■ Las Águilas mostraron actitud justo en el momento en que lo necesitaban, dijo el Pelado

Cabañas regresó ávido de goles y dio triunfo al América sobre Cruz Azul

■ El club de Coapa sumó 12 unidades y dejó estancada a La Máquina con 15 en el grupo de la muerte

■ El técnico celeste, Benjamín Galindo, admitió que ellos pesaron dentro de la cancha

Jorge Sepúlveda Marín

El paraguayo Salvador Cabañas regresó con hambre de triunfo y con dos ejecuciones condujo al América a su triunfo ayer frente a Cruz Azul en el estadio Azteca, ante unos 70 mil espectadores.

El técnico Ramón Pelado Díaz dijo al termino del cotejo que vio a unas Águilas mostrar actitud e inteligencia, justamente en el momento en que más falta le hacía al cuadro que llegó a 12 unidades en el llamado grupo de la muerte, donde dejó estancado a su rival con 15 puntos, al concluir la fecha 10 del torneo Apertura 2008.

Desde el inicio de las acciones ambas escuadras mostraron agilidad en el ataque, con jugadas bien tejidas, aunque fueron los de Coapa quienes lograron abrir el tanteador antes de cumplirse el sexto minuto, cuando Cabañas recibió con el pecho, giró y soltó un cañonazo para firmar el 1-0.

El América mostraba estar dispuesto a alargar la jettatura que mantiene sobre La Máquina desde mayo de 2003, al dominar el esférico en un partido que empezó a caracterizarse por la rudeza en la disputa de cada pelota.

Los celestes utilizaron como táctica jugar en línea, apostarle al fuera de lugar, lo que al minuto 28 estuvo a punto de costarles una anotación, cuando Alfredo Moreno se quitó la marca de Joaquín Beltrán para rematar sin mayores problemas y poner en aprietos al portero Yosgart Gutiérrez, quien apenas alcanzó a mandar a tiro de esquina.

Se jugaba el minuto 35 cuando de nueva cuenta Cabañas recibió un centro cruzado y sin pensarlo remató de cabeza para poner el 2-0, que a la postre fue definitivo.

Terminó la primera parte con más de 20 faltas y cinco cartones amarillos mostrados. Para el complemento ambos equipos mantuvieron la agilidad y la disputa de cada balón. Cruz Azul hizo entrar a Miguel Sabah y Marcelo Carrusca, aunque no surtió mayor efecto, salvo las dos ajustadas actuaciones de César Villaluz, quien con sendos remates obligó a Memo Ochoa a emplearse a fondo para enfriar las jugadas del cruzazulino.

América decidió preservar la ventaja o incrementarla al minuto 62; Federico Insúa quiso acomodarse el esférico, pero en un quiebre de más le dio tiempo a Yosgart para parársele enfrente y evitar el peligro, y dos minutos más tarde Moreno estuvo a nada de la tercera anotación, pero se le pasó la pelota, aunque estaba señalado en fuera de lugar.

Al minuto 68 se escuchó el ensordecedor grito de guerra del América, pero su magia ya no logró ningún efecto. La pelota seguía siendo disputada palmo a palmo y los jugadores llenaban de emoción al respetable, cuando al minuto 72 Marcelo Carrusca recibió el esférico por derecha dentro del área, hizo una doble bicicleta para acomodarse mejor y soltó un obús que Ochoa alcanzó a enviar a tiro de esquina.

Al término del encuentro, el técnico Ramón Díaz expuso que el de ayer fue el mejor partido que ha brindado el América en la temporada, lo cual lo dejó contento porque se dio en el momento que más lo necesitaba el conjunto.

“Mostró carácter y determinación en la cancha y, de seguir así, se puede llegar lejos” agregó el timonel, quien se siente confiado de cara a lo que será su segundo clásico el próximo domingo en Ciudad Universitaria ante Pumas.

Con seriedad, Benjamín Galindo fue claro al aceptar que a Cruz Azul le faltó dominar la pelota, pero sobre todo le molestó que las dos anotaciones del triunfo cayeran por errores de su equipo.

“Ellos pesaron dentro de la cancha”, aseguró, y agregó que le dolió la derrota porque pudieron haber terminado como primeros de su grupo y desperdiciaron la oportunidad.