Usted está aquí: jueves 9 de octubre de 2008 Deportes Regresa a México magia de los Globetrotters

■ El domingo 26 estarán en el DF

Regresa a México magia de los Globetrotters

Jorge Sepúlveda Marín

Lo mismo hacen girar el balón sobre el dedo índice, que lo rebotan en el piso, lo pasan enmedio de las piernas o a lo largo de los brazos, desde la mano derecha hasta la izquierda, de ida y vuelta por la nuca, y en su número principal Bucket Blakes intenta, con el esférico detenido tres segundos en la misma nuca, lograr la canasta con una sacudida del cuerpo, mientras Blenda Rodríguez busca hacer bueno el punto con un balón dando vueltas sobre un dedo.

Son los Harlem Globetrotters quienes, después de una década, regresan al país con lo mejor de su repertorio, con trucos nuevos “que la gente piensa que son imposibles de hacer”, pero que con horas de práctica cotidiana logran culminar para deleite de los asistentes al espectáculo más famoso en el orbe.

Al ritmo de su clásica melodía Sweet Georgia Brown, aderezada con silbidos, hacen del basquetbol un espectáculo con movimientos corporales de pie y acostados en el suelo; un baile usando de pareja al balón ilustrado con las barras y las estrellas de la bandera estadunidense, y la veloz carrera hacia el público, ayer en la Granja las Américas infantil, para festejar con “vengan esos cinco” (la palma de la mano abierta).

La temporada México 2008 de los Harlem Globetrotters cumplirá 18 presentaciones a partir de este viernes en Tijuana, por una docena de ciudades del país como Hermosillo, Chihuahua, Monterrey, León y Jalapa, incluido el Distrito Federal, el domingo 26 en el Palacio de los Deportes.

Durante el encuentro con los medios de comunicación, sin dejar de juguetear con la pelota, Blenda Rodríguez dijo que “con lo que gano me la puedo pasar bien chévere”, aunque realmente la mejor “paga son los aplausos y las risas del público”.

Estimó que si los Harlem disputaran un partido con alguna escuadra de la NBA, “probablemente les ganemos, no porque seamos mejor que ellos, sino porque los desesperaríamos” con la parafernalia en que convierten la duela que pisan en cada presentación.

 
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