Usted está aquí: jueves 9 de octubre de 2008 Economía Déficit fiscal para amortiguar caída en remesas, sugiere BM a México

■ Será el país de América Latina que menos crecerá en 2008 y 2009, advierte el FMI

Déficit fiscal para amortiguar caída en remesas, sugiere BM a México

■ También atemperará consecuencias por alza de precios de alimentos

■ Recomienda mantener el gasto social focalizado en los más pobres

Roberto González Amador (Enviado)

Ampliar la imagen Tablero eléctronico que muestra los precios de las acciones de las empresas que cotizan en el mercado del Nasdaq en Wall Street Tablero eléctronico que muestra los precios de las acciones de las empresas que cotizan en el mercado del Nasdaq en Wall Street Foto: Ap

Washington, 8 de octubre. En momentos en que el Congreso y el Ejecutivo mexicanos renegocian el presupuesto federal de 2009, el Banco Mundial (BM) afirmó que el gobierno tiene espacio para incurrir en un déficit fiscal con el fin de “amortiguar” entre la población más pobre las consecuencias de la caída en las remesas y el alza de precios de los alimentos.

“La pobreza no debería subir significativamente en México si el gobierno consigue utilizar el espacio fiscal que se ha creado en los últimos años para amortiguar el efecto de la caída en las remesas y los ingresos de las familias y mantener un gasto social focalizado, orientado a dar soporte a las familias más pobres” , consideró Augusto de la Torre, economista del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

En abril pasado, el Banco Mundial estimó que el alza en el precio de los alimentos llevaría a la pobreza a 10 millones de personas en Latinoamérica. Este miércoles, en una conferencia de prensa en el marco de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el BM, De la Torre explicó que la disminución en los flujos de remesas hacia los países de la región también afectará a la población de menor ingreso.

De la Torre explicó que México, con una caída anual de 12 por ciento en agosto, es uno de los dos países latinoamericanos –el otro es Ecuador– donde se ha resentido una mayor disminución en el ingreso de remesas, asociada a la “turbulencia” en las economías receptoras de trabajadores migratorios.

La caída de las remesas, añadió, “es un punto bien importante para el tema de la pobreza”, por la dependencia que tienen los receptores respecto de esos recursos. “Pueden ser segmentos muy localizados de población, pero sí podrían verse muy afectados por este fenómeno”, abundó.

El Banco Mundial, dijo De la Torre, no ha hecho un cálculo sobre el número de personas que caerán en pobreza en México por la disminución en el ingreso de remesas y el alza de los alimentos. Sin embargo, aseguró que el gobierno tiene “espacio” en las finanzas públicas para reforzar los programas de asistencia a la población de menores recursos, aun si incurre en un déficit de las finanzas públicas.

Desde finales de la administración de Ernesto Zedillo, de 1994 a 2000, las finanzas del sector público, es decir, la diferencia entre ingresos y gastos, se han mantenido en situación de equilibrio e incluso con algún pequeño superávit en algunos años.

“Es posible que en un ciclo económico de desaceleración importante se pueda observar un déficit fiscal mayor”, mencionó el economista del Banco Mundial al citar el caso específico de México. México usaría el espacio fiscal que tiene “para endeudarse de manera prudente a fin de financiar ese déficit transitoriamente”, dijo.

Expuso que al hablar de “espacio fiscal” se refiere a que durante los últimos seis años el gobierno mexicano redujo su endeudamiento, “y puede aprovechar esta coyuntura” para contratar recursos para mantener los programas de asistencia a la población de menor ingreso.

“No es ineluctable que un menor crecimiento genere un aumento significativo de la pobreza, es difícil evitarlo pero se puede si la política social y en especial algunos mecanismos como las transferencias condicionadas de fondos se usan y se pueden usar”, añadió.


■ Disminuirá la actividad maquiladora

Roberto González Amador Enviado

Washington, 8 de octubre. La crisis financiera en Estados Unidos comenzó a pasar factura a la economía mexicana. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó hoy que México será el país de América Latina con menor crecimiento en 2008 y 2009. El próximo año, incluso, la expansión de la actividad productiva apenas compensará el aumento en el número de habitantes del país.

