Usted está aquí: miércoles 8 de octubre de 2008 Sociedad y Justicia INE: México debe frenar la generación de biocombustibles; faltan controles efectivos

■ Son una alternativa contra el cambio climático, pero provocan alza de precios en alimentos

INE: México debe frenar la generación de biocombustibles; faltan controles efectivos

■ La producción de energéticos alternativos requeriría destinar a ese fin grandes áreas de cultivo

Emir Olivares Alonso

El desarrollo de biocombustibles es visto como una alternativa viable para reducir los gases de efecto invernadero, lo que significa un beneficio en materia ambiental, aunque también provoca “desventajas”, como el aumento de precios de los alimentos y la competencia entre la producción agrícola y la destinada a generar material orgánico para estos energéticos, advirtió el presidente del Instituto Nacional de Ecología (INE), Adrián Fernández Bremauntz.

Durante un taller de información sobre la actual situación de los biocombustibles a escala mundial, el funcionario subrayó que, mientras en México no existan controles efectivos para contrarrestar sus efectos en los precios de alimentos y los daños a la biodiversidad generados por el uso de estos energéticos, se debe contener su producción.

Indicó que de acuerdo con el Banco Mundial, en los últimos tres años el precio de los alimentos aumentó 83 por ciento, del cual, 30 por ciento se debe al desarrollo de biocombustibles.

Fernández Bremauntz informó que la actual producción mexicana de caña de azúcar sería insuficiente para sustituir 10 por ciento de las gasolinas usadas en territorio nacional. Explicó que para alcanzar esa cifra se requeriría sembrar más de 734 mil hectáreas al año de caña para producir etanol, lo requerido para la producción de azúcar, pero la superficie actual de cultivo es de sólo 657 mil hectáreas.

El funcionario se refirió a un documento presentado por la Organización de Naciones Unidas en el que se mencionan varios puntos que deben analizarse para la generación de la bioenergía sustentable, entre los que destacan las implicaciones para el desarrollo agroindustrial y la creación de empleos, la salud y la seguridad alimentaria.

El presidente del INE, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, informó que el principal combustible para el desarrollo de energía en el mundo continúa siendo el petróleo, con 34.3 por ciento, seguido por el carbón, con 25.1, y el gas, con 20.9. En tanto, la generación de energía con base en bioenergéticos alcanza 13.1 por ciento a escala mundial.

Agregó que Estados Unidos, con 36 por ciento, y Brasil, con 33, son las dos principales naciones que generan etanol, y pese a ello, toda la producción de maíz de la primera nación sólo alcanzaría para sustituir 10 por ciento de su demanda total de gasolina.

El funcionario subrayó que no se trata de decir que México está en contra del desarrollo de biocombustibles, sino que se contemplen acciones más eficientes y se elijan de manera adecuada las plantaciones en las que se producirá el material orgánico para su generación.

 
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