Usted está aquí: domingo 5 de octubre de 2008 Política “Incumple” Calderón promesa de mejorar salario a militares

■ Propone para 2009 aumentos de 73 y 301 pesos, según el rango

“Incumple” Calderón promesa de mejorar salario a militares

■ Es omiso, porque ¿quién se está enfrentando al narco?, pregunta diputado

Roberto Garduño

En su proyecto de presupuesto para 2009, el gobierno de Felipe Calderón contempla para el ramo de la Secretaría de la Defensa Nacional un incremento mensual de 73 pesos en los “haberes” de los soldados rasos y de 301 para los generales de división.

El Ejecutivo federal propuso a la Cámara de Diputados que el sueldo de los integrantes de las fuerzas armadas suba en 3.6 por ciento, mientras que en los sobrehaberes (prestaciones) no se registra variación alguna.

El contenido del proyecto de gasto “no coincide con las promesas del señor Calderón, quien con bombo y platillo anunció, hace más de un año, el respaldo de su gobierno a las fuerzas armadas. Su discurso va por un lado y en los hechos va por otro”, consideró el secretario de la Comisión de Defensa Nacional en San Lázaro, Alfonso Suárez del Real.

Para la PFP, alza de 25%

El haber para los integrantes de las fuerzas armadas equivale al sueldo base con el que se habrá de cotizar hasta el momento de la jubilación. A diferencia de la Policía Federal Preventiva (PFP), para cuyos integrantes sugiere un aumento de 25 por ciento, para los militares la iniciativa del gobierno contempla un incremento que no superará la estimación inflacionaria para 2009, lo que afectará su poder adquisitivo.

En el caso del soldado raso, el incremento mensual a sus haberes será de 73 pesos, 81 para cabos, 95 para sargento segundo, 100 para sargento primero, 117 para subteniente, 129 para teniente, 144 para capitán segundo, 162 para capitán primero, 190 para mayor, 209 para teniente coronel; 228 para coronel y 301 para general de división.

“Esto equivale a 3.3 por ciento de los haberes, que serán borrados por la crisis y la inflación, que mermará su poder adquisitivo”, insistió Suárez del Real.

Con dureza, el representante por el PRD acusó de omisión al Presidente de la República, y preguntó: “¿quiénes se están enfrentando a los narcos, quién está poniendo a los muertos?, seguramente no será la PFP, es el Ejército y la Marina, dijo.

“Veo que el discurso no coincide con los hechos, y hasta llego a inferir que el señor Calderón no sabe de esto, y como el Ejército por regla general no chista, asume lo que la administración le otorga”.

Al preguntarle los efectos de una política salarial como la descrita, previó preocupante el escenario en torno al Ejército mexicano, “porque los integrantes se desmoralizan y viven en la frustración. Muchos de ellos tienen que irse a campañas al campo, se ausentan durante meses o semanas de sus hogares y dejan de tener contacto con sus familias, y vergonzosamente el recurso no les va a alcanzar para compensar los efectos de la incesante alza de precios”.

Y es que desde febrero de 2007, Felipe Calderón dio a conocer el incremento a los haberes de la tropa del Ejército y de los integrantes de la Marina, con objeto de incrementar en 35 por ciento sus percepciones. Desde entonces, en las filas de las fuerzas armadas persistía la queja de que los sueldos de soldados y marinos son muy bajos en comparación con los de los elementos de la PFP y de la Agencia Federal de Investigación.

Por aquella época, durante su primer discurso oficial ante el ejército, el Presidente insistió en que iba a “velar por la tropa”, y trascendía también que entre las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina mantenían intensas negociaciones con la Secretaría de Hacienda con objeto de que ésta aprobara los recursos extraordinarios al pago del incremento en los haberes.

Para entonces, la tropa recibía 3 mil 897 pesos al mes, y el máximo que algunos de ellos podrían obtener llegaba a 6 mil 900, dependiendo del grado y antigüedad de cada uno.

En agosto pasado, Calderón propuso al Congreso federal una reforma legal para incrementar las prestaciones de seguridad social a soldados y marinos. Tal iniciativa se circunscribió a la promesa que hizo el 19 de febrero del mismo año, durante el festejo del Día del Ejército.

El argumento del mandatario fue que los soldados y marinos deberían obtener un beneficio real en sus percepciones y proponía incrementar de 70 a 80 por ciento el haber que sirve para calcular el monto de retiro y compensación. Para ello sugirió elevar a 60 y hasta 90 por ciento, en proporción a los años de servicio, la fórmula para integrar las pensiones de los militares que pasen a retiro y los que se encuentren en dicha situación con 30 años o más de servicio.

En febrero de 2008, anunció también un incremento de 500 pesos mensuales en las percepciones de los soldados. Lo hizo cuando festejaba el Día del Ejército en el Campo Militar Número 1, y demandaba a los soldados lealtad, fidelidad y unidad a toda prueba.

Un año después, la proporción del incremento referido bajó de forma dramática, al sugerir al Congreso federal que autorizara un aumento mensual de 73 pesos para los soldados rasos, y de 301, en la escala más elevada, para los generales de división.

 
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