“Se ha hecho evidente que la economía mundial se enfrenta a una desaceleración de enorme envergadura”, resumió Olivier Blanchard, director del departamento de investigación económica del FMI. El epicentro del ajuste económico está en Estados Unidos, el país del que depende México en materia de comercio exterior e inversiones.

Estados Unidos, la mayor economía del mundo, crecerá 1.6 por ciento este año y prácticamente se detendrá para avanzar sólo 0.1 por ciento en 2009, anticipó el FMI. “Prevemos que el crecimiento en las economías avanzadas será muy cercano a cero o incluso negativo al menos hasta mediados de 2009, con una lenta recuperación el resto de ese año”, planteó Blanchard.

Dados los “cercanos vínculos” entre las economías estadunidense y mexicana, “no sorprende” que México sea el país que tendrá el crecimiento más lento en América Latina, apuntó Charles Collyns, subdirector del departamento de investigación del FMI durante la presentación del Panorama de la economía mundial (WEO, por sus siglas en inglés).

La mayor afectación estará determinada por una disminución en las remesas, que ya en agosto se contrajeron a una tasa anual de 12 por ciento; y la actividad en la industria manufacturera, que representa una quinta parte del PIB del país y contribuye con 80 por ciento de las exportaciones totales de México a Estados Unidos; así como en una disminución en la industria maquiladora de exportación, sector de uso intensivo de mano de obra.

Además del ajuste a la baja en el pronóstico de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México en 2008 y 2009, el FMI anticipó un mayor deterioro en la cuenta corriente de la balanza de pagos, el indicador que refleja la diferencia entre el ingreso y salida de divisas del país por operaciones de deuda, comercio exterior, turismo y remesas. Claramente este indicador se va a deteriorar por una caída en el valor de las exportaciones petroleras, relacionada con el ajuste en el precio del crudo, y en el ingreso de remesas.

En el mejor de los casos, el PIB de México aumentará 2.1 por ciento este año, tres décimas de punto menos que el pronóstico oficial; y se elevará apenas 1.8 por ciento en 2009, una tasa que es superior en dos décimas de punto al incremento demográfico del país. Se trata de ajustes de 0.3 y 0.6 puntos porcentuales respecto del pronóstico hecho por el organismo en julio pasado, cuando realizó una actualización del WEO.

Eso en el mejor de los casos porque, como dijo hoy Blanchard, “el pronóstico de crecimiento de la economía mundial depende de que las acciones tomadas por autoridades de Estados Unidos y Europa sean exitosas en estabilizar las condiciones financieras que han golpeado a los mercados bursátiles y de divisas”.

Para 2008, el FMI calculó un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente a 1.4 puntos del PIB (un punto del PIB equivale a unos 100 mil millones de pesos), más del doble del 0.6 puntos reportados en 2007. El próximo año el deterioro será mayor, con un desequilibrio en la cuenta corriente equivalente a 2.2 puntos del producto interno bruto, añadió el FMI.

Comparado con otros países de América Latina, México caerá a niveles mínimos de crecimiento este y el siguiente años.

Para la región, el FMI anticipó que el producto interno bruto aumentará 4.6 por ciento en 2008 (el doble del estimado para México) y 3.2 por ciento en 2009.

Este año el mejor desempeño lo tendrá Perú, con un repunte en su actividad de 9.2 por ciento, seguido por Argentina y Uruguay, con 6.5 por ciento cada uno; Venezuela, 6.0 y Brasil, con un pronóstico de crecimiento de 5.2 por ciento.

En 2009, la región crecerá 3.2 por ciento, según el FMI. Perú lo hará en 7 por ciento; Argentina, 3.6; Brasil, 3.5, misma tasa que la prevista para Colombia. Venezuela reducirá su crecimiento a 2 por ciento.

 
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