Usted está aquí: jueves 9 de octubre de 2008 Espectáculos Facundo Cabral canta y se diploma en el Blanquita

■ “Hay que vivir con lo que se pueda”

Facundo Cabral canta y se diploma en el Blanquita

Arturo Cruz Bárcenas

“De pronto te das cuenta de que eres un anciano; el tiempo vuela. No te puedes perder un minuto y hay que vivir con lo que se pueda vivir. En la vida he cultivado la amistad de unos pocos, decía Jorge Luis Borges, que es lo que importa”, expresó el cantante y compositor Facundo Cabral, quien se presentará el viernes 10 y el sábado 11 de octubre en el Teatro Blanquita, foro al que llega por primera vez, dentro de una gira por la República Mexicana que concluirá el 14 de noviembre en Cancún,

Será la primera vez que el argentino se presente en el foro del Eje Central, aunque ya ha actuado en casi todo el país. El repertorio es un secreto porque, dijo, “no sé lo que voy a cantar. Ya veremos ese día”. Así ha sido y así será el modus de Cabral.

En conferencia de prensa realizada en el Blanquita, el autor de No soy de aquí ni soy de allá habló con parábolas y frases ligadas a lo que entre intelectuales se llama jerga vieja; es decir, acomodar frases célebres a una vivencia.

Así, comenzó a hablar y ya no paró: “Siempre creí en la rencarnación, pero si uno no rencarnara y se terminó para siempre todo lo que viviste… viví con los hombres azules en Marrakech; esquivé dictadores, conocí gente genial: Bradbury, Borges, Paz. Imaginad cuántas mujeres podés conocer en los cinco continentes. Aprendí lo que es el amor. La madre Teresa decía: de la cuna a la tumba es una escuela… por eso Sócrates dijo ‘yo sólo sé que no se nada’; pobre de aquel que cree saber algo.

Los problemas son lecciones

“Si de la cuna a la tumba es una escuela, entonces los problemas son lecciones, y si para Dios siempre somos niños la vida es un juego y la mejor manera de jugarla es el amor. Hay gente que se la toma demasiado en serio. Borges decía: es poco serio tomarse en serio, por eso ¡yo canto! Y cuando no canto estoy de ese lado y escucho cantar. O voy a ver a los cómicos, que me gustan mucho.

Cantar en el Blanquita, precisó, “es como diplomarse de cantor popular. Si eres cantante aquí lo eres en cualquier lado. Me faltaba el Blanquita”.

 
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