recuerden a Rosa Luxemburgo. Una mujer que se dice fue inspiración de personajes como Lenin y Trotski y alma del socialismo alemán. Luxemburgo fue asesinada junto a su amante, y su misteriosa muerte le sirve a Rabb de punto de partida para crear una trama de intriga cuyo trasfondo es el Berlín posterior a la Primera Guerra Mundial: el mundo del cabaret, Einstein, Brecht y el nacimiento del nazismo.

Su protagonista es el detective Nikolai Hoffner, quien mira transcurrir los últimos días de la Primera Guerra Mundial y con desazón mira cómo la revolución socialista alcanza Alemania. Ante los acontecimientos, el káiser Guillermo parte hacia el exilio. Y de pronto ocurre que en el Berlín de los años 30 hay un asesino en serie y que Hoffner debe encargarse de resolver el asunto. Sin embargo, la policía nazi se inmiscuye en su terreno y Hoffner no entiende por qué pueda interesarle a esa gente obsesionada con el poder un simple caso ministerial.

Cuando aparece el cadáver de Rosa Luxemburgo, el detective Hoffner obtiene la respuesta. El cuerpo de la líder socialista, desaparecida meses atrás, está marcado de igual modo que el de las otras mujeres asesinadas, y éste es un hallazgo que desmiente los rumores de su muerte a manos de una enfurecida muchedumbre.

*

En un momento de esta nota hablé de un misterioso Jonathan Rabb, y es cierto. Ni siquiera sé el lugar o fecha de su nacimiento. Las tapas de sus novelas lo muestran como un joven sonriente, graduado en Yale. ¿En letras? Lo cierto es que es doctor por la Universidad Columbia y que durante años ha impartido clases sobre pensamiento político moderno (whatever that means) en dicha universidad.

Me cuentan que Rabb viene a la Feria del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, donde participará en charlas y presentará su obra. Me alegro.

Con motivo de la feria editorial que hoy comienza en el Zócalo, “la más popular”, la de mayor afluencia y “la que más libros vende” en el país, La Jornada publica en estas páginas algunos textos que aluden a personajes participantes en el encuentro, escritos ex profeso, con lo que se dota de nuevos bríos a esta fiesta

 
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